Las calles de nueva York estaban repletas de gente, personas iban y venian pero habia una persona especial entre todas. Caminaba con la cabeza hundida en su gabardina negra, las manos dentro de las bolsas de la misma. Caminaba lento, sin prisa, su rostro reflejaba la mayor tristeza que alguien pudiera expresar. Muchos dirian que tuvo un mal dia o simplemente que tuvo una ruptura, pero eso no se acercaba a lo que él sentia.
El hombre pronto llego a su destino, donde muy pocas personas iban en esas fechas. Aquellas fechas donde todos eran felices menos él. Se quedo leyendo un momento el letrero para despues adentrarce al lugar
CEMENTERIO
Siguio caminando sin prisa, moviendose entre tumbas, era la primera vez que entraba a un lugar como ese pero él sabia que valia la pena. Detuvo su andar cuando quedo frente a frente de la lapida a la cual se dirigia desde que salio de su loft. Sus ojos gatunos leyeron con dolor las palabras ahi gravadas
ALEXANDER GUIDEON LIGHTWOOD. AMIGO, HERMANO, HEROE, AVE ATQUE VALE
Magnus Bane, aquel carismatico y fuerte brujo de brocklyn, vestido siempre con brillante ropa y maquillado extravagantemente no era ni la sombra del actual Brujo que ahora vestia ropa negra que representa luto y sin una pisca de maquillaje se dejo caer sobre el pasto frente a aquella tumba donde descansaba en paz el amor de su vida. Se permito despues de varios meces volver a llorarle a la misma persona que prometio no llorarle mas.
Y es que simplemente no podia evitarlo, Alexander fue a la unica persona que amo de alma y corazón. nunca se perdonara haber terminado con él, ya que cree que si no hubieran roto él hubiera estado ahi para protegerlo y evitar que eso pasara.
No podia parar de llorar y sollozar pero aun asi trato de calmarse para hablarle a pesar de saber que no lo escucharia y peor aun... No le responderia, nunca mas lo haria. Ni lo veria con esos hermoso ojos azules que lo enamoraron desde el primer instante que sus ojos se cruzaron
–Alexander, mi Alexander– sonrie con nostalgia– hay amor, no se como iniciar. Como expresarte todo lo que siento y que me quema por dentro– llora de nuevo– fue mi culpa amor, debi atender la llamada antes, yo debi... Debi estar ahi para ti. Alec no quiero olvidarte, no quiero a nadie mas, no quiero el mundo te quiero a ti. Si hubiera una oportunidad, solo una de poder volver a ver tus ojos una ultima vez, tu voz, tu sonrisa, poder besarte, tocarte, hacerte mio– suelta un sollozo– como quisiera volver el tiempo y evitar toda la tragedia– trata de calmarse y se seca las lagrimas– por fortuna Sebastian esta muerto y tus hermanos estan a salvo. Te prometo que cuidare de cada uno de ellos como tu lo hubieras echo, no te defraudare– mira al cielo– pronto nos volveremos a ver Alexander, muy pronto y tu y yo estaremos juntos sin importar nada mas, te lo juro
Vuelve a llorar tapando con sus manos su rostro. De la nada una suave brisa rosa su rostro y a travez de aquel suave viento escucha con claridad
–te amo magnus, no llores mas amor
Magnus quita sus manos y sonrie al cielo, reconoce de inmedia la voz de su amado cazador su unico verdadero amor. Se levanta del suelo y limpia todo rastro de lagrimas de su cara y empieza a alejarse de la tumba con una pequeña sonrisa nostalgica. A una pequeña distacia vuelve el rostro y dice a la nada...
–te amo... Y aunque ya no estas te seguire amando. Si me hubieran dicho que se iba a derrumbar cada pedaso de mi vida, de mi mundo con tu partida. Igual te seguiria amando. La vida no importa sin ti, pero por ti... seguire adelante.
AKU CINTA KAMU
devolvio su rostro y siguio caminando alejandose.
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A pesar de saber que no iba a recuperar a Alexander nunca mas, trataria de honrrar su nombre, ¿comó? Trabajando codo a codo con sus hermanos, protegiendolos y salvandoles la vida cada que lo requerían y asi sería generación por generación
250 años despues...
Magnus habia estado enfrentandose a un demonio mayor que queria asesinar a el hijo de la hija de Jace. El nunca rompio su promesa de proteger a los que amaba su Alec. Desde su muerte nunca se enamoró ni se acostó con ningun otro ser o persona, el siempre le fue fiel a su amado cazador.
Durante el enfrentamiento Bane fue atraveza por la garra del demonio justo donde estaba su corazón. Calló al piso debil y solo podia escuchar el grito de Alex (nieto de jace) pidiendole que resistiera. En medio de toda la bruma que nublaba sus ojos pudo visualizar una luz brillante y como de esta salia una sombra que poco a poco se hizo mas visible. Sus ojos se llenarón de lagrimas al verlo
Era su Alexander que se acercaba con una gran sonrisa, este se agacho a su lado y acaricio su rostro, Magnus sintio aquel toque como si quemara pero de una buena manera
–lo has echo bien mags, estoy orgulloso de ti. Ahora es tu decision si quieres quedarte o venir conmigo, no te obligare a nada amor
Magnus no lo penso dos veces y tomando la muñeca de Alec lo jaló hacia el y beso sus labios de una manera desesperada pero dulce. El muchacho no lo evito el tambien lo extrañaba y necesitaba
–no sabes cuanto espere este momento. Por supuesto voy contigo mi amor– puso un mechon de cabello negro detras de la oreja de su garbancito– te amo
–yo tambien te amo mags– se puso de pie y lo ayudo a levantarse– pues vamos– ambos caminaron hasta estar dentro de la luz donde fueron absorbidos para posteriormente desaparecer.
Y ese dia nadie lloro la muerte de Magnus, no porque no lo quisieran, sino porque sabian que ahora el era feliz junto al amor de su vida, junto a aquel por el que espero por mucho tiempo.
