No era tan noche cuando Francisco, un hombre de 32 años, iba camino a su casa. Este tenía que atravesar muchos caminos y lo peor de todo es que iba a pie, lo cual era muy tardado. Primero tenía que pasar por un puente hecho de madera, a el no le preocupaba que se cayera o algo, por que ahí pasaban hasta carros. Así que no había mucha posiblidad de que se derrumba el puente, sin embargo el no quería caminar, así que pidió un aventon al primer carro que paso, el cual no le hizo caso... Siguió esperando a ver que pasará otro carro, era temprano así que no iba a pasar mucho tiempo hasta que apareciera otro carro, pero este no fue el caso. Se tardó muchísimo en aparecer otro carro, en el cual pidió un aventon de nuevo y no le hicieron caso, este se empezaba a desesperar así que empezó a seguir caminando.
Paso mucho tiempo hasta que llegó a una cantina, Francisco estaba muy cansado así que decidió entrar a la cantina a descansar, rápidamente se percató que no había nadie, solo...
El grito fuerte para ver si alguien lo escuchaba, pero nadie correspondió. Así que decidió tomar algo antes de irse de ahí, este vio una botella de cerveza. A Francisco no le importaba tomarse una cerveza, ya que podía controlar bien el alcohol así que decidió tomarse la botella y agarró otra para más tarde si se llegaba a cansar de nuevo, así que este salió de la cantina muy miedoso ya que ahora si era algo noche, no pasaban carros, la neblina no dejaba ver mucho y no había ningún ruido.
Francisco trato de mantener la calma y no perder el control, siguió caminando, lo bueno es que ya faltaba poco para llegar a su casa, este vivía solo, por eso no se desespero mucho estando sólo en la calle, pero de repente este vio una luz, el nunca había visto una luz tan fuerte, lo cual lo dejo sin poder ver por unos segundos, este siguió avanzando atreves de esa luz, con un brazo tapandole los ojos para que no lo segara de nuevo, cada vez que se acercaba a la luz este escuchaba pasos cada vez más y más fuerte, pero la luz seguía ahi, así que sea lo que sea que estuviera produciendo los pasos no lo podía ver, este se llenó de mucho miedo, el sólo podía ver así el suelo y veía que el suelo estaba lleno de hojas, cuando se percató de esto, chocó con un árbol que era el que estaba votando las hojas.
Francisco decidió mirar hacia el frente, lo cual lo dejo impactado, la luz fuerte que estaba segandolo no era más que un foco de una casa, se percató que estaba en una aldea, y los pasos que escuchaba no era más que los pasos de las personas que vivían ahí, este decidió preguntarle a las personas donde estaba, pero nadie le respondia, ni siquiera se percataban que el estaba ahí, sólo una niñita le respondio, diciéndole que se encontraba en "La aldea de las flores".La niñita le contó que había perdido a su mamá, y que no la encontraba y que si la podría ayudar a encontrarla. Francisco no tuvo el coraje de negarle la ayuda, más sin embargo pasaron toda la noche buscándola y no la encontraban, la niñita se estaba reprimiendo más y más. Francisco no podía hacer mucho por ella, la niñita le dijo que se fuera, que ya era demasiado noche.
Francisco le asintió con la cabeza, el tenía mucho sueño, así que sigio si camino a casa, lo malo es que estaba desorientado, no sabía donde estaba y el sueño no le dejaba pensar mucho, este se empezó a desesperar, pero recordó que tenía una cerveza que podía beber, la cual le dio un poco de energía para seguir caminando.
Este camino mucho, pero no encontraba su casa, así que se sentó en la acera de la calle, estaba muy cansado asi que decidió dormir ahí.
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