Capitulo 2

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"El mundo esta lleno de mentes creativas. Solo les falta un paso y un golpe para que empiecen a creer en ellas mismas"

-Parte del discurso inspirador de Oscar. Dueño y creador de industrias Hale's  a la clase de honores de la universidad publica. 

La fiesta fue una gran bienvenida para Derek. El gran hijo y, ahora dueño de la empresa. Su padre ya había llegado a la edad donde estaba aburrido y quería tomar un descanso. Allá por la ruta de los mil soles. La favorita de él. Pues allí ese hombre se enamoro de Laura. Su esposa que siempre lo a apoyado en todo. Y que ahora, ambos. Después de 26 años, tomarían la misma ruta en la cual se conocieron.

Cuando Derek en el auto. Y sonrió a la ultima cámara. Y este empezó a andar. Se sintió más a gusto. El auto en el que estaba era uno de colección. Las mejores comodidades para viajar por el espacio y gravedad. Claro, ¿Esperaban menos dela gran herencia que su padre a dado al mundo con sus inventos?, pero justo esa noche. No quería estar en el aire, con otros autos más y que estos voltearan a ver la joya en la que él iba.  Aunque las ventanas ya estaban ennegrecidas y mostrando el símbolo de la empresa. Una H de color plata y en el fondo la mano de un hombre sosteniendo una pieza de algo. 

Aun así con todo eso. Derek se sentía expuesto. Soltó un largo suspiro. Cuando el auto empezaba a levantarse por los aire. Dio la orden de que fuera por la calle, su conductor obedeció dando un pequeño sí con su cara. Pudo escuchar como las ruedas del auto salían y ahora la gravedad ya no era su sostén. Era el piso que se sentía extraño para él. Hacia mucho que no estaba viajando por la calle. Por el suelo, de hecho. Ahora esa palabra le sonaba algo obsoleta. No sabia muy bien como se sentía después de regresar a casa. 4 años fuera, 4 años donde cambio mucho. Y 4 años tuvo para volverse en el hombre que asumiría un gran cargo.

Y si se lo preguntan. No, no era el tiempo suficiente para hacerse cargo de un papel tan grande. El movimiento del auto poco a poco fue arrullando a Derek. Y aunque él no lo quería. El sueño lo empezaba a visitar. Pronto cerro los ojos para ir a un lugar donde el tiempo no corría como lo estaba haciendo su realidad.

—Llegamos, señor.

La voz sobresalto a Derek. Pronto se dio cuenta que el auto no se movía más. Y que de hecho, ya estaba apagado. Abrió la puerta y le dio las gracias al conductor. No tenia idea de quien era, luego lo volvería a ver. Estiro brazos y piernas mientras dejaba salir un bostezo. Su gran casa, o mejor dicho. Mansión. De colores naranjas y amarillos con las luces altas ya se alzaba majestuosa delante de él. Soltó un suspiro grande, su casa ahora estaba más grande. O al menos eso le daba la sensación de estar mirándola desde afuera. A esta hora aun nadie regresaba. Sus padres estaban en la fiesta, y de hecho no los culpaba. Si él estuviera con mejor ánimos seguiría allí viendo a sus colegas y ¿Porque no?, uno que otro gusto de pupila.

—Pensaras quedarte allí paradote o mejor entraras.

Derek volteo atrás de él.  La maquina que estaba a su lado. Un fierro que al final tenia una base donde se mostraba una pequeña tele con el rostro de su tío. Este, apenas salia de la ducha.

—¿El pudor ya no esta en esa casa?—Derek soltó una risa, al menos estaría con su tío. La mejor persona y de hecho, con la que deseaba pasar más tiempo ahora.

—Eso tú y yo lo perdimos cuando te bañaba de bebé y al crecer siempre venias conmigo por tus dudas de "Descubrimiento del cuerpo".

—¡Peter!.—Derek grito tan alto, nadie a su alrededor estaba. Pero aun así, eran cosas que jamas tenia que contarlas.

Peter, del otro lado de la pantalla. Dejo caer la toalla a propósito, que era de hecho. La única cosa que taba su cuerpo.—Anda nena, entra y saluda a tu tío favorito.—Peter sabía que la cámara solo captaba su cara. Así que saco la lengua e hizo una seña obscena con esta, para luego terminar la transmisión.

ReinicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora