Trucos psicológicos 【 Haikyuu!!】

☾OO9☽

Truco psicológico
"Seguridad"

[N/A: Gracias BitchCup por la idea <3].

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Entra a un lugar seguro de ti mismo, así causarás un impacto positivo en todos los demás.

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—¿De verdad vamos a entrar a este lugar?— preguntó Akaashi con una expresión de fastidio.

—Será divertido~

—¡A-a mi me da un poco de miedo...!

—¡Tranquilo, discípulo!— exclamó Bokuto, pasando un brazo por sus hombros.—¡Tu maestro estará ahí para protegerte!

—¡Wow, qué genial, así ya no me dará miedo!

—¿Tu también estás asustado, Tsukki?

—No me digas Tsukki.— respondió el de lentes con un rostro de total indiferencia.— Yo no creo en idioteces, pero aparentemente él sí.

Todos voltearon a mirar a Lev, quien estaba abrazándose a sí mismo mientras temblaba.

—¡Nunca pensé que alguien tan alto se asustaría tan fácil!— gritó Hinata.

Akaashi suspiró.

—Eso no tiene sentido.

—De h-hecho... no tengo miedo a la casa...— respondió el mitad ruso.— Tengo miedo a que Yaku se entere de que nos vamos a meter en una casa abandonada en medio del bosque.

Y sí, eso era lo que estaban a punto de hacer. Después de terminar su entrenamiento grupal, habían decidido entrar al bosque como una prueba de valor que los de primero no pudieron rechazar -menos Tsukishima, quien fue de todas formas-.

Todo se volvió aún más emocionante cuando encontraron una pequeña y deteriorada cabaña de dos pisos, aparentemente abandonada.

—¡Tranquilo, si nos atrapa le diré que yo los obligué a entrar!

—¡Bokuto, usted es tan genial!

—¡¿Verdad que sí!?

—¿Y cómo abriremos la puerta? Está cerrada.— cuestionó Akaashi.

El chirrido de esta misma interrumpió sus pensamientos, se había abierto sola.

Hinata se había puesto pálido por el susto, y ahora Lev estaba empezando a cuestionarse en sí debía ir a entrenar sus remates con Yaku.

—¡T-t-t-t-tranquilos, e-entremos de una vez!— gritó Bokuto sujetando fuerte las manos de ambos chicos.

—¿Está asustado?— preguntó Kuroo a Akaashi en voz baja. Este asintió como respuesta.— Bueno, ya es hora de entrar. Bokuto, ya que tú eres el más valiente, entra tú primero.

—¿Y-yo?

Tsukishima no se molestó en reprimir su típica carcajada sarcástica.

—¡Nosotros iremos detrás suyo!— gritó Lev. Hinata asintió de acuerdo.

—¡Eres muy valiente!

—Yo entraré después de ellos junto a Akaashi y Tsukki.

—No me digas Tsukki.

Bokuto, quien ya se había puesto algo pálido, asintió mostrando optimismo falso.

—¡B-bien!— exclamó alzando un brazo.— Entrare yo primero...

—Hazlo rápido, ya me quiero ir.

La estrella del Fukurodani notó como todos los presentes lo observaban expectantes. Tragó saliva y se volteó, inflando el pecho y llenándose de valor.

—A-ahí voy.

Comenzó a subir las deterioradas escaleras de madera de la entrada, que crujían a cada movimiento que hacía. Se acercó lentamente a la puerta principal, la cual ya estaba abierta y rechinaba, para luego meterse dentro de la cabaña.

Detrás de él iban Hinata y Lev tomándose de la mano,  estaba algo temerosos, pero sintiéndose seguros gracias a Bokuto.

Y bueno, luego estaban Kuroo, Akaashi y Tsukishima burlándose de los tres idiotas de adelante.

Bokuto comenzó a explorar el lugar con detenimiento, esperando a que nada extraño pasara. Habían muebles cubiertos con sábanas blancas y todo estaba lleno de polvo, se notaba demasiado que nadie había limpiado -o si quiera entrado- en años.

Sin darse cuenta, se separó del grupo cuando se metió en una habitación que no tenía puerta.

Dentro, miró a lo lejos un espejo empolvado y roto por algunas partes. Observó su figura con lentitud, hasta que notó algo sumamente importante.

Detrás de él había algo o alguien.

—Boo.

—¡Oh por Dios, santísima mierdaaaAAAAH!

No aguantó más, tuvo que salir corriendo del lugar mientras gritaba y empezaba a rezarle a todos los dioses que conocía.

Mientras tanto, dentro de la cabaña, Kuroo se estaba sacando la sabana de encima.

—¿¡Oyeron su grito!?— exclamó mientras reía a carcajadas. Tsukishima también se estaba burlando.

Y bueno, el otro dúo de primero había quedado estático al ver a su "maestro" salir corriendo despavorido.

Akaashi volvió a suspirar, aunque esta vez con algo de diversión en el rostro.

—Iré por él.

Lo que no sabían, es que Bokuto realmente había visto algo a parte de ellos.