¿No?

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-No.

- ¿No? ¿Por qué no?

- ¿Por qué? ¡¡PORQUE ME SEDASTE, ME PUSISTE ESTA...ESTA COSA QUE NO ME DEJA USAR MIS PODERES Y ME ENCERRASTE EN...EN ¿UNA BIBLIOTECA?!!- Exclama la hechicera examinando el lugar en el que acababa de despertar, a juzgar por las grandes repisas, los elegantes y antiguos muebles llenos de una cantidad exorbitante de libros efectivamente si, estaba en una biblioteca. 

Y no en cualquiera, era la biblioteca principal de Gotham, lo sabía, la conocía bien pues la había visitado un millón de veces, y una de esas veces Damián la acompaño usando como pretexto que el igual necesitaba algo nuevo que leer, ella recuerda perfectamente ese día, fue muy agradable compartir un día completo con el nuevo Titan, viendo otra faceta que nadie de sus compañeros conocía, ese día Damián se permitió bajar la guardia para hacerla sentir cómoda. Ese día sin que la hechicera lo supiera, fue la tarde que Damián se enamoró de ella.

 Y como parte de su rutina diaria ambos a veces todas las tardes se olvidaban de ser héroes, vestían como civiles "normales" y pasaban el rato. Damián iba por ella, Rachel iba por su amigo y los buenos libros.

Luego de repasar el lugar poso su mirada furiosa en aquel lunático hijo de Batman que al parecer la había secuestrado.

- ¡Primero; te dormí porque esto es una s.o.r.p.r.e.s.a. Segundo; ese aparato en tu muñeca disminuye tu poder pues tus emociones se descontrolan fácilmente y no quería que después de declararme la mitad de este lugar volara en pedazos y finalmente este lugar lo considere el más adecuado...- respondió el, como si todo fuera tan obvio, ¡como si lo que acababa de hacer fuera poca cosa! - Sino ¿Qué querías que hiciera, Rachel? -

- ¡Maldición, Damián! ¿Flores, chocolates, joyería...? ¡Yo que se! Las típicas cosas que se hacen al invitar a alguien a salir- Raven por dentro agradece el aparato, toda la ira que estaba sintiendo era sufiente para que mandara lejos de un golpe al cuarto Robin.

-Dime ¿A ti te gustan esas "típicas" cosas, te gustan las flores o los chocolates?

-No...

- ¡Por eso lo hice! Tu no eres la típica chica, Rachel. Tu eres tan alucinante. Sumamente interesante para mi...Si yo iba a hacer esto, no lo iba a hacer de la manera común y sencilla...

En esta biblioteca te vi mas que una compañera o amiga, en este lugar logré sonreír de verdad contigo. Por lo que esto significa para ti, por tu amor a los libros y por lo que esto significa para mí, por mi amor por ti. Compre este lugar para ti, para ambos y también esto...- Damián toma una caja e introduce ambas manos y saca un pequeño gato negro- Este es "Alfred", considero que Titus necesita un compañero y yo una pareja...

"¡Me compro una maldita biblioteca...y un gato!

Raven estaba paralizada, esto era repentino.

No sabia que decir, ni como reaccionar. Despertó enojada y confundida...ahora luego de escucharlo parecía que hablaba en serio. Desde que lo conoció tenía una impresión un tanto peculiar respecto al nuevo Robin, pero esto rebasaba los limites. Nunca espero sentimientos tan fuertes por parte de el hacia ella, se comportaba extraño últimamente, pero nada fuera de lo común que la preparara para esto. Damián Wayne era difícil de manejar, siempre fue tan orgulloso y soberbio que alejaba a quien se le acercara, ella no se había dejado intimidar y lo trato como trataba a todos, desconcertado él había decidido acercarse a tan misteriosa chica que al parecer le valía un carajo que el fuera un Al'Ghul, un Wayne! 

Fue complicado al principio y pelearon muchas veces gracias a el temperamento de el y a la indiferencia de ella, al final el era quien a pesar de todo el orgullo que cargaba pedía una disculpa y ella igual, se hicieron confidentes y compañeros de insomnio. Las visitas a la biblioteca fueron lo ultimo que falto para sellar los sentimientos de Robin y tal vez también los de ella.

Ahora Rachel pensando en todo eso no creyó que fuera tan descabellada la idea de considerar aceptar a pesar de...ya saben; "secuestrarla" y hacer todo esto de una manera superior a lo extraordinario, si lo pensaba demasiado era aterrador, pero decidió que lo común le aburría, el tenía razón.

- ¿Y bien? - pregunto de nuevo el Al'Ghul mientras que con ambas manos sontenia en su pecho al oscuro gatito, el felino maulló como si igual esperara una respuesta.

Rachel se rio, no podía creer que ella estuviera pasando por esto.

Damián se le acerco y mirándola a los ojos le dijo:

-No se qué hiciste conmigo, Raven.

- ¿Yo? Yo no hice nada...-le responde confundida dando un paso hacia atrás.

-Exacto. Tu simple mirada me vuelve loco, no aceptare un "no" por respuesta, puedo hacer muchas cosas hasta que me des un "si". Se mía. - insistió acercándose con esa sonrisa peligrosa que solo mostraba cuando tenia un plan o cuando estaba ganando una batalla.

-Esto puede clasificarse como acoso, Damián...

-Llámalo como quieras. Tu eres mía, yo soy tuyo. Acepta- No era una pregunta, era una orden. Seguía acercándose a pesar de la distancia que ella persistía en poner.

-Tu ego se desborda....

Pero no la dejo terminar pues sus labios se unieron de golpe, el soltó al gato para posar sus manos en su cintura y la otra en la nuca de la hechicera, ella por instinto intento alejarlo, colocando sus manos en su pecho para empujarlo, pero no lo logro, Damián la sostuvo mas firme y ella se dejó llevar.

"Maldito, Wayne". Pensó Raven mientras cerraba los ojos y movía sus labios al compas de los de él, sus manos se movieron de su pecho a su cuello para profundizar más el beso, dejó que el explorara con su lengua cada espacio dentro de su boca y vaya que lo hacia bien, ella casi jadea cuando el mordió su labio. Luego de unos gratos segundos Damián corto el beso.

-Tomare esto como un "si"- exclamo con esa gran sonrisa suya.

Ella giro los ojos, pero igual le sonrió.

Damián tomo su mano y la beso tiernamente. Ella oculto su sonrojo, el de verdad podía ser un romántico cuando quería.

Robin sintió un profundo alivio al ver que todo había salido como el esperaba, sabía que no soportaría una negativa por parte de su hechicera, no podría.

Esa chica lo sacaba de su ceño fruncido. Ella hacia que todo su entrenamiento se fuera al carajo. Ella era la indicada.

-¡Quiero empezar a leer todo!- exclamo ella, emocionada mirando a su alrededor. El sonrio.

-Tenemos todo el dia y tal vez mas....

-Tenemos todo el dia y tal vez mas

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