No pude pegar un ojo en toda la noche.
07:00 AM, me levanté de mi cama y pude sentir el agotamiento de los últimos meses que me abrumó de pronto. Luego de la discusión con mis padres noté como todo el dolor físico comenzaba a hacerse presente, como si lo hubiese estado suprimiendo y necesitara esa conversación - que era lo que me tenía mas preocupada- para salir a flote.
Me dolía la cabeza, mis piernas se sentían pesadas y apenas podía mantener mis párpados abiertos lo suficiente como para ver correctamente mi entorno.
Caminé aletargada hasta el baño y vi mi reflejo por primera vez luego de varios meses.
Mi apariencia nunca ha sido fenomenal, la verdad es que me considero una persona bastante común, sin atributos que resalten demasiado para calificarme como alguien dotado de belleza ni restante de la misma. Sin embargo en el ultimo tiempo habían algunas variaciones.
Las mejillas robustas que adornaban mi cara redonda desaparecieron casi por completo, dejando mis pómulos más elevados. Mis ojos de color café se veían rodeados de los profundos círculos oscuros que ahora se extendían casi hasta llegar a mis mejillas.
Mis pestañas alargadas pero escasas proyectaban una leve sombra en mi piel, mis ojeras semi-profundas destacaban en una cara con imperfecciones que permanecían como si me encontrase aún en la pubertad, aunque gracias a esto - y a mi estatura claro está- la gente me veía más joven de lo que soy realmente. Mi nariz era recta y encajaba bien en mi, mis labios rosados no tenían nada especial salvo un poco de volumen que los hacía ver bien aunque sin ser especialmente bellos.
Mi piel era de un tono medio que hoy debido a la fatiga se veía desprovista de color. Ya llevaba un tiempo contemplando mi reflejo y mientras más avanzaba este, me sentía cada vez mas ajena a mi cuerpo, de pronto todo perdía sentido y solo podía distinguir una mancha en aquel espejo pulcro con detalles en las orillas que tanto le gustaba a mi mamá.
Una lágrima silenciosa atravesó mi rostro para luego caer en mi pecho, humedeciendo levemente una polera desgastada que era un poco más grande de lo que necesitaba para cubrirme y usaba como pijama cuando el sueño me ganaba. No sabría decir el por qué de pronto me encontraba llorando frente al espejo, supongo que tenía que ver con el estrés que me dominaba hace ya bastante tiempo.
Salí de mi trance de pronto y cerré la puerta para desvestirme.
Mientras esperaba que el agua tomara la temperatura que me gusta me miré de nuevo. Nunca había estado de acuerdo con este estereotipo de belleza que nos muestran las empresas de publicidad a través de modelos esculturales que podemos ver en televisión o en revistas - la verdad casi en todas partes- puede ser que dentro de mi rechazo a este se encontrara un poco- solo un poco- de mis inseguridades respecto a mi apariencia.
Nunca fui lo que la gente denomina "gorda" pero tampoco era "delgada" ni cumplía con esos estereotipos, la verdad es que mi peso se encontraba dentro de mi límite por mi estatura pero no tenía un vientre plano, ni esa separación entre los muslos que lucen las modelos, tampoco gozaba de un cabello perfectamente liso y dorado que se moviera como seda cuando estaba expuesto al viento, al contrario mi cabello rizado y de color negro azabache parecía un nido de aves en mi cabeza sin importar hubiera una ligera brisa o un vendaval. Nuestra relación era totalmente amor- odio desde sus inicios.
Observé mi piel un momento, no era perfecta ni de un color característico, como que se encontraba en un punto medio sin ser especial. La adornaban las pequeñas estrías de mis muslos y cadera que resaltaban por su color blanco, sumándole un par de cicatrices de mi infancia que aparecían por ahí.
En un movimiento involuntario pero necesario, me puse de pie bajo el agua y sentí como el agua caliente bajaba por mi cuerpo haciéndome sentir revitalizada y despertándome del último letargo que me restaba debido a mi cansancio acumulado.

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Unknown
FanfictionDiciembre. Se acerca el fin de otro año y con ello el fin de mis historias pasadas. La rutina, el trabajo, la universidad, todo es tan tedioso que necesito encontrar mi camino y volver a emocionarme por los pequeños lujos que implican estar viva un...