Seguías con el estupido de Mcfly y aunque no quería saber nada de su relación me disponía a escucharte siempre, lo que me hace pensar que tal vez solo soy un amigo para ti pero prefiero no deprimirme así.
Todas las tardes (excepto los lunes) Tod aparecía en la puerta con una carta de amor o un ramo de flores, aveces hasta bombones. Yo sabia que el no era el indicado para ti, pero estabas feliz así que yo también. Que gran mentira.
A pesar de ese error vivías con migo y mi familia, lo que me daba la oportunidad para esperarte cada noche despierto hasta que llegarás. Una noche entrantes a mi habitation y no para darme las buenas noches sino para criticar a Tod. Tuve que reprimir todas las emociones que se arremolinaban en mi interior para no lanzar un grito de alegría eufórica pero fue tanta que termine estallando en risa. Me miraste confundida.
- ¿de que te ríes Will? No es gracioso -
- Hanna, yo sabia que el no era el indicado para ti - respondí alegremente intentando calmarme.
- ¿porque no me lo dijiste en un principio? A partir de ahora cada vez que no te agrade mi crush o pareja debes decírmelo ¿ok? - respondiste con un tono casi enfadado.
- ok. Pero deberías saber que jamás voy a creer que alguien está a tu altura - comenté dejando que mis ojos se resbalaran hacia el suelo.
Me abrazaste y una risilla escapó de tus labios, no me atreví a preguntarte de que trataba.
Por suerte al cabo de unas semanas ya habías olvidado a Tod por completo, eso requirió que varias noches cenáramos en la terraza con música en inglés, porque se acercaba nuestro cumpleaños y decidimos festejarlo juntos ese año. Debíamos informar a mis padres y a Alexa y decidimos hacerlo en la cena de esa misma noche. Alexa volvía de Kansas esa noche solo para cenar y luego se largaría de nuevo con Teo (el ex estudiante que ahora resulta ser un psicólogo de 29 años al que juntos investigamos luego de enterarnos que salía con Alexa, no fue fácil, pero encontramos sus registros escolares, árbol genealógico y hasta su DNI)
En medio de la cena el "Señor Sin Nombre" llamó a Alexa y nosotros dos utilizamos nuestro "poder telepático" para sincronizar nuestra salida. Oímos a mi madre hablando con la tuya en la cocina mientras subíamos las escaleras.
- dejando de lado a mi madre y Señor Sin Nombre ¿que haremos para nuestra fiesta de cumpleaños? - dijiste intentando serenar tu voz.
- creo que podríamos alquilar un salón para bailar y ya, no quiero nada muy extravagante- respondí mirando hacia atrás aun intentando oír que pasaba abajo. Buscamos en los cajones de mi mamá publicidades de los salones más cercanos a la playa. Todos era carísimos.
- podemos reunir el dinero- dijiste buscando mi aceptación con la mirada.
- Hanna, se que esto es importante para ti pero no vas a prostituirte, no voy a dejarte - dije intentando mantener la seriedad en mi rostro.
- que estupido William- respondiste pegándome un almohadónazo
Al rato te dormiste tan cerca mío que pude volver a oler tu olor a vainilla, era increíble como seguía volviéndome loco.
5 días después (7 días para el festejo)
Teníamos todo desde el lugar hasta la ropa. Repartimos las invitaciones y con eso me refiero a que tuve que llevarte en bicicleta por todas las casas de los invitados para que metieras la invitación por debajo de la puerta. Costo, pero juntos lo logramos.
3 días para el festejo
Por la ansiedad nos probamos la ropa que habíamos elegido el uno para el otro. Yo te elegí un vestido color crema, hasta las rodillas, con un tull rosado y ambos usamos zapatillas blancas. Por otro lado me habías seleccionado un Jean azul con una camisa blanca. Desde tu punto de vista todo me quedaba bien debido al color claro de mi piel y mi cabellera rubia combinada con mis ojos grises, lo llamabas "la perfecta combinación" y a pesar de eso preferías para salir a los chicos morenos como Chuck Partner a quien besaste en el día de la fiesta. Ese día casi todo salió bien, muchas chicas querían bailar con migo y 3 se me declararon pero ami me gustabas tu y solo tu asi que tuve que decirles que tenía novia, no me atreví a decirles la verdad. Hasta que llego el momento en el que me enteré que habías besado a Chuck. Chuck Partner era un chico un año mayor a nosotros y siempre te había parecido lindo (como a la mitad de la escuela) pero todos los chicos lo conocíamos como mujeriego. Apenas llegamos a casa tomaste el teléfono y marcaste un número. El de Chuck. Los oí hablar durante dos horas y fue tortuoso, horrible, quería pegarle a Chuck (en ese momento no me interesó que me superaba en tamaño y fuerza)
El martes siguiente Chuck beso a Molly Stilinsky en el colegio. Me quede con vos hasta que llegó tu mejor amiga y creí que ella era mejor para consolarte que yo. Busque a Chuck, lo separe de su grupo de matones y le di una paliza con toda la fuerza que tenía en la nariz. Me propuse a utilizar todo lo que había aprendido en boxeo desde los 9 años pero recordé que Chuck no tenía cerebro y noté que no haría falta. Pero tenía fuerza y el entono en el hospital pero yo en la enfermería con el ojo morado. Todo valió la pena cuando te vi. Portando mi sonrisa favorita cuando entraste a la habitación y comenzaste a reír por dos minutos y su mirada reflejaba la pregunta que jamás llegue a responderme ni ami mismo "¿en qué pensabas?"
Mi reacción fue sonreír, cerrar los ojos esperando que tu te quedaras a mi lado cuando despertara. Así fue.
En resumen los siguientes catorce años solo decayeron. Primero tu madre te llevo a vivir con ella a Kansas, ella te quería cerca pero yo también. Luego de dos años manteniendo nuestra amistad por cartas tú dejaste de responder. Yo no deje de escribir por doce años, cada lunes, cada navidad, cada cumpleaños, pero comencé a sospechar que no te llagaban así que un finde semana en el que estaba libre de evaluaciones y trabajos prácticos me dirigí hacia Kansas con la intención de verte y recuperar los años perdidos. Llegue y me dirigí a la dirección donde enviaba las cartas. No había nadie en casa. Pregunté a los vecinos y me comentaron que dos meses atrás te habías mudado, tu ubicación era desconocida.
Tarde tres meses en encontrarte.
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Espero que recuerdes
RomanceAño: 2005 y 2006 No sabía que tu llegada cambiaría tanto mi vida. Era solo un niño. No sabia que nuestra historia terminaría así, no sabia ni se nada. Todo comenzó cuando tenía 5 años, mejor dicho, teníamos. Aun no comprendo el motivo por el que...