Ian
Me encuentro en mi oficina frustrado y como un completo imbécil.
No es mi intención hacer sentir mal a Adara pero se que como siga un solo minuto mas a su lado no me voy a controlar y lo ultimo que quiero es que me tenga miedo. Se que no estuvo bien el irme cuando estaba abriendo sus regalos, un momento tan especial para ella después de todo lo que paso pero cuando la vi yo creo que hasta babee estaba guapísima.
Ella es de la clase de chica que hasta con un saco se vería guapísima. Sin maquillaje, sin tacones y sin ropa extravagante consiguió centrar toda mi intención en ella.
No me suelo fijar en esa clase de chicas pero no se que me pasa con ella, o mejor dicho si se lo que me pasa solo que con mi maldito orgullo me niego a aceptarlo.
Espero que le guste su regalo, no sabia que regalarle a una chica que se lo merece todo, asi que pensé en un reloj con inscripción, seguro que no sabe que significara la corona que hay justo debajo de la inscripción. Al principio pensé que era una tontería ponerla pero después pensé y me dije, ella es mi princesa y se merece lo mejor .
Enfadado le doy un puñetazo a la mesa de mi despacho, tengo que dejar de pensar en ella, sacármela de mi cabeza. Necesito una distracción, se que esta mal pero necesito sacármela de la cabeza y tengo a la candidata perfecta para eso.
Antes de arrepentirme marco el numero de Rachel.
Nos conocimos en una discoteca de Manhattan hace aproximadamente 2 años, es como yo digo "la clase de chica" con la que suelo estar, alta sobre 1'80, rubia, ojos verdes, cuerpo de infarto, tiene todo lo que yo creía que me gusta en un chica. Al principio ella quería tener una relación conmigo, pero no me siento esa clase de persona con la que se puede mantener una relación. Así que quedamos en solo sexo pero eso no quita que aveces siga queriendo intentar algo mas conmigo y siempre obtiene la misma respuesta. No.
- Ya pensaba que te habías olvidado de mi cariño- me dice a modo de saludo. Esto va a estar mas fácil de lo que pensé.
- He estado un poco ocupado. ¿Que tal has estado?
- Yo bien pero mi cama un poco fría, no ha tenido mucha actividad que digamos.
- ¿Que te parece si tiene actividad hoy en la noche?- en estos momentos me siento el hombre mas asqueroso del mundo, siento que estoy traicionando a Adara.
- Claro que si guapo, ya sabes donde esta mi casa hasta esta noche- y cuelga.
Ahora si estoy dispuesta a sacarme a Adara de mi cabeza espero que Rachel lo consiga, en caso contrario no creo que pueda callarme por mucho mas tiempo.
Estoy ir mirando unos informes de la nueva campaña cuando entra mi madre a mi oficina echando humos por las orejas
- ¡Estoy muy decepcionada de ti Ian Paxton!
- ¿Que pasa mama? tranquilízate y siéntate.
- ¿ Y me preguntas que me pasa?- dice mirándome directo a los ojos- ¿Por que te has ido así? Estábamos ahí todos felicitando a la niña y de buenas a primeras te vas sin esperar a que que dieramos los papeles como sus tutores legales, ni a esperar a que abriera tu regalo has esperado. Ian me doy cuenta de las cosas y hace semanas me he fijado que has tratado a Adara muy fríamente y quiero... no, te exijo que me des una explicación.
- No pasa nada mama solo que ha habido mucho trabajo con esto de las navidades y estoy cansado- digo sin mirarla a la cara mi madre me conoce muy bien y al ver mis expresiones sabría inmediatamente que me pasa.
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Secame las lágrimas
RomanceAdara, una joven de 19 años que lleva sufriendo toda su vida, viviendo en una estación de metro y comiendo lo mínimo el día a día. Ian perteneciente a una de las familias más dineradas de Nueva York la encuentra en una calle inconsciente debido a u...