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Con lentitud y delicadeza contraria a las acciones de Jungkook, el mayor se acercó al medio de la cama, entre esta y mueble donde yacía el televisor, mientras que el menor se daba vuelta para poder contemplar sus acciones, a pesar de que constantemente echaba su cabeza hacia atrás, en busca de apoyo.
Aquel semblante por parte del mayor aún no desaparecía, y el morbo de la situación provocaba que los movimientos de Jungkook sean cada vez más rápidos. Jimin no dejó nada de esto pasar por alto, y en cuanto notó que el líquido pre-seminal comenzaba a emanar del menor, detuvo sus movimientos, ganando un lloriqueo por parte de este, quien comenzó a restregarse contra Jimin en busca de conseguir la liberación.

- No creíste que sería tan fácil ¿Cierto? - interrogó el mayor - Después de todo lo que he esperado, y así me pagas - lo miró con un falso reproche, y esto solo hizo que el menor comience a desesperarse.

- Jimin, por fav- su frase fue interrumpida por el inicio de un salvaje beso por parte del mayor, quien tomó sus muñecas y las posicionó sobre su cabeza. Acercó su rodilla derecha vestida y empezó una nueva fricción contra el miembro sensible y desnudo de Jungkook, quien rompió el beso para soltar un fuerte gemido y respirar profundamente a causa de la acción. Jungkook comenzó a seguir el ritmo que imponía Jimin, pero al poco tiempo dejó de ser suficiente, y trató de moverse más rápido, indicando al mayor que necesitaba algo más que unos simples roces. Jimin llevó su mano a la boca del menor, y este sin pensarlo comenzó a succionar sus dedos lo mejor que pudo entre jadeos. Sin rodeos, introdujo tres dedos dentro del menor, la misma cantidad que él antes introducía por sí mismo, y se asombró al notar cuan acostumbrado estaba, al menos en esa ocasión.

- ¿Te hacías dedos y no me dijiste nada? - ahí estaba de nuevo aquel semblante falso de reproche, junto a un también falso puchero. Luego de eso se dirigió a su cuello, donde comenzó a succionar y a dejar leves besos húmedos.

- ¡Hyung! - gritó una vez el mayor aceleró el ritmo de su mano, aferrando sus manos en la espalda de este, agarrando entre ellas parte de la camiseta que Jimin llevaba puesta.

- Nunca antes creí tener un fetiche, pero con la forma en que me llamas, podría volver a considerarlo - comentó divertido, a la vez que metía sus dedos aún más fuerte.
Entonces se separó para quitarle al menor la ropa que aún vestía, y este, aprovechó a hacer lo mismo con su mayor, actuando con desespero.
Jimin comenzó un húmedo y lento recorrido de besos, succiones y alguna que otra mordida por el pecho del castaño, hasta llegar a uno de los tan sensibles pezones de este, y comenzar a jugar con él. Jungkook ya impaciente, llevó una mano hacia su desatendido miembro, pero antes de poder tocarlo, Jimin le dió un apretón como advertencia, comenzando un nuevo vaivén con su mano, igual de lento que el trabajo que realizaba con su boca.
Los gemidos ahora de frustración y necesidad por parte del menor hacían que el pelinegro se pregunte por qué iba tan lento, y teniendo piedad de él, aceleró el ritmo de sus movimientos, haciendo que se corra en su mano. Jungkook tomó esa misma mano y la llevó a su boca, provando su propia esencia, lanzando una mirada intensa y sedienta de más a Jimin.

- Jungkook ¿estás listo? - preguntó sin un deje de diversión en su voz, estaba hablando en serio. Se preocupaba por su bebé, y su decisión era la que valía.

- Como nunca antes - respondió el menor con seguridad, porque así es como se sentía junto a Jimin, seguro, querido, amado, respetado.

Jimin comenzó a introducir lentamente su miembro, abriendo despacio las ya dilatadas paredes de Jungkook. Este ansioso empezó a moverse por más, y en cuanto Jimin decidió que ya se estaba tomando demasiado tiempo, dió una estocada profunda de la nada para imponer un nuevo ritmo tomando por sorpresa al menor, quien llevó sus manos a la espalda de su mayor para enterrar sus dedos ahí lo más posible, al punto de dejar marcas. Sus caderas se encontraban con cada embestida.

- Ji-jimin - advirtió el menor - Si sigues así ya no pod- sus palabras fueron cortadas por Jimin, que salió de él para darlo vuelta y continuar con su cometido.
Jungkook hundía su rostro en la almohada, donde desahogaba todos sus gemidos, que tiempo después dejó salir con gracia, sin importarle quien podría escucharlo.
Jimin golpeó su próstata bruscamente, haciendo que su garganta se desgarre en gemidos. Un par de golpes más a esta fueron suficientes para que Jungkook se corriera, y Jimin lo siguió al sentir como sus paredes lo apretaban de esa forma.

Jimin se levantó exhausto y fue a buscar algo para limpiar a su pequeño, una vez realizado el trabajo, se acostó junto a él. Jungkook se recostó sobre su pecho y comenzó a hacer lineas abstractas en este.

- ¿Qué sucede? - preguntó el mayor preocupado ante la repentina actitud vergonzosa y pensativa del menor.

- Lo cierto es que nunca me sentí listo por el hecho de como lo haría - confesó Jungkook - Pero ahora sé que eso no importa, porque contigo todo es mejor.
Sonrió y volvió a recostar su cabeza en el pecho de Jimin con una sonrisa, ganándose un beso en su cabeza.

Ahora comprendía que simplemente estaba aterrado, pero eso ha acabado, y mencionar que luego de eso se volvieron una pareja realmente sexualmente activa está demás, supongo que ya lo habrán deducido.

No estoy listo ~Jikook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora