Traicionera.

22 0 0
                                    

Un día nuevo comienza, la verdad que me despierto por un sonido que se me hace familiar, me doy cuenta que es el móvil el que esta sonando, y es lo que hace que salte de la cama al recordar que lo dejé en la planta de abajo, a si que fui corriendo a por el, y lo consigo alcanzar:
   
                    "Mi amor"

-¡CARLOS!- Mierda, me había olvidado de el, tiro el movil, ni si quiera se por que, cuando deja de sonar me siento en el sofá y digo al aire
-Como se puede ser una persona tan  gilipollas de olvidarme de mi propio novio por encapricharme de otro ¡AGH!- En ese mismo instante, quisiera no haber nacido la verdad, no sabía cómo decirle a Carlos, que le había engañado, que toda nuestra relación se había ido a la mierda, de un día para otro, en pocas horas, en muchos minutos, y en millones de segundos, a si que decidí volver a llamarle, me armé de valor y valentía, cogí el móvil y llame a Carlos.

-Amor, ¿por que no lo cojiste antes?-
-Car.... -
-Estoy en el aeropuerto, ¡voy ha verte amor!-
-...He besado a otro chico...-
-...- Me cuelga, en ese momento supe que el amor de mi vida se había ido para siempre, pero... Me dijo que volvia hoy, con lo cuál...
-¡TENGO QUE IR A EL AEROPUERTO YA DE YA!- En ese momento, cogí mi bolso y sali disparada al aeropuerto.

Llego al aeropuerto, y empiezo a correr sin destino, no sabía dónde estaba, sólo veía tiendas, y tiendas, a sí que le pregunté a una chica que tenía pinta de no ser de aquí, de raza caucásica, y mejillas rojas como Heidi.

-Hello,Do you know where is the entrance of those who come from England-Gran Canaria?-

-Yes, go straight- Me decía mientras me indicaba señalandome a donde tenía que ir.

-Oh thank you very much- Salgo corriendo otra vez, y freno poco a poco mientras miro por todos lados buscando Inglaterra - Gran canaria. Paro de mirar hacia arriba en busca de lo dicho anteriormente, y dirijo mi mirada al frente, donde encuentro justo delante de mi la entrada del vuelo de Carlos. Aún no salía nadie de esa puerta, a sí que me senté en esas típicas sillas de aeropuerto incómodas, por lo menos para mi, por que, de esa intriga y nervios de ver a dicha persona, pues te es incómoda hasta la silla donde estas sentada. 20 minutos no exactos después, aparece Carlos, salgo corriendo hacia él.

-¡Carlos! ¡espera!- Corriendo hacia el, digo esto en alto.

-¿Que haces tu aquí?- Pregunta confuso.

-Quiero que me escuches, y poder explicarte las cosas, me importas.-

-¿A, si? No debiste de pensar eso cuando estabas con Diego ¿verdad? Hablando de Diego, tengo que hablar un par de cosas con el- Agarra las maletas, y se va, me quedo mirando como pone rumbo a la salida, le pierdo entre la multitud de gente llorando y saludando a sus familiares/amigos.

Vuelvo a mi casa, a eso de las 20:49, mientras subía las escaleras, contaba los escalones, para sabes cuántas vueltas daría si me tirara por ellas. Sí, se que fue un poco brusco decir eso, pero de verdad, que no me puedo sentir tan...gilipollas, en estos momentos. Llego a mi cuarto, cierro la puerta, apago las luces, y ni si quiera me cambie de ropa, caí rendida en la cama.

***

Suena la alarma, el amanecer saludaba por mi ventana, saco mi brazo de debajo de la manta, estiro el brazo hasta llegar al controlador de la persiana, y consigo bajar la persiana, dejando que la oscuridad vuelva a mi habitación. Conociéndome, me volvería a quedar dormida,  a si que siempre pongo dos alarmas después de cinco minutos, y así fue, me quedé dormida, me tuve que levantar, joder, instituto, que asco. Tendría que ver a Diego y Carlos, temía de que ambos se encontraran, Diego se puede dar por muerto si eso ocurre. Abro la puerta, bajo las escaleras hasta la cocina, una vez allí, abro la puerta de la despensa, y saco el colacao y el azúcar, para prepararme un colacao. Una vez hecho toda mi rutina mañanera, cojo mi mochila, y me dirijo al instituto.
Entro al instituto, y voy a lo mío, ese día a primera hora me tocaba educación física, cosa que no me molestaba, al fin y al cabo, no me aburro haciendo ejercicio, encuentro a Ámbar sentada en el banco que hay en frente de la cafetería, me senté a su lado colocando la mochila entre mis piernas.

-Buenos días- Saludo.

-Buenos días- Responde.

Delante de nosotras, se podía ver a los profesores desayunando en la cafetería, y a nuestra izquierda, se veía a los chicos/as de bachillerato yendo a su edificio, aquí, hay un edificio para los chicos/as que estudian desde 1ESO hasta 4ESO, ha partir de ahí, se van a otro edificio, que linda con el nuestro.

-¿En que piensas Nery?- Me saca de mi trance su pregunta.

-Cosas mías- Respondo colocándome en otra postura.

-Ya, cosas tuyas ¿no?- Pregunta, esta se coloca en una posición para verme desde una perspectiva mejor, a si que yo hago lo mismo.

-Sí- Respondo insegura.

-Claro, por eso es, que estas temblando ¿verdad?- Pregunta cogiéndome la mano.

-Eh, no a ver...Ámbar, no es algo fácil de explicar...- Respondo agachando la cabeza con la mirada al suelo.

-Esta bien...pero si hay que pegar a alguien ¡Aquí estaré!- Esta se levanta y se va a saludar a otras amigas suyas de mi clase.

-Esta bien- Respondo pero ella ni si quiera espero a mi respuesta.

Diego está en mi clase, y la verdad, es que no tengo muchas ganas de hablar con él, pero lo tengo que hacer, desgraciadamente.
4 minutos más tarde, aparece él por la entrada al patio, yo seguía sentada en ese banco, sabía que el se estaba acercando a mi, pero me estaba haciendo la loca.

-Buenos días señorita nery- Saluda alegre.

-Buenos días- Respondo seca.

-Uy uy uy, ese "Buenos días" no me ha gustado ni un pelo- este se sienta a mi lado y me coge la mano, yo la aparto, no me sentía cómoda.

-¿Que te pasa nery?- Pregunta un tanto molesto.

-Tenemos que hablar.- Mis ganas de morir eran muy elevadas en ese momento.

-Te escucho- Dice temeroso.

-Carlos y yo lo hemos dejado, se me había olvidado que el estaba en Inglaterra, llevábamos tantos días sin hablar, que ya no le recordaba, apareciste tú, y todo cambió en mi interior, tú y yo nos gustamos, y es algo normal, no es nada malo- Hago una pausa, y prosigo -Pero esto está mal, por mí, seguiría contigo, pero no quiero ver sufrir a Carlos, lo siento...¡Pero tú y yo seguimos siendo amigos!- Mientras hablaba movía mucho las manos, estaba ¿nerviosa tal vez?.

-Joder, pensé que iba a ser una noticia más mala- Se ríe, y yo doy una carcajada leve.

Suena el timbre, y nos toca ir a clase.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 31, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Torpe En El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora