Entono

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Two feet es realmente un tesoro para mis oídos.

Jadeé cansado.

Me tumbé en el lado izquierdo de la cama. Pese a que ella no estaba.

Recorrí mis dedos por mi lado, simulando el toque suave de su melena.

Inspiré y expiré su aroma que su rastro derramaba.

Le dije que la amaba tres o cuatro veces con la esperanza de que se hubiese quedado.

Ella ya no estaba, pero ni con toda la música del mundo podía convencerme de ello.

Tampoco podía hacerla volver.

Es físicamente imposible.

Sigo tumbado en el lado izquierdo de la cama. Reservándole el lado derecho, entre la pared y mis brazos.

Cuando las notas entonan, en cada esquina de mi mente,
me desvanezco de mi realidad. Me pierdo.

Porque ¿Para que viviría yo, en una realidad en la cual tu ya no estás?

DesamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora