Soy yo la que deseaba esto,
Sabiendo el peligro,
El riesgo
De un amor correspondido a ratos.
La puerta que el aire abre y cierra,
Mera puerta de vaiven.
Con el NO soplandome con fuerza en el oido,
de las personas que por ello me vieron sufrir,
Y a pesar de todo,
La lagrima que cae y cae,
Cesa de caer al pensar en tu regreso.
Y regreso a quien no quiso ni barrer el rastro,
A quien traia polvo de su busqueda no concretada en la suela de sus zapatos.
A quien me cerro la puerta en la cara
Y apago las luces,
Para hacerme creer que no se encontraba.
Quien llego con los brazos abiertos,
Haciendome creer que no traia armas,
Y termine encontrandole escondiendo el puñal,
Puñal que no dudo en clavarme cuando tuvo la oportunidad.
Y que yo sin embargo lo deje lamerme la herida,para hacerle creer que no dolia.
Y es que es la misma sombra que entra y entra y atraviesa la puerta y me atraviesa.
Entra y sale como si mi casa fuera suya,
Como si me ser le perteneciera,
Mientras el cierra las puertas y ventanas de la suya,de el mismo.
Como si al fin y al cabo soy,es y talvez un somos cabe,para decir que este es un final predestinado.
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