➳ᴄʜʀɪꜱᴛᴍᴀꜱ ᴅᴀᴅ → chanbaek

3.

—Jongin por favor, para de llorar —pidió Chanyeol casi con súplica, tirado en el suelo y mirando debajo de la cama.

Llevaba horas buscando el osito de peluche de su hijo mientras este lo seguía a todas partes llorando y pidiendo su muñeco.
Sehun sólo los seguía y volvía a revisar en el mismo lugar que su padre, mirando a su alrededor pero no encontrando el juguete favorito de su hermano.

Jongin no dejaba de llorar y Sehun no dejaba de intentar tranquilizar a su mellizo, tratando de consolarlo con otros peluches o juguetes que claramente Jongin rechazaba.

El teléfono sonó y Chanyeol se sintió al borde del colapso.

Habían pasado tres días, ya era veinticuatro de diciembre, el día de la tan esperada cena de Navidad.

Chanyeol estaba más intranquilo de costumbre. Sehun se dedicaba a fastidiar y romper cosas, Jongin a lloriquear todo el día porque su maldito oso de peluche no aparecía y el teléfono sonaba como loco, siempre siendo su madre o amigos preguntando sobre la cena que se celebraría en su casa este año.

Era demasiado para el pobre Park Chanyeol.

Tomó a sus hijos en brazos para bajar las escaleras con rapidez. Obviamente no los dejaría en la planta alta solos, ni loco.

Dejó a Sehun en el suelo y tomó el teléfono mientras que con su otro brazo mecía a Jongin para que dejara de llorar.

—¿Hola?

—Chan, quería saber si puedo llevar a un amigo hoy —habló la entusiasta voz de Jongdae.

—¿Por qué?

—Bueno, es que no quiero que pase estas fechas solo, ya sabes... ¿puedo? —preguntó. Chanyeol rodó los ojos y suspiró mientras trataba de tranquilizar a su hijo que no dejaba de lloriquear —¿Ese es Jongin? ¿Por qué llora tanto?

—Escúchame Dae, no tengo tiempo ahora pero puedes hacer lo que quieras. Trae a ese amigo y lo que sea, debo colgar.

Sin esperar respuesta, dejó el teléfono y se tiró al sofá, apoyando su rígida y dolorosa espalda en el espaldar de este y respirando con profundidad mientras oía a Jongin llorar sin parar y ahora, Sehun quejándose y repitiendo la frase: "Papá, tengo hambre".

Ser padre no era nada fácil.

La cena era en menos de tres horas y él ni siquiera había podido comenzar a ordenar su casa o cortar los vegetales y demás alimentos que iba a ofrecer esta noche debido a que estaba demasiado ocupado con sus dos pequeños hijos.

[...]

—Chanyeol-ah.

El nombrado se volteó y lo miró.

—¿Qué sucede?

—¿Invitaste al héroe sin capa? —preguntó divertido.

Chanyeol resopló y Jongdae rió.

—¿Cuantas veces te lo he dicho ya? Claro que no, no meto extraños a mi casa.

Mintió, claramente obviando la parte en que Baekhyun había entrado a su casa hace tres noches atrás para ayudarle a cargar a sus hijos dentro.

—¿Pero sí dejas que sea cercano a tus hijos? Demonios, aún estoy celoso —se quejó —¿Cómo es posible que conmigo tardaron un buen tiempo en decirme tío y a este suertudo le dijeron "papi" a la primera?