𝔸puesta √ym

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—¿Sabes que Jimin? Tengo que confesarte que solo te estaba ultilizando, esto empezo como una apuesta para mi, pero ya me he aburrido, así que por si no esta quedando claro, terminamos.

Jimin asintió, la cabeza ladeada y ojos entrecerrados por la flore y el desden, un brazo pasando por su abdomen y sosteniéndose él codo con el otro brazo.

—Ajá, si por supuesto, pero tengo que decirte que entonces estamos a mano, kook- este lo miro confundido —Mé acoste un montón de veces con Yoongi mientras estaba contigo- se encogió de hombros y se fue de ahí arrastrando los pies, realmente Yoongi lo había dejado molido la noche anterior, estaba bastante cansado.

Jungkook por otra parte lo miro irse con los ojos bien abiertos ¿Jimin lo había engañado?

Nada de eso.

Fue detrás del mas joven, alcanzandolo en el área de descanso, donde ambos tenían sus cosas.

Que quedara claro, él podía hacer mal, pero los demás no.

Tomó a Jimin justo arriba del codo y lo jalo hacia atrás,  obteniendo un jadeo de dolor y una cara sorprendida.

—¿Qué te pasa, imbécil?- Jimin lo agarro de la muñeca tratando de deshacerse del férreo agarre—Me estas lastimando ¡Sueltame!.

—Me engañaste, maldito puto.

Jimin miro alrededor con temor, ¿por qué jodidos tuvo que hacerle caso a Jungkook y quedarse cuando todos los demás en su área se habían ido ya? En los pisos consecuentes probablemente todavía había personas, pero ¿lo escucharán si gritaba?

—¡Sueltame!- jaló la muñeca del otro con todas las fuerzas que podía reunir en ese momento para separarlo de su brazo, pero las horas que Jungkook pasaba en el gimnasio hacían las suyas —¡y en todo caso tu también me engañaste! ¡Fui una apuesta, tú maldito, idiota!

—Esto no es acerca de mi- gruño entre dientes —es acerca de ti, siendo una zorra cualquiera- lo zarandeo, lastimandolo cada vez más.

—¿¡Qué diablos pasa contigo!?¡nosotros nisiquiera íbamos en serio, hijo d-- se vio interrumpido cuando Jungkook le dio una bofetada tan fuerte de no ser que por este mismo lo tenía del antebrazo hubiera caído. Ahora se encontraba mareado y confundido. Cuando su cabeza se aclaró un poco y las lágrimas estaban comenzando a caer, Jungkook volvió a levantar el brazo. Jimin sólo atinó a gritar por Yoongi mientras una segundo bofetada caía en su otra mejilla.

Yoongi tenía que estar en su oficina todavía, él siempre era el primero en llegar y el último en irse, Jimin mejor que nadie lo sabia pues vaya que habían aprovechado en muchas ocasiones la falta personal para disfrutar el uno del otro.

Llevo su mano hasta su brazo y entre sollozos intento, aunque sea, aflojar la mano de Jungkook.

—¡Sueltame! ¡Nosotros no somos nada! ¡no tienes derecho a hacerme esto!- pero el otro sólo apretó más fuerte la mano sobre su brazo, Jimin sentía cono le magullaba el músculo.

La oficina de Yoongi no estaba tan cerca de aquella sala, estaba casi del otro extremo, tal vez él ni siquiera lo habría escuchado gritar, pero Jimin no quería seguir siendo golpeado así que casi sin pensarlo impulso su pierna hacia atrás y la regreso con un golpe certero en la entrepierna de Jungkook. El hombre lo solto y Jimin salió corriendo a la oficina de yoongi, aunque no llego muy lejos cuando choco con el mismo.

-¿Jimin?- dijo yoongi confuso tomándolo de los hombros —¿eras tú quién..? Oh dios, Jimin, bebé, ¿que pasó?- lo tomo de la barbilla y le levantó el rostro para poder verlo mejor. Estaba pálido, llorando, con las mejillas rojas e hinchadas, la izquierda más que la otra — ¿quién te ha hecho esto?- gruño con furia, pero Jimin sólo se soltó de su agarre y lo abrazo, enterrando el rostro en el hueco de su cuello mientras sollozaba —Jimin ¿quien te ah hecho esto?

——Ju, Jun- pero Jimin no podía calmarse lo suficiente como para decir esa simple palabra, igual Yoongi no necesito de más cuando vio a la rata de Jungkook salir de la sala unos metros más allá y escabullirse por el elevador.

Yoongi sintió unas terribles ganas de alcanzar al imbécil y darle su merecido, pero eso no sería muy profesional, así que más tarde se encargaría de ponerlo patitas en la calle y darle una opinión tan mala que ninguna empresa que valiera la pena lo contrataría, por mientras se encargaría de llevar a Jimin a su casa y lo trataría como se merecía.

Esta es una adaptación al Yoonmin de la historia  "Jared" de
Come-con-pizza

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