El pescador y su esposo (Aioros x Saga)

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Kiki observo a su alumna (ya acostada y con el pijama puesto) observarlo con ojos de cachorro mientras sostenía el libro en sus manos a pesar de que habían encontrado ya el libro de cuentos original la pequeña aprendiz quería que le leyeran una historia de ahí, ahora entendía a su pobre maestro quien siempre cedía a sus caprichos, enfrentar unos ojitos de borrego llorosos resultaron en una prueba difícil.

- Bien, leamos un cuento de este libro- Accedió mientras tomaba el libro y lo abría en una página al azar - ¿Te parece "El pescador y su esposo"?- Kiki arqueo una ceja mientras leía el titulo - Puedo jurar que el titulo era distinto- Murmuro.

- Maestro, ¿puede empezar antes de que llegue alguien?- Pidió la pequeña lemuriana cuya hora del cuento se había visto raptada por la presencia de varios dorados y la misma Athena que se quedaron a escuchar la narración, eso no le gusto, la hora del cuento era una de las pocas cosas que todavía hacían juntos desde que se establecieron en el santuario.

- Bien, empecemos - Acepto Kiki y la menor se acomodó en su cama para escuchar el cuento.

"Había una vez un humilde pescador de nombre Aioros quien junto a su esposo de nombre Saga ambos vivían en una pequeña choza, a la orilla del mar. Aioros iba todos los días en su pequeño bote a pescar desde la mañana hasta el anochecer, pero un día mientras pescaba su anzuelo se hundió hasta las profundidades y empezó a tirar con fuerza para sorpresa de Aioros, quien tiro con fuerza para sacar un Barbo gigante atrapado en el anzuelo.

- Te suplico que no me mates pescador, no soy un Barbo soy un príncipe que fue maldecido por una horrible bruja de cabello morado- Sollozo el pez atrapado en el anzuela - No te serviré de nada ¿Para qué matarme? Permíteme volver al mar y nadar libremente- Pidió.

- No tengo intención de matarte- Respondió el pescador sintiendo pena por los ruegos del pez, aunque sabía lo que le esperaría en casa si llegaba con las manos vacías Aioros libero al pez quien se fue nadando mientras dejaba una hilera de sangre debido a la herida del anzuelo.

Ya entrada la noche Aioros volvió a su choza encontrándose con su esposo esperándole - ¿No has pescado nada, el día de hoy?- Los ojos verdes de su marido lo escaneaban con fiereza y Aioros se recordó mentalmente los votos que hicieron durante su boda para no salir corriendo de su propio hogar.

- No he atrapado nada excepto un Bardo- Respondió algo aterrado.

- ¿Y dónde está el supuesto Bardo?- La voz de Saga era filosa y Aioros siguió repitiéndose lo que prometió en el altar para darse un poquito de valentía.

- Lo deje libre........- Aioros no alcanzo a terminar cuando una silla salió en su dirección y a duras penas logro esquivarla.

- ¡LO LIBERASTE! ¡¿ERES UN IDIOTA ACASO?!- El grito de su esposo provoco que Aioros tragara grueso mientras esquivaba la otra silla que iba en su dirección - ¡¿COMO SE TE OCURRE SEMEJANTE ESTUPIDEZ?!-

- No entiendes, no era un pez cualquiera- Trato de explicar, pero esta vez la mesa salió en su dirección provocando que se escondiera asustado detrás de un viejo sillón.

- No era un pez cualquiera- Saga lo dijo en un tono tan bajo que Aioros rogo que se estuviera calmando, pero en un movimiento rápido su esposo lo tomo del cuello de su camisa y lo saco de su escondite - ¡¿ACASO EL P*TO PEZ HABLABA O QUE?!- Le grito furioso.

- Si, hablaba dijo que lo había hechizado una bruja y me pidió dejarlo libre- Explico rogando que su esposo le soltara la camisa.

- Déjame entender- Saga lo soltó dejándolo en el sillón y lo observo con ambas manos en la cadera - Atrapaste un pez parlante- Aioros asintió frente a lo dicho por su marido - Que te dijo que estaba hechizado- continuo - Te pidió que lo liberaras cosa que tú hiciste- Aioros se encogió frente a la mirada de su esposo que parecía más furiosa de lo normal - ¿Y no le pediste nada a cambio?-

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⏰ Última actualización: Sep 09, 2023 ⏰

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