Creo que por fin en mucho tiempo he conseguido anteponerme a mi antes que los demás. Me he dado cuenta de que si no pienso en mi, nadie lo va a hacer.
Sé que tengo que seguir avanzando y conseguir mi meta y cuando la consiga, quién sabe lo que vendrá después.
Quizá me vuelva una egoísta o quizá sea una persona estable. Espero que sea lo segundo.
Tengo que controlarme mis altibajos, pero poco a poco, porque si me obligo a hacerlo de un día para otro, el efecto es peor.
Tengo que tener confianza en mí misma, la suficiente para saber quién soy y no quien dicen que soy.
Tengo que mentalizarme y entenderme, saber de qué soy capaz y de que no. Saber cómo me afectan las cosas y como evitar que algunas me afecten demasiado.
Tengo que hacerme caso a mí misma, a mis consejos que surgen en mi cabeza cuando estoy bien, a mis pensamientos de cuando estoy estable, para cuando no lo esté, poder volver a la normalidad más fácilmente. Dame tiempo, estoy progresando.
Tengo que aprender a mostrarme como soy, a tener un poco de orgullo y algo más de sangre. No puedo seguir siendo una esponja para lo malo, tengo que soltar toda el agua que tengo dentro, para volver a impregnarme pero esta vez de cosas buenas.
Tengo que aceptar que quizá tú y yo no estemos destinados y que no por eso voy a rendirme en mi vida. Por una pequeña parte de ella, no voy a destrozar el resto.
Tengo que aprender a no enfadarme por tonterías, a confiar más en la gente, aunque me lleve decepciones, porque sabré que yo he dado todo lo bueno que tenía y que pronto lo recuperaré, pero esa persona perderá a alguien en su vida.
Tengo que aprender a no quererte, no puedo estar así toda mi vida.
Cuando aprenda eso y mas cosas que aún faltan, volveré y me miraré desde otros ojos. Porque cuando cambia una persona, cambia su forma de ver las cosas. Y será entonces cuando todo lo tenga más claro.
