¿Serendipity? [YoonMin]

»07«

|Park JiMin|

Los siguientes días tras ese beso, no diré que fueron maravillosos. Pero YoonGi venía más seguido y por más tiempo. Cada vez que entraba a un sueño, aquella oscuridad aparecía, me congelaba, me atormentaba, y desaparecía cuando YoonGi ponía un pie dentro de casa.

Hasta podía admitir que me comenzaba a acostumbrar a aquella sensación cada vez que mi pelinegro venía. Era algo dolorosa. El frío llegaba a calar mis huesos y dolía. La oscuridad tomaba gran parte de mi casa y temía porque jamás desapareciera. Pero siempre se iba.

Siempre.

O eso hasta hoy.

El frío me impedía moverme. En cada esquina a la que dirigía mi vista había de esa sustancia semejante a neblina.

Mis extremidades cosquillaban, como cuando se te duerme alguna parte del cuerpo. No sentía fuerzas para nada. Hace tiempo no me sentía tan débil. Desde aquella vez hace unas semanas en la que pensé que YoonGi moriría junto conmigo.

Una voz a través del pasillo me dio fuerzas. Esa voz me pedía a gritos ir con él, y era lo suficiente para dar lo último de mí y correr a donde provenía la voz profunda y reconocible de mi chico.

-¡YoonGi!- grité al verlo a fondo del pasillo.

Más, al llegar allá me fue imposible siquiera tocar su mano. Una barrera invisible nos impedía el contacto. Como dos almas que a pesar de amarse el destino no las quiere unidas.

Mis ojos rápidamente se cristalizaron al tener el presentimiento de que esa sería la última vez que nos veríamos ahora sí. Mis labios formaron una fina línea al oírlo.

-No. No, no...- sí, era el fin. De mis ojos salieron pequeñas lágrimas que no pude retener por más que quisiera. El juego había terminado. No podíamos seguir jugando como si fuésemos niños pequeños.

-Perdón... es mi culpa, lo lamento tanto, yo...- bajé la mirada al escucharlo, mientras que con mis manitos limpiaba bruscamente mi rostro. Debía ser fuerte. Hasta el último momento.

-yo deseaba estar contigo siempre, pensé que podía hacerlo. Lo arruiné, como siempre, lo arruiné. JiMin, JiMin... tienes que perdonarme, no puedo irme sin saber que me perdonas.- ahora comprendía a la perfección. Lo que pasaba. Desde un principio supe que así jamás podríamos estar juntos. ¿Qué me impidió decirle? La idea de que jamás se haría daño de ese modo. La idea de que jamás lastimaría a las personas de su alrededor.

Aún así, mi corazón dolía. Nunca pensé que sería tan repentina la última vez que nos veríamos. Ya no importaba. La gente vive, muere y es olvidada cuando a última persona que te recuerde se desvanezca. YoonGi vivirá en la memoria de sus seres queridos, mientras que yo seré recordado sólo por él, quizás en otra vida.

Tomé aire y solté un suspiro inaudible.

-Espero verte luego, en otra vida, en otro lugar, nunca olvides que alguien te amó mucho mientras estabas en vida. Tú eres dueño de tu memoria, de tus recuerdos, son sólo tuyos y nunca debes olvidarlos. Vive, muere, recuerda, vuelve a vivir. Gracias por darme vida, YoonGi.-

Sin más que decir, me levanté y despedí con la mano al ver que se desvanecía lentamente. Yo cerré mis ojitos mientras esperaba desaparecer como él.

Algo que nunca sucedió.

Abrí mis ojos al notar que seguía allí, y como una pequeña y última esperanza, vi una luz al final del pasillo, que me llamaba tan dulcemente.