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El aroma de desodorante para autos provoca comezón en la nariz de Namjoon.

Un momento.

Ese dulce aroma lleva una punzada de dolor a su cerebro, sumandole al golpe que recibió hace unas horas.
Solo recuerda que iba saliendo del edificio donde vive cuando de repente un golpe por la espalda lo desmayo.

Abre sus ojos e inspecciona como puede el lugar, es el asiento trasero de un vehículo, al parecer está solo y ya es de noche, se endereza con dificultad, intenta ayudarse con sus manos pero se encuentra esposado a sus espaldas. La desesperación se cola en su sistema de repente, LO SECUESTRARON.

Y miles de preguntas atacan su mente.

¿Por qué él? Su familia es de clase social media, ni siquiera tiene familiares millonarios. Es un joven común y corriente, como muchos en el instituto y en la sociedad.
¿Lo van a asesinar? ¿Lo van a violar?
¿Ha hecho algo malo sin saber?

Una vez sentado forcejea un poco más con las esposas pero solo consigue rasparse las muñecas, hecha un vistazo por las ventanas hacia afuera y lo único que ve son edificios con persianas bajas, conoce el lugar, está en la zona de suburbios, donde de día no hay mucha actividad pero de noche algunos clubes abren sus puertas. Él jamás ha recorrido estos lugares, toda su vida se la ha pasado frente a un monitor, y está muy orgulloso de eso.

Su inspección para cuando observa por el espejo retrovisor como una silueta se acerca al vehiculo. Un hombre alto y notablemente más grande físicamente que Namjoon ingresa y se acomoda en el asiento de conductor.

Se ha quedado petrificado por el miedo, el sujeto está en silencio observandolo por el espejo colgante en frente de él, pero de repente su mano se dirige a su chaqueta y de allí extrae una pistola. Namjoon comienza a forcejear desesperado por soltarse, aquel sujeto posee un arma de fuego y la única idea de lo que puede hacer con ella lo atormenta más.

—¡AYUDA~!— su grito se encierra en las paredes del automóvil, aturdiendo a Jungkook, Namjoon es consiente de esto y se arrepiente de haberlo hecho, tal vez eso enfurece al hombre y lo asesina ahora mismo.

En cambio Jungkook solo frunce el ceño con una expresión de fastidio mientras enciende en vehículo y empieza a conducir por las solitarias calles.

Hoy en su día libre, hace unas horas, cuando el sol todavía alumbrada levemente los edificios de Seúl, condujo hasta el instituto donde trabaja y donde Namjoon estudia, esperó a que terminaran sus horas de estudio y cuando se dirigía camino a casa lo increpó en un callejón oscuro desmayandolo con cloroformo. Y así es como ahora se encuentra esposado en el asiento trasero de un vehículo alquilado.

Rondan en silencio por las oscuras calles, el único sonido que se percibe dentro del calido ambiente del coche el sollozo constante e interrumpido de Namjoon, el niño llora y llora como si fuera el fin del mundo, sin embargo a Jungkook no le disgusta, le causa gracia que el menor esté creyendo que será asesinado.

Está noche morirá alguien pero definitivamente no será Namjoon.

Cuando pasan por frente las puertas de un bar testado, al parecer es uno gay porque el cartel lo indica y fuera del lugar hay muchas personas vestidas con ropajes correspondientes a sus generos opuestos. —algunos son muy obvios —.

—Agacha el cuerpo en el asiento, que nadie te vea hasta que yo te diga que puedes levantarte.— Namjoon cree que esa voz le es familiar pero el miedo que le produce bloquea los intentos de su cerebro por reconocerla. Sigue sosteniendo en su puño aquella pistola y no se quiere arriesgarse o hacer algo estúpido asi que trata de controlar su llanto y baja hasta que su mejilla izquierda se apoya en el frio cuero del asiento.

Gore;; KookNamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora