Una mirada que provoca desnudez al alma

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-Y-Yuri¿qué haces aquí? Retrocedió asombrado y preocupado, pues no estaba en condiciones de recibir a nadie, mucho menos a él. Le temblaban las piernas y le latía el corazón con fuerza como un crío ante el miedo e incertidumbre de aquél sentimiento que le costaba asimilar.

-Yo sólo quería asegurarme de que estuvieras bien, puesto a que hace días que no nos vemos, pregunte al Sr. Nanbu si sabía dónde estabas, a los niños, hasta el Sr Mecánico y él tampoco había escuchado de ti en la ultima semana, así que vine a asersiorarme que todo estaba en orden....y de enterarme que estás enfermo.-Lucía bastante tranquilo porque no suele ser tan expresivo pero en realidad estaba preocupado por él.

Joe lo miró con una mirada de enojo y asombro, pensando que seguro era una burla, buscarlo y luego pensar que algo le había sucedido, no quería pensar de más, en su lugar sonrió débilmente-Bueno, creo que sí estoy enfermo después de todo...- dijo sosteniéndose de la puerta.-Supongo que no necesitas saber más, no deberías de...-El joven tambaleó antes de poder moverse y fue Yuri que rápidamente le sostuvo tomándolo de la cintura- Ten cuidado-Dijo mientras ambos se miraban muy cerca debido a la posición en la que se encontraban, estaban perplejos, el joven de cabellos claros ya pudo comprender todo, el aroma, el rostro colorado, podía sentir el calor emanando del cuerpo de su compañero, era más que obvio, por primera vez veía a Joe durante su celo.

-¡¡DEMONIOS!!, ¡debiste decirme al menos que estabas pasando por esto, no sólo desaparecerte así como así! - reaccionó Yuri, ahora avergonzado y sonrojado debido al aroma que Joe emanaba-¿Cuánto medicamento tomaste? Estás fatal amigo, ni siquiera puedes sostenerte por ti mismo-Dijo enfadado mientras lo llevaba torpemente de vuelta a la habitación, arrastrándolo poniendo el brazo de Joe en su hombro mientras él lo tomaba de la cintura, una escena cómica e incómoda de ver. Yuri llevó a Joe de nuevo a la habitación y lo ayudó a sentarse en cama.

-¿Cuánto medicamento tomaste, eh?¿Acaso este es el campeón?, ni siquiera pediste ayuda, me decepcionas. Realmente eres un perro torpe-Decía Yuri algo encolerizado pero también nervioso, pues un alfa entra en celo cuando huele a un omega en ese estado. Quería ayudarlo, pero le avergonzaba saber exactamente que tenía que hacer para aliviarle esa especie de malestar y borrachera.

-¡Tch!, no necesito esto, sólo...déjame aquí ¿quieres? viste lo que tenías que ver, ahora ya lo sabes. No quería que lo supieras, además no deberías estar aquí cuando estoy en esta condición tan lamentable-Contestó Joe desviando la mirada enfadado.

-Joe...¿acaso tú?....¿reprimes esto...cada vez que te pasa?

Joe quedó helado, se preguntaba cómo rayos sabía eso, no es como si ambos trataran estos temas, aún siendo amigos muy cercanos, nunca se habían puesto a charlar sobre un tema como ese. ambos hombres se miraban fijamente, sin explicaciones, pero, parecía que se decían todo con la mirada, el joven moreno sufría al no poder diferenciar la realidad de algún sueño dulcemente cruel.

-¿Te parece que tengo incluso el tiempo de pensar o hacer estas cosas? ¡Idiota!-Le reclamó débilmente a su compañero.

El chico de ojos púrpura tragó saliva al verlo tan indefenso y sonrojado, llevaba un rato sintiendo aquel dulce perfume que ya parecía surtirle efecto, parecía que ya le costaba pensar claramente. Se quedó un rato mirándolo, aquella piel morena, cejas pobladas, las pestañas naturalmente rizadas, ojos grandes color de otoño, nariz respingada y labios gruesos, a pesar de la cicatriz en el rostro tenía un perfil bastante atractivo del cual Yuri no era consciente hasta ese momento.

-Su rostro es tan lindo, definitivamente necesita eso ahora, huele tan bien, no me había sentido así en un buen tiempo... ¿qué estoy diciendo? Debería alejarme...pero...debería ayudarlo... ¡NO, ES MEJOR NO INTENTAR NADA!, es la primera vez que estamos en esta situación, ¿qué debo hacer?

Una noche efímera para un destino duraderoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora