Un mundo torcido

1.2K 118 105
                                    

La vida de Shouta nunca había sido fácil.

Nacido en una familia hecha por conveniencia, con alrededor de unos cuatro o cinco hijos con particularidades débiles o demasiado "extrañas" como para darse a presumir, no era sorpresa que su tan querida familia estuviera esparcida por toda la ciudad.

Sus padres estaban por quien sabe donde haciendo quien sabe que. Sus hermanos mayores no eran exactamente un buen ejemplo, ante la falta de atención y la poca dedicación de sus padres por criarlos cada uno fue haciendo su camino y también de esa manera Aizawa aprendió a hacer el suyo.

Es por eso que ahora se encontraba corriendo con una bolsa con comida en las manos. Estaba totalmente agitado, sus pulmones no daban más del aire gélido y seco que entraban en ellos ante cada rápida respiración que daba. Le dolían las manos, los pies, la cara, todo, todo dolía tanto pero tenia tanta hambre que ya no sabia que hacer.

Sus padres al menos una vez al mes, dejaban cierta cantidad de dinero para ellos. Al menos los que aún vivían ahí porqué seguían siendo menores, pero esta vez uno de sus hermanos ya adulto, vino y se llevo gran parte de lo que se suponía estaba destinado a ser la comida del mes.

Y eso había estado sucediendo más y más, a tal punto en el que Aizawa peleo contra él, aun sabiendo la diferencia de fuerza que había entre ellos. Obviamente perdió, perdió y fue echado.

¿A sus otros hermanos, de una diferencia de cuatro años o menos les importo? No, no les importo una mierda, ellos estaban salvando su propia vida y sin miramientos, si uno de sus hermanos hubiese tomado su papel, hubiese hecho lo mismo.

Solo que al menos, él quería decir que tendría la decencia de al menos darle algo de ropa y dinero al afectado.

Pero esa no había sido la situación y ahora se encontraba en aquella fría noche de otoño corriendo con una bolsa de plástico con la cena de una familia. Sabia que estaba mal, por Dios que lo sabia, su casa tenia televisión, era pequeña y se trababa muchas veces pero le informaba sobre lo que eran los villanos.

Y él estaba convirtiéndose en uno al robar y no era solo comida, mantas, ropa, dinero, lo que fuese para poder seguir en pie.

¿Pero que se supone que debía hacer? Él no quería morir, no aun, no...no sin antes al menos dar un poco de batalla.

Aún podía escuchar a aquellos hombres buscarlo en aquel parque, las linternas iban de un lado a otro intentando encontrarlo. Obviamente llamarían a la policía, la cual ya había tenido problemas con él anteriormente, sabia que tarde o temprano encontrarían su escondite pero no quería lidiar con ese pensamiento ahora, solo quería comer cuanto antes.

Caminando sigilosamente entre los arboles, todavía sintiendo que aquellas personas no se rendían, el pelinegro se fue a su refugio. La ciudad tenia un edificio, el cual había sido un viejo club de strippers, pero debido a contaba con una gran y nefasta trata de personas fue cerrado y el dueño, encarcelado.

Por lo que ahora era un lugar viejo que nadie podía tocar, invertir o comprar.

Fue el lugar perfecto para esconderse. Por supuesto que la policía había ido a ese lugar a buscarlo, era un lugar muy conveniente para esconderse e incluso si estaba cerrado con candados y cadenas más de uno se colaba cada tanto y en cuestión de días echado.

Entonces ¿Cuál era la diferencia de los demás con Aizawa?

La respuesta es que él había descubrió un ático que nadie había encontrado, en la que suponía seria una sala Vip, y ni hablar de la razón por la que estaba tan escondido, ya que cuando había subido se encontró unos buenos 5 kilos de droga empaquetados. No hacia falta decir que Aizawa no pensaba hacer nada con ellos, uno de sus hermanos tomaba esa mierda y había quedado muy mal, demasiado mal.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Héroes de verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora