Era una tarde de ensayo con el coro y me había tocado al lado de un chico guapísimo y que cantaba como un ángel, pero era un macho en mayúsculas, o eso creía.
Eso creía hasta que en el descanso el cogió el móvil y yo el mío, en uno de los momentos, quise mirar para su móvil, un móvil que estaba reproduciendo porno gay. En ese momento, acerqué mi mano hacia la suya y solté una media sonrisa de lado, él me la devolvió.
En el segundo descanso, aproveché para ir al baño, y al terminar, intenté salir y me lo encontré en la puerta, él me dijo salvajemente:
-Tú de aquí no sales
Y se lanzo sobre mi boca, él me iba quitando la ropa poco a poco, hasta quedarnos sin nada. En ese momento el me dio la vuelta y clavo sus manos en mi espalda, haciéndome gozar como nadie lo había hecho en toda mi vida.
Su miembro erguido me estremeció y yo me entregue a el cual prostituta de carretera. Hicimos el amor durante dos eternas horas, olvidándonos del ensayo y de todo el mundo, en ese momento, solo existíamos él y yo en ese baño sucio.
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Amor, sexo y lujuria
RomanceAhora, leerás breves historias de amor y sexo homosexuales, por favor si no acepta esta sexualidad no lea esta publicación, podrá caer en la tentación... ¿Estas preparado para sumergirte en un mundo en el que el escalofrío y la pasión te hace estre...