Say It! 《Yoonmin》

Parte 5. Final

—¡Muchas gracias, señora! —con una gran sonrisa en su rostro recibió otro pastelillo que la señora del puesto le había obsequiado ¡Era ya el cuarto que comía! Pero es que eran una delicia, y no pudo evitar elogiar a la señora que los había cocinado y gracias a eso recibió ese otro pastelillo.

—Eres una ternura de muchacho, te pareces a uno de mis nietos—la señora se encontraba entretenida hablando con el chico que entusiasmadamente le preguntaba sobre sus pastelillos, lo hacía ver igual de infantil que su nieto de 10 años.

—Bueno, señora Kang, me tengo que ir para buscar a unos chicos que vinieron a acompañarme ¡Espero verla pronto! ¡Y gracias por los pastelillos! Estaban muy deliciosos.

Despidiéndose, caminó alejándose del puesto de la mujer, dirigiéndose a otro puesto que le había llamado antes la atención, aunque aún estaba preguntándose ¿Ya habrán terminado su estúpida competencia los otros dos? No era genial andar deambulando por un festival solo.

—¡Hola! ¿Cuánto cuestan estos llaveros? —preguntó al chico que estaba atendiendo el puesto, observando emocionado los dos llaveros de piezas que se complementaban. Pensó en lo bonito que sería utilizarlo con su Hyung, él en su mochila morada y su Hyung portándolo en su bolso gris.

Pero no fue capaz de escuchar el precio porque fue jalado de ese lugar por el brazo. Completamente asustado y confundido, con pasos torpes seguía a esa persona hasta que se detuvo tratando de que el desconocido soltara su brazo.

—¡Oye deten-

Su queja quedó incompleta al ver la persona quien aún lo sostenía de su brazo, haciendo que en su rostro se dibujara una gran sonrisa. Que susto se había llevado.

—Pensé que seguían en su juego, aunque ya veo quien fue el ganador.

JiMin vio la expresión tensa en el rostro de la otra persona por lo cual se preocupó ¿Qué habrá pasado como para que este así? ¿Acaso su competencia había terminado en pelea?

—¿Qué pasa, YoonGi Hyung?

El contrario evitaba su mirada, dirigiéndola a las personas alrededor, sosteniendo con fuerza el peluche entre sus brazos, haciendo que JiMin se acercara más.

JiMin pensaba en que podría estar pasando por la cabeza del mayor o que habría pasado para que se encontrara así de tenso.

YoonGi pensaba en que podía decir al chico de cabello rosado para soltar de una vez todos sus sentimientos sin tartamudear o trabarse en el proceso. ¡Por Dios! No podía acomodar sus ideas, no tenía preparado nada, y quería que la primera vez en confesarse fuera de una manera especial que al recordar ese momento pueda hacerlo con emoción y felicidad brotando de su corazón.

Así que hizo lo primero que llegó a sus confundidos pensamientos.

JiMin abrió sus ojos en demasía al sentir el toque delicado del mayor sobre los suyos aun sin poder creer que realmente eso estuviera ocurriendo. YoonGi lo estaba besando. YoonGi había tomado la iniciativa. YoonGi dio el primer paso.

Fue un simple toque entre los belfos gruesos del menor y los delgados del mayor, encajando de una manera increíblemente perfecta. Un toque que desapareció los nervios de YoonGi, y mando la mente de JiMin a volar lejos de su cuerpo.

El momento fue efímero, pero tan significativo. Se separaron algunos centímetros, con YoonGi aun sosteniendo el rostro del menor, los corazones de los dos latiendo de manera desenfrenada, sus ojos brillando de manera única.

—H-hyung... ¿Qué f-fue eso? —preguntó el menor casi sintiendo todavía la ligera presión en sus labios.

—Fue la mejor manera que encontré para comenzar a decirte todo lo que siento por ti—comenzó el chico de cabello negro azabache, soltó el rostro del menor alejándose unos pasos, pero no tanto para que pudiera escuchar claramente lo que tenía que decir—Realmente tenía muchas ganas de soltarlo todo, cada vez que te miraba, cada vez que estabas junto a mí, quería decírtelo JiMin, decirte que no sé cómo te has logrado calar dentro de mi corazón, por qué no puedo dejar de pensar en ti, por qué te extraño desde el momento en que nos separamos hasta el momento que te vuelvo a ver, decirte lo mucho que me gusta verte sonreír, que mis días son más brillantes si veo que estas a mi lado, que con solo verte mi corazón parece salir de mi. Nunca había sentido esto antes, y soy tan inexperto, pero aquí estoy, diciendo por primera vez que alguien ha puesto mi mundo de cabeza, que mi felicidad ahora depende de una persona. Park JiMin, me tienes en tus manos—terminó de decir con una gran sonrisa en su rostro.

YoonGi quiso guardar en su mente y nunca olvidar la sonrisa que dibujo en JiMin al decir esas palabras, preguntándose porque tardo tanto en decir todo aquello, pero estaba feliz, estaba allí, diciendo todo lo que tenía en su mente a la persona que había puesto todos sus sentidos y emociones al borde, y estaba tan jodidamente bien con eso.

Y JiMin no soportó más, lanzándose así mismo a los brazos del mayor, abrazándolo por el cuello ocultando su rostro en ese lugar. Quería llorar, quería reír, quería poder repetir ese momento cada vez que fuera posible, porque no podía haber momento en el que haya sentido más feliz que ese. Sus ojos se llenaron de lágrimas sin poder evitarlo, comenzando a sollozar.

—No creo que haya sido la manera más romántica de decirlo—escuchó decir al mayor pero el solamente rió.

—Las palabras son suficientes, Hyung.

Y cuando el menor salió de su escondite, volvió a unir sus labios en un beso más profundo, pero con la misma delicadeza y los mismos sentimientos que el anterior, aun sintiéndose como si fuera el primero.

Min YoonGi, el primer chico que dio el primer paso, con el cual escribiría una historia que quizás no tenga fin.

Park JiMin, el primer chico que se metió tan dentro de su corazón, haciéndolo perder el control de sí mismo, y que quizás nunca deje ir de su lado.