Capítulo único.

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Hola. Adoré mucho a la Nagini, presentada en la película de Animales Fantásticos y se me ocurrió escribir un fanfic muy pequeño sobre ella y como conoció a Credence. Es como yo lo imaginé asi que no afecta nada a lo que la autora haya puesto en la película. 

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Se secaba las lágrimas mientras estaba viendo las llamas azules consumirse, sin poder ver a Credence a la vista, sin saber qué le había pasado. Todo por culpa de las gotas saladas que se asomaban por sus ojos castaños. De por sí, ser una Malédictus era demasiado para ella y estar en ese circo francés era un gran peso para ella.

Recordaba cómo su madre le decía que lo lamentaba.

-Natalie, lo siento mucho... siento que seas como yo. Habría dado todo para que fueses normal.

Recordaba haber sido vista convertirse en una gran serpiente por unos momentos y le propusieron que le darían dinero para ser parte de un espectáculo en un circo. Natalie no lo pensó dos veces y se fue con ellos pero lo único que recibió fue migajas, con explotación a más no poder. No le daban de comer a no ser que no cooperara con el espectáculo que prometía muchísimo, la maltrataban y la encerraban por si quería escaparse con su madre y perder la fortuna que ella generaba con su transformación.

Pero había un problema, Natalie ya no era Natalie. El anfitrión del circo le había cambiado el nombre y la llamó Nagini. Por la criatura mítica Naga, ya que éstas eran capaces de transformarse en serpientes aladas y le daba un toque bueno en ella. Con el tiempo ella fue olvidando su nombre criándose como Nagini.

Sentía como iba perdiendo la razón mientras se transformaba en una gran serpiente que podía matar de un mordisco pero al ser humana nuevamente se sentía débil y triste por haber creído en palabras aduladoras y que siempre sea criada como si fuese un monstruo, y ella había creído que era verdad.

Le pasaban la comida por una rendija, comía miserablemente porque era poco. Pero eso sí: La maquillaban y la peinaban. Los labios eran azules de un tono brillante, los ojos con delineador verde y un peinado que sería capaz de cautivar a todo el que la viera.

Vivió aislada hasta los 19 años cuando lo conoció a él. Se llamaba Credence Barebone, era un chico algo callado y no le tuvo confianza porque también ya se había unido al circo arcano. Lo único que sabía de él era que era el ayudante del anfitrión pero también recibía malos tratos por parte de él y los demás miembros del circo. Pero cuando ella terminaba su acto él se le acercaba y le daba más comida, pero de la que no había probado durante su cautiverio. Frutas, verduras, carne y dulces. Se sentía comprendida y feliz.

No tardaron en formar un fuerte vínculo. Cuando el anfitrión se ponía generoso los dejaba convivir cerca de un lago o una fuente cuando se detenían a descansar u organizar todo.

-Crecí siendo maltratado por mi madre o eso creía porque descubrí que ella no era mi verdadera madre. Sé que mi verdadera familia puede estar en parís.

Nagini lo observaba. Credence tenía un perfil muy misterioso pero eso era lo de menos. Él la abrazaba cuando ella se acordaba de su vida anterior. Era un chico muy cálido a pesar del clima francés.

-Entonces... Mi madre decía que lo lamentaba...

-¿Tu madre es como tú?

-Asi es- asintió Nagini- Soy una Malédictus. Puedo transformarme en una serpiente pero habrá un punto en donde seré una bestia pura. Sin conciencia y tengo miedo.

-No te preocupes- decía Credence- Yo te protegeré ¿De acuerdo?

-Pero ¿No estarás ocupado buscando quién eres?

Soledad, el destino trazado de NaginiWhere stories live. Discover now