Dr. Strange - Erotic Stories-

¡Vehemente, tan ardiente!

Siempre es lo mismo para mi, limpiar la biblioteca, sacudir, acomodar libros llenos de polvo. Para algunas personas realizar ese tipo de tareas puede ser agobiante y causar desesperación. Pero no para mi. ¿La razón? Un hombre maduro apuesto que usa una capa siempre.

Los maestros del templo decidieron el máximo hechicero debía ser mi mentor para las artes místicas.

Estaba acomodando unos pergaminos cuando de repente Strange apareció a un lado mio asustándome haciendo que tirara los objetos al suelo.

-Dr. Strange, lo lamento, no lo había visto... ¡Que susto acabo de tener!

-De nuevo acomodando libros señorita .- Hablo ese hombre que hacia arder mi entrepierna cada vez que decía mi nombre, tenía sueños prohibidos con el cada noche desde que trabajo en el santuario.

Me agache para levantar lo que se me había caído de las manos,

-Así es Doctor.-Conteste titubeando porque los nervios me estaban devorando viva.- ¿Necesita algo?

Él también se agacho para ayudarme, nuestras manos se rozaron por unos segundos, sentí un nudo en la garganta, mi corazón quería salirse de mi cuerpo. Acomode cada pergamino en su lugar.

-No, solo veo que eres muy dedicada con todo lo que haces. Admiro mucho eso. Si quieres podemos adelantar tus lecciones esta tarde.

-Eso sería increíble Doctor, muchas gracias.

Termine de levantar todo y sacudir lo que faltaba de la biblioteca.

Antes de la hora de dormir de nuevo apareció Strange en el pasillo, llamándome, al parecer tenía algo que decirme, espero no haber roto nada de la biblioteca...

-Doctor ¿Esta todo bien? Escuche que me llamaba.

Me empujo contra la pared, mientras toco mis caderas con sus manos.

El me miro, tomo mi brazo acercándome hacia él, me dio un beso mientras acariciaba mi rostro, dejando a un lado ese momento, mi mente entro en razón.

-Doctor ¿Que está haciendo? Wong podría vernos no está permitido esto.

-Me matas a diario, ya no puedo evitarlo, eres perfecta- Su voz era un jadeo.

En mi mente estaba tan confundida como emocionada. Baje la cabeza para que no pudiera seguir con ese beso.

Strange me miro con incertidumbre.

-Pense que me deseabas, te escuche en tu habitación mientras dormías y decías mi nombre gimiendo.- Hizo una pausa incomoda.

-¿Estaba espiándome?.- Pregunte indignada

-Estabas gritándolo esa noche, por suerte la habitación de Wong esta abajo.

Baje mi rostro en signo de vergüenza, el volvio a tomar mis labios

-¿Qué estas haciendo? Wong podría escucharnos.

-El no se encuentra, fue a un encargo mio.

-Que conveniente.- Dije con un tono irónico.

Me llevo cargando a su habitación, al llegar me puso sobre la cama, empezó a tomar mis labios, su lengua recorría mi boca. Hizo una pausa.

-Por cierto ese no es el uniforme que te asigne.

-¿Se refería a esa ridícula falda y a la camisa blanca? Doctor, no me permitiría usar eso todos los días delante de usted. Podría provocar malos entendidos.

Mordí mi labio inferior, sabia que quería provocarlo.

-Me desobedeciste.- Dijo con tono severo. Odio que me desafíen y no atiendan a mis órdenes.

-¿Me castigaras Doctor?.- Pregunte con tono de inocencia.

-Quizás.- Dijo mientras me besaba.

Empezó a darme quitarme la ropa mientras el desabrochaba su pantalón, toque su pecho tenía la túnica abierta.

Con una mano inmovilizo las mías, llego hasta el cuello besándolo, me soltó ahora bajo hasta mis pechos. Con una mano tomaba el pecho que estaba succionando mientras con la otra jugaba con mi pezón.

Eche la cabeza atrás cuando bajo besando cada rincón de mi cuerpo, sentí su boca en mi sexo, empezaba con suaves movimientos.

Se colocó encima de nuevo, ahora estaba completamente desnudo.

Podía sentir su pecho, su aroma tan delicioso me hizo desearlo más, sentí su miembro duro en mi entrada.

Empezó con suaves movimientos, rodee su cintura con mi pierna, estaba empezando a aumentar mis gemidos, en la oleada de placer termine mi segundo orgasmo, después de unos segundos el termino en mi interior soltando un grito de placer.

Caí rendida, me coloque a su lado mientras lo miraba.

-Eso fue increíble Stephen, me encanto. Espero haber iniciado bien mis lecciones.

Me miro con dulzura y ternura , de manera suave beso mis labios. Ambos caímos rendidos, nos perdimos en un profundo sueño.