|Min YoonGi|
¿Qué decir? Mi madre siempre se había comportado tan mierda conmigo como ahora mismo. Cuando murió papá cambió tanto. Si me dieran la oportunidad de cambiar cosas del pasado, sin duda evitaría la muerte de mi padre, no sé cómo, pero de seguro lo haría.
Y para rematar, me despidieron del trabajo debido a que en los últimos días había faltado sin previo aviso y sin dar alguna explicación después. La universidad comenzaba a consumirme lentamente y ni ganas de trabajar me daban. Aunque nunca las tenía, sinceramente.
Así fue como una nueva discusión entre mi madre y yo se formó a penas puse un pie dentro de casa. Lo mismo de siempre. Sacándome en cara la cosas se hago mal, mis errores. Pero nunca ve lo que hace de ella. La falta que siempre me hizo su comprensión y cariño. Eso que jamás tendré.
–¡La única mala persona eres tú! ¿Dónde quedó tu rol de buena madre, eh? Siempre has sido la peor y esperas que sea el mejor. ¡Olvídalo!–
–¡YoonGi, soy tu madre!– y allí su mano se estrelló contra mi mejilla izquierda. Nunca me había golpeado, nunca.
–Bien…– acomodé mi mochila sobre mi hombro, y subí corriendo las escaleras para llegar lo más rápido a mi habitación. Escuché sus gritos tras mío. No me importó.
Abrí la puerta de mi habitación a penas estuve allí. Al entrar cerré la puerta con seguro para así asegurarme de que mi madre no vendría a molestarme mientras dormía, porque sí, mi panorama de la tarde es sólo dormir.
Ya seguro, miré al rededor de mi habitación y solté un suspiro. Me acerqué a la ventana para cerrar las cortinas, tiré mi mochila en la cama y por último sacar mis zapatos y tirarme de cara contra mi cama, a un lado de mi mochila. Mi mejilla ardía tanto. Pero me dolía aún más todo lo que me estaba sucediendo. ¿En verdad me lo merezco? Es lo más probable por ser una persona tan mierda toda mi vida.
Acerqué un poco más mi mochila a mi cuerpo, para así sacar de esta una botella de agua. Luego, estiré mi brazo a mi mesita de noche, abriendo un cajón de esta, y saqué un frasco de pastillas para dormir. Nunca las había ocupado, debido a que tengo el sueño pesado. Pero ahora… las necesitaba.
Así que, sin dudar demasiado, tomé dos pastillas, las puse en mi lengua, para luego pasarlas con agua.
Deseo ver a Park JiMin.
Cerré mis ojitos, y caí profundamente dormido. Mi "recorrido" por así decirlo, a la casa de JiMin, era siempre a través de un túnel luminoso. Lindos colores brillantes decorando aquel túnel, pequeñas luces paseándose por ahí. Y mientras caminaba, mi ropa cambiaba a color blanco. Pero ahora era diferente. El túnel dejó de tener color. Todo era oscuro y al final se notaba la puerta blanca que me guiaría a mi destino. Me llamaba la atención, siempre había sido así. ¿Por qué ahora no?
De todas formas me dirigí a la puerta, mi ropa cambió en el último instante en el que llegué allí.Al abrir la puerta, vi al pelirrubio encima de una silla tocando algún tipo de mancha en el techo. Quizás qué habrá hecho para tener eso allí. Aunque quería preguntar, él siendo más rápido que yo, se encontraba en mis brazos como un pequeño niño después de volver de la escuela y encontrarse con alguna persona de su agrado.
La calidez imaginaria que me envolvía al estar entre sus brazos era inigualable. Cosas que uno experimenta sólo con una persona. Y mi persona era él. Aunque, viéndolo de otro modo, él era más un ángel que una persona. ¿Por qué? Porque llegó a mi vida de una manera inimaginable, y logró hacerme feliz. Una casualidad que comenzaba a influir en mi ánimo. Me hacía feliz y sólo feliz. Él es mi serendipía.
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¿Serendipity? [YoonMin]
ФанфикMin YoonGi, un chico herido e introvertido que busca una casualidad que cambie su vida positivamente. Pero... ¿cuánto más tiene que pasar para ello? Park JiMin, el chico de los sueños de YoonGi. Alguien imaginario. Alguien invisible. Alguien inexist...