Capítulo I

107 13 0
                                    

Un día más en nuestra usual rutina

Alilac

Tiempo actual...

Mi cabeza dolía, mientras me levantaba. Buscaba mi falda y mis zapatos. Mi cabello era un desastre y el olor a humo y alcohol inundaba todo lo el lugar.
Al dar el primer paso una fuerte punzada llegó a mi cabeza al igual que el suave mareo que incrementaría con cada paso. Al salir del cuarto mire a la cama sabía que alguien estaba acostado ahí pero no me quería quedar a averiguar.
Camine como pude por el largo pasillo de la elegante casa. Al caminar sabía quiénes se encontraban en cada habitación.
Intentaba esquivar todo el desastre que había entre zapatos, ropa interior, bolsas, vasos, botellas y miles objetos más que anunciaban que aquí no sólo había una fiesta añoche, anoche había llegado un huracan a esta casa.

Los gemidos de Madison se escuchaban, también sabía con quién se encontraba. Sabía que todos habían tenido una alocada noche excepto Kristen, por quien habían venido anoche antes de que esto se saliera de control lo cual agradezco, yo misma llame al chófer para que la llevara sana y salva.

Sabía de otras dos personas que se encontraban bien el pelirrojo de ojos azules intensos que parecía siempre estar aburrido de su hermana, que seguía cogiendo en el baño de arriba, y particularmente del mundo. Y por otro lado estaba JJ que apuesto estaba haciendo de comer en algún lugar de la enorme casa.

El caminar en mi estado de resaca— ebriedad, la verdad aun no sabía con describir este punto en el que aún sigues ebria pero ya tienes todas las consecuencias de la resaca pos fiesta.
Bueno es punto es que era más difícil que intentar seguir con una relación tóxica.

Al bajar las escaleras me encontré con el pelirrojo, Matthew me miro negó con la cabeza y me lanzó una sudadera. Sabía que no traía blusa, no tenía idea de donde mierda había quedado mi blusa y mis bragas.

Solamente hice un gesto de despreocupación y dejé que el pelirrojo se diera el gusto de verme sdmidesnuda.

—¿De verdad Lilac? Tu nunca dejas de sorprenderme.

—Bueno Matt, tu eres tan predecible.

—Claro que lo soy, es la mejor parte de no estar en casa, puedo ser tan transparente con mis gustos como yo quiera. —se acomodo en el sillón pasando sus brazos por el respaldo y uno de sus pies sobre el otro. Su vestimenta era simple un traje negro con camisa negra y corbata nega. Lo cual hacía que su pálida piel se viera aún más imponente.

—Claro, olvidó que el ser correcto y calculador siempre ha sido de tu agrado. Es una lástima que no te guste divertirte. Ese aire misterioso tuyo le gusta a las chicas.

Me muevo del último escalón y comienzo a caminar a él. Él se acomoda mejor en el grande sillón y yo sonrió complacida sé que no le agrada tenerme tan cerca. Tomo un mechón de su acomodado cabello y lo vuelvo a dejar.

—No a todas, solo a las que creen que lo pueden tomar todo como tú Alilac. —Me jala a él de la cintura para estar más cerca y sonrió, porque es inevitable, no hacerlo. Su batalla interna ya se fue al carajo y acepto que me quiere entre sus brazos.

—¿Y es que acaso me equivoco Matthew?. —Me siento a horcadas sobre él y me inclino a su oído. —Yo puedo tomar lo que quiera bueno o malo. Es lo mejor de no solo ser una zorra. Soy una zorra muy inteligente.

—Una lástima. A algunos no nos gustan zorras—.Toma mi mentón y sonríe. Por dios si yo le encanto, siempre ha tenido un fetiche por las rubias y yo soy una chica muy rubia.

—Claro que no, podemos decir que no si así lo quieres. —Me muevo suavemente sobre él y sonrió mordiendo mi labio. Como dije bueno o malo consigo lo que quiero. El misterioso Matthew comienza a reaccionar y lo noto bajo de mi, aunque desde que me senté ya podía notar lo que le provoca tenerme tan cerca. Él solo gruño bajito y me jalo aún más a él, explorando toda la piel libre metió una de sus manos debajo de mi falda para acariciar mi trasero comienzar a subir y bajar su caricia en busca de algo y al llegar más abajo yo suelto un pequeño gemido lo que lo hace descubrir que no hay bragas. Sus ojos en automático se oscurecen y yo sonrió aun más.

Lilac Donde viven las historias. Descúbrelo ahora