-Inmortal-

-Hacía ya bastante tiempo no sentía la lluvia caer sobre mis rosadas mejillas.-

Nada fue tan obscuro como lo es ahora , su presencia me hacía falta un poco más cada día , me sentía  frustrada al no saber dónde estaba , solo indagaba pensando donde podría encontrarse ,¿Estaría vivo? ¿Me estaría viendo es este momento?, un pequeño escalofrío interrumpió mi pensamiento, me sentí asustada por un momento y comencé a recordar todo el pasado transcurrido, pensé en que pudo haber sido malo para que todo terminara de esta forma, de una forma tan seca, confusa, ambigua.

Todo comenzó en un día de viaje monótono al colegio, solo que esta vez a una nueva estancia. El día parecía ser húmedo y frío pero al poco tiempo se volvió cálido y seco, me preparaba para mi primer día de clases, me sentía lista para comenzar una nueva etapa de mi vida, conocer a otras personas, socializar de nuevo. Tenía puesto un abrigo gris acompañado de un hermoso vestido negro reluciente , unas botas de charol negras,
aunque un poco sucias por el lodo que se hizo por la lluvia de anoche , cabello suelto,  , cabello suelto, unas medias negras y un fino collar entrelazándose en mi cuelo.

Nada podía salir mal, hasta que subí al autobús, tenía las dos manos ocupadas por un par de libros, uno de ellos- Los Hornos De Hitler –Me parecía bastante interesante, y leer me ayudaba a matar el tiempo de una forma creativa.

Subí al autobús con paso firme, mire a mí alrededor, todos los rostros desconocidos, la mayoría con tez pálida y con aire de temor y emoción. Veía que todos los lugares se encontraban ocupados , excepto uno, comencé a acercarme a paso lento, cuando de repente, se escuchó un fuerte chillido que provenía de la máquina del autobús , frenando de forma violenta y provocando mi caída ,-¿Te encuentras bien?- decía una voz bellísima, dulce y fina para el oído,- ¡Sí!-Conteste algo mareada después de la caída, aún no había visto el rostro de aquella persona que profano esa hermosa voz , hasta que vi una mano demasiado blanca , humectada, con un tenue tono rosado y con un lunar en el dedo índice,-Aquí están tus libros- dijo preocupado –Esperó que no se hayan maltratado las hojas-.

Quede estupefacta al ver su rostro, lo visualice por un largo tiempo, me enfoque en sus brillantes ojos café obscuro, su cabello un poco teñido e intensamente negro, su nariz fina, sus labios ni gruesos ni delgados, simplemente perfectos, se sonrojo de una forma tan, tan, indescriptible, inefable, fue entonces cuando sus labios comenzaron a moverse,-Te vas a quedar ahí, ven, siéntate conmigo-. No sabía que decir ante sus palabras, lo considere amor a primera vista, lo único que pude decir fue-Gracias-.

El transcurso a el colegio fue silencioso, el chico del cual aún no sabía su nombre parecía ser tímido, yo simplemente estaba un poco emocionada, confusa, con demasiados sentimientos encontrados , no sabía qué hacer así que lo único que se me ocurrió fue abrir mi libro –(Pagina 132, capitulo 5)-Los Judíos  son trasladados a campos de concentración… Comencé a leer, hasta que el me interrumpió.

Mi nombre es Joe.
.. Black- Dijo a pausas-
-Lindo nombre- dije algo tímida-, Mi nombre es …Sarah, solo Sarah-
Al momento de decir mi nombre hecho una pequeña risita,-Ese sí que es un hermoso nombre, el mío es demasiado común, muy pronto me cambiare el nombre-.
La conversación comenzó a ser más extensa, los nervios se adueñaron de mi cuerpo, me temblaban las piernas, me sudaban las manos y el corazón palpitaba más fuerte de lo común...

-¡No, No! , Joe  es hermoso,
tal vez sería bueno si te llamarás Alex , no sé , a mi madre le agrada el nombre dice que…

- Me interrumpió-, ¡No!, qué te parece Victor ¿eh?

-Bueno –reí-, Seriamos Victor y Victoria, tendría bastante relación, eso sería bueno.

Así que eres Sarah Victoria...
-¡Llegamos!-Dije emocionada.

Comencé a asustarme, la escuela era demasiado grande, los alumnos de tercero y quinto semestre parecían ser bastante rudos, o al menos esa fue mi perspectiva a simple vista, no sabía dónde se encontraba mi salón, ni tampoco quienes serían mis nuevos compañeros.
-Y bien, dime ¿Qué grupo eres?-, Me pregunto Joe  de una forma curiosa , esa era una buena pregunta , ya que si llegábamos a ser del mismo grupo ,nos volveríamos muy grandes amigos o tal vez vagando en lo más profundo de mis sentimientos , algo más.

-Soy el grupo, ahh, aguarda,-Revise mi horario ya que no estaba del todo segura, revise dos veces para reafirmar y conteste…

-Tú ¿Qué grupo eres?,-

El hecho una risita entre dientes

-Yo pregunte primero Sarah.

-Sí, bueno, y yo después Joe

-Ahah-, Río bastante emocionado- Esta bien, soy el grupo 105, suena bien, no te…
-Lo interrumpí.

-¡105!-, exclamé maravillada.

-¡Sí!-contesto

-Yo, Yo… Soy el mismo grupo que tú.

-¡Que! , oh pero que emoción, nada podía ser mejor que esto, Es una maravillosa noticia.

- Si, lo es-Dije, Entrecruzando una mirada amable y cariñosa.