Mañanero acompañado de un café cap.2
De la cama nos pasamos a la cocina, para que no nos coja lo tarde. Asà aprovechamos y continuamos con lo que era nuestro despertar.Ya es rutina en nosotros desayunar con sexo todos los dÃas.
Sus labios son mi taza de café diaria. Sus pechos las cucharadas de azúcar y su coño. Mi desayuno completo, el cual me como todos los dÃas.Es evidente que para nosotros no existen dÃas duros y si llega a haber alguno, no serÃa algo que nuestra rutina no pudiera solucionar. No perdemos el tiempo. Nos resultan más fluidas nuestras conversaciones cuando tengo mi mano en su culo a la vez que le estoy comiendo el coño mientras hacemos el amor en el desayuno.
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En la cama
RomanceAunque algunas de sus fantasías sí las confiesan para cumplirlas hay otras que quizá resultan todavía un poco tabú, y bien por vergüenza o por miedo al rechazo no se atreven a proponerlas. Los preliminares no son solo para el disfrute de la mujer, a...