(Búsqueda eterna)

Capítulo 3

Al día siguiente Yuu había despertado molesta por que Ryouta no los había acompañado al parque de diversiones, simplemente no le gustaba la idea de que prefiera estudiar a que pasar tiempo con su familia.

○¿Qué pero qué diablos le pasa?, sé que ese examen es importante para él pero pudo haber descansado al menos ayer, siquiera para estar más tiempo con nosotros.

- Yuu baja a desayunar ya está servido.

- Vale en un momento bajo.

En el momento, en que Yuu se había sentado en la mesa, su madre no la dejaba de mirar parecía que le inquietaba algo acercade su hija.
 

- ¿Estás bien? Te veo algo extraña ahora.

- Pero que rayos te pasa hastaahora quieres preguntarlo, no te das cuenta que tu hijo se la pasa sinnosotros,¿No te molesta eso?

- ¡Basta !, claro que me molesta, pero entiendo que estos exámenes son importantes para él y no se puede tomar a la ligera.

- Si, lo siento por lo que dije es que no soporto la idea de que no esté ni un solo momento con nosotros.

- Di por lo menos que sabemos dónde está.

- Está bien, en este momento no hay nada más que la delincuencia en esta temporada.

- Vale, no te preocupes, mamá, estaré bien, te enmarcaré en la casa.

- Ya me voy al trabajo con una sombrilla por si acaso parece que lloverá más.

- Ve con cuidado, suerte.

Mientras tanto, en la recamara de Ryouta, ya no estaba levantando después del día de ayer al parecer había sido demasiado para tratar de explicar la ecuación a Naomi.

- Diablos, como le puedo explicar esto a Naomi para que entense lo mejor posible, más tarde veré la forma de lograrlo, entre tanto tengo que prepararme para el trabajo. Puede ser que hoy no pueda descansar ni un solo momento, ahora que es mejor que dejar de lado a la gente café, será mejor que deje de divagar y que ya me vaya.

Una vez en el trabajo, el no dejaba de pensar la forma de cómo ayudar a Naomi a entender los ejercicios de matemáticas para el examen de ingreso a la universidad, tal vez sería una proeza el lograrlo.  Justo cuando Ryouta atendía a los clientes en el noticiero del canal NHK reportaban que se ha llevado a cabo un asalto a mano armada en un tienda de conveniencia cerca de la librería Tsutaya, en cuanto se escuchó la noticia uno de los compañeros de Ryouta no paraba de hablar.

— Como puede ser eso posible, en esta ciudad ya no hay seguridad es más fácil que te metas en un carril de doble sentido a que vivir en este pueblo.

Al escuchar esto Ryouta no podía soportar la idea de que su compañero dijera tantas estupideces en vez de dedicarse al trabajo.

— Ya cállate Watanabe, tú crees que a alguien le interesa tu opinión acerca del tema, no puedes hacer nada para evitar esto así que mejor cierra esa boca.

— Acaso me estas callando Maeda.

—¿Qué tan idiota eres que necesitas que te lo repita una segunda vez?

— ¿Estás seguro de lo que quieres hacer pequeña basura?

Justo antes de que los dos comenzaran a golpearse, la gerente llego a separarlos para así lograr evitar que provocar molestias a los clientes.

— Haber par de soquetes como rayos se les ocurre tratar de iniciar una pelea en horas de trabajo, si tiene asuntos que arreglar háganlo afuera, ¡escucharon!

— ¡Sí!

Dijeron los dos al escuchar la advertencia de la gerente.

Dos horas más tarde Ryouta estaba totalmente cansado y no había podido pensar en una forma de lograr que Naomi entendiera los ejercicios para el examen, así que mejor lo dejaría para el día siguente.
A la mañana siguiente había amanecido con energías renovadas lo cual origino la idea perfecta para que Naomi pudiera quedarse en la mejor universidad posible por lo que Ryouta le llamó a su celular, pero al hacerlo el teléfono de Naomi mando su llamada al buzón de voz

— Naomi, ya se  cómo puedes resolver el problema de matemáticas te veo en una hora en tu casa.

○Espero que no esté dormida como de costumbre, porque si lo está te juró que la mato.

Al terminar el mensaje de voz Ryouta se preparaba para ir a casa de Naomi así que bajo a la cocina, desayunó y dejo una nota a sus padres para avisarles que iría de nuevo con Naomi a estudiar.

Una vez en casa de Naomi, Ryouta llamó a la puerta pero nadie le abría.

○ Por favor que no esté dormida.

—¡Naomi! 

Nadie respondía, de modo que Ryouta al no recibir respuesta alguna decidió marcarle de nueva cuenta al celular de Naomi, pero esto no tendría sentido alguno, ya que Naomi no contestaría de nueva cuenta su celular, por lo que esto llevaría a Ryouta a abrir la puerta por sí solo.
Ya adentro se quitó los zapatos y subió al cuarto de Naomi para ver si ella ya se había levantado, tocó la puerta, pero esta no se movía ni un milímetro, por lo que Ryouta tuvo que entrar al cuarto de Naomi.
Apenas entró al cuarto de Naomi vio un total tiradero parecía que había pasado un tornado por encima de el sin haberle causado daño alguno a ella, al ver a Naomi no podía creer que estuviera tan dormida como de costumbre no entendía como no podía haberse despertado después de dos llamadas perdidas con tal ruido.

— ¡Naomi!, despierta.

— ¡Qué!, ya va a ser costumbre que me despiertes a gritos o que.

—¡No pasaría esto si no durmieras tanto!

Al decir esto Ryouta, Naomi extrañamente se puso roja al ver que el había dado una buena razón por la que estuviera enojado.

— Bueno, y para que viniste.

— Ya encontré una forma para que lograras completar el ejercicio para el examen.

Mientras tanto en la casa de los Maeda, Yuu recién se había levantado cuando vio la carta de su hermano, al terminarla de leer su rostro cambio totalmente seguía sin creer la situación de su hermano.

— ¡Por favor!, ni siquiera pudo esperarse a que todos estuviéramos despiertos para avisarnos que saldría, ya no lo soporto que haga lo que quiera.

En el momento en que dijo esto su madre quedó ligeramente desconcertada por lo que había mencionado.

— ¿Estás segura de lo que estás diciendo?

— Totalmente.

— No digas algo de lo que te puedes arrepentir.

— Y no me arrepiento para nada, si quiere se puede morir

Al escuchar esto su madre no podía creerlo, fue tanto su enojo que le dio una bofetada a Yuu.

— Yuu, perdóname por favor.

Ya enojada Yuu fue corriendo a su recámara para si evitar cualquier problema.

○ En serio pero que diablos le pasa a esta familia, seria mejor que estuviera en otra ciudad y así no tener que soportarlos.

Mientras tanto a Miho le costaba creer lo que había hecho, de manera que quería disculparse lo más rápido posible con su hija pero esto era imposible ya que su hija cerró la puerta con llave.

— Yuu abre la puerta por favor, perdóname por lo que hice actué sin pensar.