______ Y Trunks Briefs | HOPE | Parte Final.

.21.

— ¿llevaste a Shin y al viejo hasta el universo 6?.— Bills se giró con seriedad.

— lo hice, pero sólo hasta la frontera. Ellos irán hasta el Planeta kaio, ya le avisé a Vados sobre la situación y al Supremo de ese lado.

El dios bufó.— menos mal que Champa está dormido, de no ser así me hubiera pedido algo a cambio, como garantía. Ese gordo tragón, siempre siendo avaro.

— ¿dormido? creí haberlo visto ese día en la pelea con los dioses.

— Mm..— siguió comiendo.— dijo que estaba durmiendo pero despertó sólo para la reunión. Lo llamé hace unas semanas y me dijeron que estaba descansando.

—¿por cuántos años? ¿no te dijo?

— ¿por qué tanto interés en ese gordinflón?.— gruñó.

_______ frunció el ceño.— fue mi maestro también, creo que él es genial y me cae bien. Es avaro y competitivo pero tú también lo eres. Por algo son hermanos.

El de piel morada gruñó pero no dijo nada, sabía que tenía razón.— más le vale a Shin no hacer alguna estupidez como querer venir para ayudar. Si lo hace, lo mataré.— apuñaló un pedazo de carne con un tenedor.

— estoy bastante segura de que él no querrá volver, menos después de todo lo que le expliqué. Él es más consciente sobre este tema de los demonios porque es un kaio también.

⋯ • ⋯

Mientras tanto, en el planeta de zeno-sama, la treceava diosa de la destrucción caminaba por el pasillo hacia los dos reyes, éstos, al verla se quedaron confundidos y sorprendidos.

—¿oh¿tú?¿tú no moriste?.— el zeno del futuro estaba sorprendido.

—¿por qué estás aquí?.—el del presente estaba un poco enojado y más serio que de costumbre.

Ella hizo una reverencia y luego saludó.— Muy buenos días, rey zeno. Me da gusto verlos tan sanos y lindos como siempre pero al mismo tiempo me sorprende ver que hay dos de ustedes, aunque no soy quién para juzgarlo., mi señor.

ambos pequeños se quedaron mirándola y luego se miraron entre ellos, para luego volver a dirigir su mirada al frente y comenzar a cuestionarle con un poco de seriedad.

—¿qué haces aquí?

—¿qué quieres?

La peliblanca sonrió y luego suspiró.— quiero hablarles acerca de alguien bastante esencial para mí y se le conoce como Fuun. Quiero que me den un permiso especial para poder restaurar mi universo a como la última vez que vivió y me den los poderes que alguna vez me otorgaron en el pasado..

— ¿y eso para qué?

— ¿qué harás con eso?

—pues, verán... Fuun ha estado millones de millones de siglos andando por ahí, libremente y considero que es momento de que vuelva a su trabajo como ángel y se le otorgue un castigo por sus acciones en el pasado.

—ella será encerrada y castigada como una traidora.— el zeno del presente se notaba todavía más serio.

Eso la sorprendió, pero luego volvió a hablar para intentar convencerlo.— lo sé, sé que ella hizo cosas malas y muy malas pero creo que ella serviría mucho más a mi cargo que estando encerrada. Le puedo asegurar que me encargaré de que ella pague por todo lo que hizo y lo haga de manera correcta.

Ambos zenos estaban bastante pensativos, finalmente decidieron que debían pensarlo antes de otorgarle algo tan importante a alguien que suponían fallecida así que simplemente le dijeron que volviera otro día porque ellos la iban a llamar.

⋯ • ⋯

El arduo entrenamiento que llevaron a cabo todos los guerreros por fin había terminado y de manera muy exitosa por lo que decidieron finalmente volver a la Tierra para prepararse en caso de un posible ataque.

—gracias por la estadía, Dende. Lamento si llegamos a incomodarte pero este lugar es el indicado para este tipo de situaciones.

el joven dios se mostró sorprendido por las palabras de _____ pero simplemente negó.— en absoluto, para mí fue un gusto poder ayudarlos y espero que puedan salir victoriosos de esta peligrosa batalla. Por favor, cuídense mucho. Estará al pendiente de las energías del universo y lo pueda escuchar de otros mundos.

Ella sonrió.— gracias, Dende. Siempre contamos contigo.— finalmente se acercó a donde estaban los demás para poder irse. Bulma preparaba un avión para un viaje más cómodo.

— yo también volveré a mi hogar.— anunció Bills, mirando a la menor con una mirada seria. Ella lo miró de reojo y luego asintió.

—ve a relajarte a tu modo, no te preocupes.

—si pasa algo por allá, les avisaré. Hagan lo mismo.— seguía hablando con seriedad.

______ asintió.— no te preocupes, Bills. Nosotros nos encargaremos. Descansa.

Él asintió y procedió a irse junto a su maestro.

⋯ • ⋯

—ha pasado una semana y aún no pasa nada.— bufó Bura mientras miraba el cielo con aburrimiento.

—¿y qué esperabas?.— la pelinegra se acercó.— ¿qué esperen a que terminemos de entrenar para venir por nosotros?.— se sentó enfrente de ella.— ellos vendrán cuando menos lo esperemos.

—por eso tenemos que seguir entrenando.— gruñó Vegeta, mientras se dirigía todos su hijos que estaban sentados junto a él en la mesa.— no quiero que les ocurra comenzar a flojear ahora.— lo señaló con el dedo índice a cada uno.— Estos tipos son aún más peligrosos que los de antes, son dioses. Tienen que tener en mente que no sólo es el planeta, es el universo completo que está en juego.

Todos asintieron.—¿qué puedo hacer yo, abuelo?.—la pequeña Saya que observaba los entrenamientos desde lejos estaba entusiasmada por poder ver a todos juntos pelear.

—nada. Ni siquiera puedes volar, no hay mucho que puedas hacer.— le respondió este con el mismo tono serio.

La niña bufó.— pero si no me quieres enseñar, nadie me dice cómo se hace.

—eso no te corresponde y lo sabes.— su madre la miró severamente.

—quiero aprender.— bufó.

— no es el momento, cariño.— Bulma le acarició la mejilla.— todos se encuentran en una situación compleja, lo mejor será que esperes a que esto se acabe y tu abuelo te enseñará a volar u otra cosa que quieras aprender.

—deberías de saber hacer todas esas cosas.— Vegeta se detuvo de comer y habló con el mismo tono de siempre.— ya tienes edad suficiente para eso.

_______ sabía que eso era una indirecta para ella. Desde que llegó su padre se la pasaba repitiendo que ella no había hecho un buen trabajo educándola porque no le había enseñado lo más básico que un guerrero debía conocer. 

En parte todo eso era verdad, a su edad ella era bastante capaz de mantener una pelea pero Saya no entendía mucho sobre el ki ni cómo se hacía para pelear o volar.— simplemente pensé que era podría elegir lo que quisiera ser cuando se más grande.— murmuró mientras veía su comida.— no la quise forzar a nada de lo que yo hago. No por eso es un fracaso.— se levantó cuando vio a Fuun llegar al balcón y mirar todo con confusión.

—perdón..— dijo la ángel, frunciendo el ceño.— no quise interrumpir..

—vamos, dime qué tienes para mí.— la menor la guió hacia dentro de la casa.