Take a break | Two-shot

Capítulo II

La voz gruesa y relajada de Chanyeol es lo primero que escucha o imagina Kyungsoo. Todavía no es consciente del todo, sólo sus sensibles oídos captan la maravillosa voz de su alma gemela cantando para él, no sabe cómo está tan seguro que es Chanyeol, la calidez y sentimiento que transmite con cada letra las acepta de manera maravillosa y sobrecogedora. Su cuerpo parece danzar al compás de la melodía. Luego de unos minutos de escucharlo, pese a que desea mantenerse atrapado por el encanto de la voz más hermosa del mundo, todo vuelve a la oscuridad.

No está seguro de cuánto tiempo ha pasado cuando finalmente puede abrir los ojos.

Echado en una cama, en la habitación del hospital central, Kyungsoo logra despertar de un coma luego de unos largos seis meses.

El recién despertado mira a su alrededor, sus padres lo observan atónitos con lágrimas en sus ojos. Un grupo de médicos estan a su alrededor. Dos ancianos y dos jóvenes altos.

Parpadea un par de veces más para acostumbrarse a la iluminación.

Su mirada se desvía ordenándole a prestar atención a un punto en particular, uno de los jóvenes con bata blanca lo observa sin pestañear. No está seguro del porqué lo hace o tal vez sólo es rutina de trabajo.

Los recuerdos le llegan de golpe. Esa mirada es inconfundible. Su niño, su muchacho, su amo, su alma gemela.

Su Chanyeol.

Kyungsoo cierra los ojos tratando de despertar de verdad. Tal vez esto era un sueño. Tal vez...

—Hijo, Kyungsoo —su madre lo llamó.

El sentimiento es tan abrumador que lo asusta.

Kyungsoo se cubre con las sábanas temiendo que no sea real. Lo último que recuerda de su vida pasada era a Kris apuntando con una pistola justo en su cabeza. Coge sus manos por debajo de la sábana y acaricia su piel. Ya no está ese pelaje que tanto cepillada su niño. Tampoco siente su cola, su visión sigue siendo una mierda, y... Su cabello. Dios, cuánto extrañaba su cabello y sus pies.

—Denle un poco tiempo, señores — dijo el médico tanto para los padres como para Kyungsoo.

Se siente como una eternidad tratando de reconocerse a sí mismo y pensando que ahora mismo está vivo, su respiración es irregular y su garganta presiona fuerte, luego de unos largos segundos de espera trata de hablar.

—Agua —exigió. Su primera palabra luego de esos largos meses. Su voz rasposa son signos que no ha hablado desde hace mucho, además del fuerte dolor que le ocasiona gesticular.
Y aún así  sus labios deseaban gritar "Chanyeol".

¿Era real?

Su niño era apenas un adolescente la última vez que lo vio y ahora...

Kyungsoo asoma su cabeza y observa al joven doctor ofrecerle un vaso con agua. Esa nariz perfilada, sus labios ligeros, sus ojos grandes de mirada profunda, sus orejas divertidas. Era él, solo que una versión mucho más adulta.

—¿Estás bien? —fue lo primero que le salió. Ni siquiera toma el vaso con agua que le ofreció.

Chanyeol sonríe divertido.

—Yo debería hacer esa pregunta.

La mano del médico coge la de Kyungsoo y deja que tome el vaso con agua. Da un paso atrás y le sonríe de lado. Su hoyuelo se marca y Kyungsoo está a punto de desmayarse de la emoción.

El médico a cargo empieza hacer muchas preguntas y hacerle los chequeos correspondiente. Sus padres le sostienen ambas manos y le sonreían como si un milagro hubiese sucedido. La tranquilidad y felicidad lo hacen sentir más cómodo.