Hola, bueno aquí vengo con otra historia con Sasuke. Tengo que decir que esto no es acerca de vampiros, al menos no del todo, sólo que no podía dejar pasar la oportunidad de mencionarlo, Sasuke y vampiros juntos es algo que me encanta 😅 en su mayoría es puro lemmon así que lean bajo su propio riesgo.
Espero les guste...........................................................
-Hasta cuando vas a entender que de mi no puedes escapar- la asió hacía si
-Nunca- se removió desesperada tratando de zafarse del agarre
-Debes entender que ante mi nadie puede sublevarse- sonrió ladino
-Algún día lo lograré-
-Eso quiero verlo- dijo altanero
Y antes de que la chica pudiera decir algo un grito se deslizó por sus labios al sentir nuevamente esos hirientes colmillos perforando la suave piel de su cuello, fue sólo cuestión de segundos antes de que cayera desmayada en brazos del chico.
El azabache caminó a la salida de aquel antro en donde se encontraban, una sonrisa surco su rostro, esa vez la chica había sido inteligente, huyó ahí para tratar de hacerlo perder su olor entre tanta gente pero al igual que veces anteriores, su plan no funcionó.
.................................Horas después (..) comenzó a despertar y notó inmediatamente dos cosas, una era que tenía un cinto cubriendole la vista y la otra era que estaba desnuda, podía sentir el frío del suelo calarle hasta los huesos. Sabía donde se encontraba y odiaba aquella habitación, era fría, alumbrada solo por una bombilla que lanzaba una tenue luz rojiza, sólo con una silla y varias cajas apiladas y lo que era peor de todo, un lugar insonorizado donde nunca nadie podría escuchar sus gritos, donde nunca nadie la salvaría.
Con un poco de dificultad pues aún se sentía débil se incorporó pues estaba acostada y estuvo a punto de quitarse el cinto pero un recuerdo le invadió como un flash y comenzó a temblar de miedo alejando sus manos del cinto, la última vez que había hecho eso sin el concentimiento del chico la había castigado, había pasado tres días sin poder caminar.
Una risa malvada la alertó de inmediato y movió su cabeza de un lado a otro intentando localizar en donde se encontraba el chico.
Segundos después sintió la mano del azabache quitar el nudo del cinto y la vista le regresó, un escalofrío le recorrió cuando encaró la mirada rojiza del chico y la sonrisa ladina que se apoderaba de sus labios, el azabache vestía en su traje de piel, blanca como la leche y sin ninguna imperfección, sólo una pequeña cicatriz en su abdomen. Era un espécimen bastante exitante al igual que tenebroso.
El chico se hincó frente a ella causándole un temblor de miedo en todo el cuerpo.-Te demostrarte que no quieres irte, me necesitas más que el propio aire que respiras-
-Él va a castigarme- pensó aterrada
Ahogó un grito cuando sintió un jalón en sus cabellos que la obligaron a echar su cabeza un poco hacía atrás, a los segundos sintió los labios del azabache apoderarse de los suyos, sin compasión, expertos y calientes, su lengua descarada explorando todo a su paso, sus dientes despiadados mordiendo, robándole todo el aliento.
Minutos después se apartó un poco y sin quitar su mirada de los ojos contrarios con la yema de sus dedos comenzó a trazar una caricia desde su cuello pasando por sus pechos y finalmente delineando su ombligo disfrutando del temblor que el cuerpo contrario sufría.
-Mirate, lo deseas tanto como yo- deslizó sus labios en una caricia por todo su cuello antes de entreabrirlos y cernirlos en la piel succionando levemente
La chica se aferró a sus hombros abandonandose completamente a las sensaciones que le brindaba, no importaba cuanto tratara de resistirse, siempre terminaba igual.
El azabache se alejó y levantó frente a la chica mirándola como si se tratara de un depredador.