Al mirarse al espejo observó un sonrojado rostro que le era imposible ocultar. Su respiración era inestable y el nerviosismo abrumaba cada parte de su cuerpo. Ni siquiera pudo dormir bien, por la preocupación de lo que ocurriría este día, el día en que declararía sus sentimientos a Katsuki Bakugou.
— Cálmate Jirou, cálmate...todo saldrá bien...— Susurró mientras en su mente repasaba el elaborado plan que había preparado para su confesión.
En el receso de las 4:00 p.m hablaría con Bakugou y le diría un pequeña mentira para convencerlo de encontrarse con ella en una de las salas de entrenamiento a las 7:00 p.m, como las clases terminarían a las 6:00 p.m, tendría el tiempo suficiente para cenar y vestirse.
Eso sí, usaría el atuendo más hermoso que había reservado especialmente para esa fecha. Probablemente si los descubren tendrían una larga pero muy larga discusión con Aizawa sensei, aún así...aún así, todo lo que estaba haciendo valía la pena. Con estos últimos pensamientos sacudió ligeramente su cabeza, brindandose al unísono suaves palmaditas en su rostro, para finalmente salir de su acogedora habitación.
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Una vez en el salón saludó sonriente a su mejor amiga, quién suele ser siempre una de las primeras en arrivar a las clases, y después de una corta charla sobre quien sabe qué, se dirigió a su respectiva carpeta.
Los minutos transcurrían y llegaban muchos de los estudiantes: Iida, Deku, Uraraka, Todoroki , empero no la persona que ella ansiaba tanto ver. La angustia generada por su ausencia parecía estar oprimiendole el pecho, tal vez estaba preocupandose sin razón alguna, Bakugou no era de los chicos puntuales o eso almenos quería creer en esos momentos. Sin embargo, Aizawa sensei inició la clase y el pupitre del rubio continuaba desabitada.
Serían finalmente las palabras de su maestro que corrobarían sus tristes sospechas.
— Bueno chicos, antes de comenzar...solo quería mencionarles que su compañero Bakugou no se encontrará con nosotros el día de hoy, pidió permiso a la dirección para ausentarse este día...y bueno ahora si....—
La reacción de Midoriya, Tsuyu, Ochako y muchos estudiantes fue de sorpresa, no esperaban tal noticia. El único que no reaccionó de esa forma fue Kirishima, quién por la expresión de su rostro daba a entender que sabía todo lo relacionado con el chico explosivo.
Por su parte una extraña mezcla de melancolía y frustración se apoderaban de los pensamientos de Kyouka, con todo lo que había planeado este día...si había una definición para la vida, esa tal vez era injusta.
Pero este no era el momento de deprimirse, había soñado tantas noches este día y no permitiría que el destino jugase con sus sentimientos. Esperó impaciente el primer receso de las 11:00 a.m para seguirle los pasos a Eijirou. Una vez a su alcance, mientras se encontraban en uno de los campos deportivos, tomó valor y comenzó un descabellado e improvisado plan B.
— Kirishima...este podemos hablar un momento...—
— Hola Jirou...claro dime —
— Me gustaría que fuese a solas— dijó un tanto avergonzada y tratando de no herir los sentimientos de su acompañante.
— Lo siento Kaminari Bro...—
— No...que va, ya me he dado cuenta que el mundo no me quiere...cambias fácilmente nuestra amistad por una chica..— Se expresó el rubio dramáticamente mientras se alejaba de ellos.
— Bueno ahora ya podemos hablar Jirou...— al escuchar dichas palabras la susodicha giró en todas direcciones su rostro, para finalmente suspirar aliviada e intentar posteriormente expresarse.
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ENAMORARSE TAN SOLO UN POCO MÁS
Fanfiction¿Qué es el amor? Una pregunta con infinidad de respuestas dependiendo de a quién se lo preguntes...pero hay algo seguro...todos nos enamoramos y nuestros protagonistas pronto se darán cuenta de ello.