Capitulo 19

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Continuo varios dias en mis trece, del trabajo a casa y del casa al trabajo, toda la semana, no atiendo las llamadas de Axel ni le respondo a los mensajes, se que esta mosqueado gracias a estos ultimos, pero con un poco de suerte saldra de mi cabeza solito.

No dedico demasiado tiempo a pesar en el, procuro mantener la mente ocupada, ni siquiera escucho musica, por que provoca que reviva momentos que hemos pasado, me llama varias veces al dia, y cuando Angel lo ve le dice que he salido, o que estoy en una reunión,  un dia entra en mi despacho sin importarle que no este y me tengo que encerrar en mi maldito vestidor hasta que ve que no estoy y se larga, es patetico esconderse de esta manera, pero de verdad que no quiero hablar con el.

El viernes llego a casa bastsnte tarde, en el ascensor voy durmiendome, necesito un descanso, ni siquiera mire la hora en toda la tarde.

Cuando las puertas del ascensor se abren voy tocandome el cuello, y mi mirada cae sobre la figura que esta apoyada en mi puerta.

-¿Que haces aqui?-pregunto y saco las llaves de mi bolso.

-Si no me contestas al telefono vengo-dice.

-Pues por si no te ha qedado aun claro no quiero hablar contigo- se aparta para dejarme abrir la puerta y yo sin moverme le miro.

-Anda se buena y abre la puerta, es tarde y quiero dormir.

-No vas a dormir en mi casa-digo ¿esta tonto?

-Abre la puerta Clohe-ordena.

-No- me niego.

-Abre la maldita puerta si no nos vamos a quedar aqui toda la noche-dice.

-Pues aqui nos quedamos-me cruzo de brazos.

-No seas infantil.

-Puedo ser lo que quiera ser-imito las palabras que Kai me dijo en el parque-Quiero que te vayas.

-No quieres eso- se apoya en la pared.

-Si, si que lo quiero-digo, el se acerca a mi con dos pasos largos y se coloca frente a mi-Vete.

Pero no es eso lo que hace.

Casi provocando que me muerda la lengua tira de mi y planta sus labios sobre los mios con rudeza, intento zafarme, pero cuando su lengua entra en mi boca... bueno, mi cuerpo se derrite, adios a todas las fuerzas que he reunido estas semanas, quedan en el olvido.

Toma las llqves de mi mano y se separa de mi.

-¿Aun quieres que me vaya?-preguanta.

Maldita sea, no quiero que se vaya, quiero que se quede, que duerma conmigo, que disfrute de mi cuerpo y yo disfrutar del suyo, necesito sentir sus manos, pero debo pedirle que se vaya, no quiero caer totra vez en sus redes, no tan rapido, tras una semana logrando evitarle.

-Quedate-digo y sale de mi bica la respuesta por si sola, yo iba a decir que se fuera, y me sale eso...

Se da la vuelta y va hacia mi puerta, la abre y me invita a entrar en mi propia casa, lo hago como si el tirara de mi y, en cierto modo, asi es.

Cuando entro enciendo una luz y voy al salon, el me sigue, dejo el bolso en la mesa y el maletin, suspiro y me bajo de los zapatos, mientras el me observa moverme.

-Vamos arriba-ya sin zapatos me dirijo a la escalera y subo por esta seguida por el hasta mi habitación.

Yo misma comienzo a bajar la cremallera de mi falta pero el me sujeta las manos.

Antiguos amigos de mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora