capitulo I- Cuando todo se enfría

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Llegue tarde a casa ese día, lo recuerdo como si hubiese sido ayer, un poco sobria, cierro mis ojos y ahí estoy nuevamente.

 Recuerdo haber entrado esa tarde a su habitación, el me miró con la mirada perdida, salió dejándome sola, pude ver a la distancia una conversación de msn, me acerqué al computador poco a poco y leí aquellas frases tan cursis... 

Tal vez sentí en mi estómago esas mariposas, vi esas mismas palabras con las que me había enamorado antes, esas promesas que me hacia cada noche, me sentí tan confundida y perdida en el tiempo, en mi cabeza no cabía nada más. Pensé: 

-¿ que hago ?

 - quizás quiere que todo termine 

-¿ Que otra razón habría ? 

-como dices que amas y prometes la luna a alguien más...

-¿ En que momento dejó de sentir ?

- como no me di cuenta

-¿es mi culpa?

- Debería perdonarlo?

 Abrí mis ojos, me di cuenta que todo mi cuerpo estaba sudado, temblaba, así que decidí volver a cerrarlos y dejar que esa pesadilla acabara.

* me dormí sin más* 

Pensando que quizás pudiera cambiar la historia, el entro y me miro fijamente llamándome por mi nombre. Me solté en lágrimas... le pedí de la manera más humillante que por favor no me dejara, le dije: 

-yo te perdono todo ahora mismo, si la dejas.

El me miro y dijo:

-lo lamento Teo, es que...yo la amo a ella, no puedo estar mas a tu lado, de verdad discúlpame, tu eres una mujer hermosa, se que vas a encontrar a alguien que te ame y sea mejor que yo, no se que me paso.

(Bueno aquí paremos un momento, estuve a punto de mandarle un golpe por patán, uso las palabras mas estúpidas para explicarle a alguien que no la amas, pero bueno sigamos la historia) 

Y Justo ahí, Desperté... quede vacía y en la nada! 

Repetí ese mismo lugar cada día, repasando en mi cabeza, con el amor intacto que pesaba cada día más, no sabia cómo liberarlo, todo me recordaba a él, me preguntaba ¿Esto es a lo que llaman la naturaleza de los hombre? 

Realmente sentía envidia, sentía celos, sentía temor, sentía rabia. Tenía grabado en la mente cada palabra, era algo enorme en mi pecho que dolía y desesperaba, al pasar de los meses comencé a enfriarme por dentro, desee cada noche que el despertara sintiendo esto mismo por mi, que regresara arrepentido...

Decidí en ese entonces ya no creer en el amor y dar lo que recibí en ese entonces a quien se atravesara en mi camino...

Los chicos de mi listaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora