¡Él empezó! [Carziger] [Set it off]

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Cody's Pov:

Aquella noche, mi amigo nuevamente me quitó el sueño a punta de pensamientos, observaba el techo de mi habitación rebobinando los sucesos ocurridos en dicho día, en especial aquel beso, podría decirse que no fue algo planeado, fue mas bien un impulso, pero no quita el que lo haya disfrutado, realmente esperaba que los labios de Maxx fueran algo rasposos al ser un chico, pero para mi sorpresa, eran increíblemente suaves y poseían un dulce sabor, me creaban un sentimiento de querer probarlos nuevamente; el pensar en que un futuro beso pudiera volver a ocurrir me hacía sonreír de forma idiota, parecía una adolescente enamorada. Como punto en contra se podría decir que Maxx puede ser muy tímido en estas situaciones, francamente pienso que yo tendría que iniciar aquel beso. Pasó una media hora hasta que escuché mis propios pensamientos y me avergoncé un poco de estos mismos, eran casi las tres de la mañana y andaba de creativo ideando un plan para besar a mi mejor amigo, golpeé mi rostro y sin mas cerré mis ojos intentando dormir, pero aún así mis pensamientos no dejaban de darme vueltas, y así seguí hasta que sin darme cuenta por fin conseguí dormirme, al abrir de nuevo mis ojos, ya se podían ver múltiples rayos de sol entrando por la ventana de mi habitación.

Maxx's Pov:

Mientras todos ya estaban levantados yo aún yacía en mi cama abrazando una de mis almohadas, había olvidado por completo que hoy era día de brujas, más mi tranquilidad no tardaría en ser interrumpida por un repentino golpe de luz que se apagaba y prendía causando una sensación molesta, el autor intelectual de esto era Dann, quien jugaba con el interruptor de mi foco.

-Maxxy~~ eres el único que no se ha levantado amigo- dijo mi contrario en un tono algo burlón

-No pienso hacerlo -dije riendo y volviendo a cerrar mis ojos-

-Es día de brujas- dijo mi amigo volviendo a su irritante acción.

-Tss, ve y felicita a tu madre entonces -dije para luego quedar pensando en silencio unos segundos y después de un jadeo de sorpresa levantarme rápidamente- es noche de brujas! -dije enérgico dirigiéndome a la ducha y despertando una carcajada por parte de mi amigo-
Demoré poco tiempo en arreglarme, después de todo al ser una de mis festividades favoritas no puedo evitar emocionarme siempre que llega el día de celebrarla.
Luego de peinarme, me dirigí a mi habitación con el propósito de sacar algo de dinero para quizá comprarme alguna máscara, luego de tomarlo me dirigí a la cocina, había comprado mis galletas favoritas hace unos días, ya era tiempo de estrenarlas. Al entrar me topé con Cody, quien acababa de bajar dichas galletas.

-Hey hey! Hola! ¿Qué tal todo? Te cuento que yo las compré! -dije encogiéndome de hombros con una sonrisa sarcástica y asesina.

-¡Felicidades! Te quedo debiendo la medalla -dijo mi contrario en tono burlón tronando sus dedos y señalándome con una sonrisa.

-Deja de jugar, tengo hambre Cody! -dije intentando alcanzar la caja de galletas, mas mi contrario me alejaba cada vez mas de ellas.
Mostré un gesto enojado, lo que hizo que Cody soltara una risa. -Esta bien -dijo aún riendo para luego morder el borde de una galleta hacercándose a mi con él propósito de que mordiera la otra parte.
Lo miré a los ojos algo ruborizado para que luego este agregara un seductor guiño a su acción, lo que aumentó el ardor de mis mejillas, mas no me quedaría atrás, al fin y al cabo eran mis galletas.
Mordí el otro borde y poco a poco mis labios se fueron acercando a los de mi contrario, mas al estar a un paso de juntarnos, un sonido de asombro nos interrumpió haciendo que tiráramos al suelo dicha galleta y nos alejáramos de inmediato, ambos volteamos a ver llenos de miedo al dueño de dicha reacción, en la entrada a la cocina se encontraba Zach, mas este miraba a la pantalla de su celular.
-Nos etiquetaron en otro dibujo, vean!, ¡está genial! -dijo nuestro amigo emocionado; suspiramos aliviados, al parecer no nos había visto, aprovechando que mi contrario estaba distraído  tomé rápidamente de sus manos la caja de galletas y le regalé una sonrisa triunfal comiendo una de ellas a la par que salía de la habitación.