Era una mañana de instituto como otras cualquiera, ya había pasado una semana desde que asignaron los grupos y suerte que me tocó con gente que conocía, bueno y también me había tocado con un chico nuevo que se sentó a mi lado y era muy, pero muy guapo. Según entró a clase, lo mire, era imposible no darse cuenta de su belleza. Era un chico alto, moreno y con el pelo algo despeinado. Todas las garrapatas de mi clase se acercaron a el (aunque claro,era normal dada tal belleza) y le hicieron las típicas preguntas de una zorra que se enamora a primera vista.
-¿Tienes novia?- Saltó una.
-¿Te gustan las rubias?- Preguntó la mas tonta de ellas.
-¿Rollo o serio?- Dijo la choni guarra masticando chicle como un camello vulgar.
Él, avergonzado, no respondío y en ese momento, llegó el profesor:
-Buenos días niños-Dijo el profesor de Matemáticas.
-Buenos días profesor-Dijo el chico nuevo.
Yo me acerqué a él y le dije:
-No le digas nada, no merece la pena, además, no te va a caer bien, como a ninguno de los que estamos aquí en clase.
Él se rió y yo le dije:
-Me llamo Lucas
A lo que el respondió tímidamente:
-Yo Alan, encantado
Yo, con mi natural desparpajo le solté un:
-¡Uy! ¿Que guapo eres no?
Los dos nos reímos.
-Tu también eres muy guapo-me dijo él
-¿Que dices?- Le dije yo con un pequeño empujón en su hombro.
Nos volvimos nuevamente a reír,entre nosotros se notaba la complicidad y la química.
(...)
Pasaban las horas del día y cada vez teníamos más y más química.
Al día siguiente, todo iba sobre ruedas, cuando llegamos del descanso, nos pusieron un documental y nos aburríamos tanto que empezamos a juguetear y a molestarnos, él me cogió de la mano y ... En ese momento nos miramos a los ojos, la electricidad que formaban nuestros cuerpos se notaba obviamente y me di cuenta de lo guapo que era y lo cerca que lo tenía. Su mano acaricio la mía y empezó a hacer pequeños círculos en ella, la temperatura subió. Él movía sus dedos con maestría sobre mi piel, haciéndome estremecer, entonces miré su miembro y supe que había tenido una erección.
-¡Lucas, Alan!, castigados después de clase en la biblioteca.
(...)
-Esto es por tu culpa- Le recriminé, Alan se encogió de hombros.
-Tu me vas a querer igual- Me dijo burlón, fruncí el ceño y enterré mi cabeza en un libro- Venga va, no me hagas el vacío príncipe-
-Yo no soy tu príncipe-
-¿Ah no?- La bibliotecaria salió a fumar y probablemente a pedirle a su marido por teléfono que no la dejara.
-¿Con que no eres mi príncipe?- Me dijo salvajemente al oído mientras un escalofrío recorrió mi columna vertebral.
-No,no lo soy-
-Tenemos 15 minutos antes de que vuelvo. Me da tiempo para follarte, como tu quieras
-¿Sobre que mesa?-Dije sin pensar
Y en ese momento, él se acercó a mi, me agarro de la cintura y me beso apasionadamente, después nos fuimos quitando la ropa. Primero la camiseta, luego los pantalones, en un abrir y cerrar de ojos me vi tumbado en la mesa salvajemente poseído por su erecto cabalgando hacia el orgasmo. En ese instante, él me susurro al oído:
-Nunca te dejaré-
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Amor, sexo y lujuria
RomanceAhora, leerás breves historias de amor y sexo homosexuales, por favor si no acepta esta sexualidad no lea esta publicación, podrá caer en la tentación... ¿Estas preparado para sumergirte en un mundo en el que el escalofrío y la pasión te hace estre...