Aria Black

Capítulo 8

  El camino a casa fue tranquilo, digamos una hora con Kara, sólo escuchando música y metidas en nuestras propias mentes divagando en cualquier lugar de estas. Yo por mi lado sólo pensaba en ese beso, me sentí tan bien, pero a la vez con mucho miedo, por más que sea demuestre ser una persona fría en todo, hay veces en las que no lo puedo ocultar, Kara, ella me ah visto en casi todos los aspectos,  o mejor dicho en todos.

  El pasado me ah torturado de una forma que hasta ahora me sigue atormentando. A veces hasta me culpó por todo, hasta por cuándo apenas tenía 5 años o más abajo y tenía todas y cada una de mis desgracias a mi lado, cada tortura, lágrima, golpe, cicatriz o dolor. Yo confíe demasiado en las personas equivocadas por eso siempre tengo el miedo de mi lado cuando es algo así, pero luego lo olvido, ya que siempre las personas dejan de insistir al minuto que me voy. Mi vida es así, si muero mañana, hoy, ahora a nadie le importaría, por que soy una mierda la cual el mundo ya está cansado de tener de pié.

  Estaba en casa de mi madrastra, ya que mi padre me había dicho que vayamos a cenas y que me tratará de comportar, a el jamás le importe yo, sólo a las mujer que el tenía al rededor, siempre les compraba cosas, ropa, maquillaje, todo lo que ella y sus hijos querían, a mi sin embargo jamás me compraba nada, el me había prometido comprarme un libro, que había salido hace poco y yo no tenía dinero, y el siempre le compraba por eso estaba enojando, y más por que el al día siguiente llevaría a los hijos de mi madrastra al centro comercial y a mi me dejaría en casa encerrada como siempre. 

-Papá,  ¿mañana puedo ir también a comprarme el libro que te dije?- le dije tratando de llamar la atención un poco, entonces todos se quedaron callados y me miraron con asco, tanto mi madrastra como nos hermanastro que en total eran 7 hijos entre 2 años a 19.

-Deja de joder niña ya te dije que te lo compraré cuando tenga tiempo- me dijo mi padre burlándose de mi junto con todos allí en el cuarto

-¿Por que quieres un libro estúpida?- me dice uno de mis hermanastros mientras todos estallan a risas y ahi yo ya estaba roja de la furia.

-No se estúpido, será para leer, ah pero es cierto que tu no sabes leer analfabeto -todos se quedaron callados y a les fue esa sonrisa del rostro por que lo peor, es que era cierto, casi ninguno sabía leer ni escribir gracias a la madre que no los dejaba ir a la escuela por cuidar a los demás hermanos mientras ella salía a buscar macho por ahí o a los bailes.

-Ya Ariana, mejor callate antes de que te arrepientas- me dijo mi padre entre dientes, y yo lo mire fijamente retandolo, y pensó que me quedaría callada por que empezó a reír y mis hermanastros lo siguieron.

-¿Por que me debería de callar?, no digo nada mas que la verdad, estos mangas de analfabetos no saben ni leer ni escribir gracias a la zorra de madre que tienen, y tu encima en vez de protegerme como lo aria un padre siempre me has dado la espalda y le has dado todos los gustos a ella, sin importarte que yo tenga todo para la escuela, o tenga ropa que me quedé.  Siempre todo a esta zorra y a estos inadaptados que son hijos de padres distinto por la zorra de su madre- le dije con todo el odio del mundo.

El se rió suave,  pero yo sabía que se venía venía continuación,  por eso me enderece en mi lugar ya que estaba en el suelo, y el de pronto dejó a una de las niñas pequeñas con la madre para sacarla de su falda y se levantó de golpe junto con migo,  me agarro del cuello de un canguro que tenia y yo lo mire con toda la rabia del mundo desafiandolo.