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Madrid. Diciembre. 2018

Otro día más contigo, la alarma me despierta de la siesta y yo te despierto a ti con mis besos por tu espalda. Sé que vas a gruñir, que me vas a pasar la mano por el pelo perezosamente para que no me aparte. Ya lo sabía casi todo de ti, me gustaba predecir lo que pensabas, lo que te gustaba. Y lo haces me presionas fuerte contra tu piel. Intensifico mis besos por tu espalda, te paso la lengua descaradamente y veo como te entran los escalofríos. Yo sonrío. Me siento en tu culo, paso mi mano por tu pelo molestándote y tu sueltas una queja, 'Naaat' dices.

"Vale pues me voy" Dije fingiendo estar molesta. Quitándome de tu cuerpo.

"Cállate anda. Ven" dices dándote la vuelta. Me gusta cuando parece que no has dormido en días, tu pelo alborotado, tus ojos entrecerrados, tu voz rollo afónica. Me cogiste del brazo tirándome hacia ti. Joder eras la persona más preciosa, no había visto nada igual.

Mordiéndome la boca me pegué a ti, mis antebrazos a cada lado de tu cara, mis ojos mirando hacia abajo el resto de tu cuerpo. Tu alzaste las cejas, mirando mi expresión de puro deseo.

"Eres un poco adicta al sexo ¿no?" dices de broma, sonriendo. Solo contigo cariño.

"Como si a ti no te gustara guapa" tu agrandaste los ojos ¿Enserio te hacías la inocente ahora?

Bajé mi mano hasta la sabana que cubrían tus pechos para destaparte.  

"Amor...para" dices quejándote. Subiéndote la sabana otra vez. Sabía que todo esto era pura actuación tuya para hacerte la santa. Rodé los ojos por lo tonta que eras.

"Tranquila que no te toco...solo quiero ver el tatuaje" 

Tu te muerdes el labio con tu sonrisa ¿Me provocas o no? Yo creo que un poco. Suspiré apartando la sabana. Eras preciosa, miré tus pechos tragando fuertemente. Dios que me iba a ahogar. Tu me miras raro. Habrás pensado, '¿Que coño le pasa a Nat? Si a visto mi cuerpo más de mil veces ya.' Y yo te diría que cada vez es como si fuera la primera. Nunca me llego a acostumbrar a lo bonita que eres.

Dirijo mi mirada a mi letra, hacía una semana que te lo habías hecho. Yo todavía no me lo creía. Pasé mi pulgar rozándolo, es lo más bonito que me habían regalado en la vida. Viste que me puse emocional, seria.

"¿Que te pasa cariño?" Pasas tu mano por mi cara preocupada.

"Eres tan bonita" te dije muy suave, casi en un susurro. No quería que nadie más lo escuchara, solo tu. Poco a poco la sonrisa en tus labios apareció. Y tu me contagiaste.

"Te quiero" dices todavía con la felicidad en tus labios. Viste como suspiré y es que cada vez se hacía más duro escucharlo, es que te juro que me dolía por dentro.

"Mucho" insistes más seria.

Guié mis labios al tatuaje, lo besé con una suavidad que te hacía cerrar los ojos. Pasé mis labios por el desviándome ahora más arriba. Rocé mis labios por tu pecho haciendo un camino hasta llegar a tu pezón. Te succioné delicado, con todo el detalle de mi lengua humedeciéndote. Tus manos en cada lado de mi cabeza llevándome hasta tu boca. Me inclino y te acojo directamente, introduzco mi lengua y dejo que hagas lo que quieras con ella. Me aguantas la mandíbula con tu mano para hundirte más en mi. Arrastras tus dientes por mi lengua y yo me quejo de placer. Acabas comiéndome la boca literalmente, acogiendo todo de mi en la tuya, cerrando tus labios en ella. Mis labios están en los tuyos y ahora los presiono muchas veces chocándolos. Acabo y te miro.

"No es justo que siempre acabes poniéndome cachonda" dices haciendo pucheros. Yo sonreí alzando las cejas ¿Quien era la adicta al sexo ahora?

"Pues ya no hay más" dije levantándome, mis manos apoyadas en el colchón, todavía entre tu cuerpo. 

Albalia | Lost When You're Not AroundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora