Mi Maldita Vida

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*Nadie ve tus dolores, nadie ve tus lagrimas, nadie ve tus sentimientos; pero todos ven tus errores*
-Anónima-

*Narra Natt*
Hola, soy Natt, tengo 16 años, vivo con mis padres en Dallas, se que deberían pensar que en ésta etapa de mi vida debería convivir con mis amigos, o estar en el centro comercial comprando ropa, zapatos, o accesorios.
Pero no, yo no soy esa clase de adolescente, no soy esa clase de chicas que se ponen a espiar al chico que le gusta, o que quiere que todos noten su existencia... De hecho, si por mi fuera, desearía, que mis propios padres sepan de mí... Pero por desgracia, bastantes personas saben de mi, y es que soy hija del empresario Marcus Andreson, y de la diseñadora de modas Chrisstina Anderson, y pues eso significa que medio mundo sabe de mí, Nattasha Anderson.
Bueno, yendo al colegio, todas las chicas del instituto son unas zorras literal. Y los chicos unos completos mujeriegos, y por lástima, estuve enamorada de uno, Antony Park, un chico que se ha acostado con casi todas las chicas del instituto, pero por suerte, mi amiga, Sophia Collin, me abrió los ojos para que me diera cuenta.
Volviendo al tema de mis padres, tal ves pensarán que ser hija de dos grandes personas en la vida de la televisión es bueno, pues no, todos los días, mi tío Joe, se ha estado pasando por aquí, y eso hace dudar a mi padre... Él creé que mi madre lo esta engañando con Joe, pero no es así, se que mi madre sería incapaz de hacerle eso a papá, y se lo he dicho una y otra vez, sólo que él, no me quiere creer.
Desde que eso comenzó a pasar (que mi tío visite a mi madre) mi vida ha cambiado:
Antes salíamos a pasear, de aventura, salíamos a acampar, solíamos ir a la montaña que está cerca de la ciudad, íbamos al cine, solíamos ir a las presentaciones de mamá, íbamos a la empresa de mi padre, en sí, éramos como la familia perfecta; ahora, sólo no la pasamos encerrados, no salimos a ningún lado, no vamos al cine, ni a pasear, ni a las presentaciones de mamá, ni a la empresa de papá, sólo estamos en casa, con decir que apenas cruzamos palabras en la cena.
Y para finalizar, mi padre creé que las ganancias de mamá, son de él, y mi madre, ella dice que las ganancias de ella y de papá, son de ambos; a mi parecer, estamos en una situación en la que el dinero nos divide.
Para finalizar, mis abuelos, no nos apoyan en nada, sólo están atenidos a que mis padres, les den una tercera parte de sus ganancias, eso nunca me ha agradado.
Pero mis padres insisten en que los sigan apoyando, mientras que todos mis tíos y tías, simplemente se sientan y literal, se rascan el ombligo.
Sí, esa es mi vida, y como notarás, es un desastre, por no expresarme con malas palabras... Pero, es mi vida, y aunque no es perfecta, lo es...

Últimamente, me he estado cortando, y a mi cabeza vienen pensamientos suicidas, pensamientos que me dicen que termine con mi vida, que tal vez estando muerta, los problemas de mis padres se vallan, que sólo estando tres metros bajo tierra el mundo sería mejor; y creeme cuando te digo que he estado apuntó de hacerlo, pero no lo he hecho, y no comprendo por que, sólo que no he podido.
Siempre que intento hacerlo, algo me detiene, e invade mi mente la imagen de mis padres... Y me detengo, aparté de que mi mejor amiga, sabe de estos planes, y trata de que esos pensamientos se vallan, pero, ni siquiera yo los he podido sacar, y menos cuando estoy en bloques depresivos: estos bloques depresivos son una enfermedad, peor que el cáncer, me los detectaron hace dos años, cuando mi hermana mayor Margot falleció, ella apenas tenía 16 años; me dijeron que iba con sus amigas en un automóvil, iba totalmente sobria, sólo que las otras tres chicas que iban con ella, iban en un estado en el qué habían consumido bastante alcohol; unos chicos las retaron a una carrera, estas aceptaron, ya estando en la carrera, un mal giro, hizo que el auto de los chicos se frenará, haciendo que las chicas se voltearan, solamente sobrevivieron tres chic@s de ocho que iban: dos amigas de mi hermana, y un chico del otro auto, los demás, fallecieron de manera instantánea por los golpes que recibieron.
Margot era todo para mí, era como mi otra mitad, algo que cuando supe que habia fallecido, me destrozó de manera instantánea, desde ahí, los pensamientos suicidas y el cutting; al saber que ella nunca volvería, me deprimió tanto que caí en los bloques depresivos, primero empezó con la necesidad de dormir todo el día, de no querer comer, de vomitar todos los días, de no querer convivir con nadie, de pasar de un estado de ánimo a otro.
Luego siguió con la necesidad de estarme inyectando medicamentos que no necesitaba, a babear mucho, y a tener los ojos de un color amarilloso, y en algunas ocasiones de color rojo.
Esto le preocupó mucho a mis padres, que optaron por llevarme a un médico, ahí fue cuando me diagnosticaron estos bloques depresivos, desde ahí, debo de ir una vez al mes con un psicólogo, tomarme unas pastillas de manera semanal, esto para que mi ansiedad se valla.
He pasado dos años con este medicamento, y una parte de mi, maldice a mos padres, por haberme llevado con ese médico, sino lo hubieran hecho, literalmente, me hubiera tragado la tierra. Pero no, en este momento estoy aquí, en mi baño, cortandome, y vendando mis heridas. Al cortarme, siento una gran tranquilidad, siento como si mis problemas se fueran, como si el mundo dejará de girar, siento que, pues todo ya no está.
De verdad, no quiero seguir en éste mundo, quiero desaparecer de éste, que ya nadie más, pueda lastimarme, que nadie sepa de mí, que todos olviden que algún día existí, así, ya no sufriría, me valería lo que las personas dijeran de mí, y que mis padres pudieran resolver sus problemas.

Quiero desaparecer, quiero dormirme y nunca despertar, quisiera poder tener un sueño tan eterno.

Vay, vay.
Quisiera decirles que éste capítulo, sólo es para hacer una introducción sobre como es la vida de la protagonista, bueno, esperen el próximo capítulo, que comenzará la verdadera historia.
Sin más por decir (yo soy Andy, y volvamos contigo al estudio...)(na mentira), adiós.

Pov: Andrea Olvera.

Mi Vida, el Amor y el SuicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora