Destroy Me [KookV Omegaverse]

e x t r a 2

Dedicado a: Yani_mdz

"Amor, ¿llamaste a tu amigo para que viniera a cuidar a los niños?" Tae pregunto desde el armario de aquel cuarto en el que desperto una mañana para cambiar su vida por siempre, había bultos de ropa por todo el piso que cubrian las mantas del nido* de ambos, no podía decidir por que ponerse, y al preguntarle a Jungkook este solo respondio que se veria bien incluso con una botarga puesta, siguio lanzando ropa esperando la respuesta de su esposo.

"Sí calabaza" Kook estaba detras de el y le hablo en un susurro, liberando su olor para calmar al estresado omega que buscaba desesperadamente algo que ponerse "Jimin llegará aqui en menos de lo que piensas" sono la puerta tocar y el omega solto una risa, Kook siempre tenia razón, incluso en las cosas más tontas.

En uno de los ganchos del armario vio un destello azul y sus ojos brillaron, ya sabía que iba a usar.

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"Luces precioso omega, deja tus nervios atras, casi llegamos a su casa" podía oler la ansiedad de su omega a kilometros, si no se calmaba lo llevaría de regreso a casa donde el se sintiera más seguro, el omega pensaba en sus crias, en lo que iba a pasar en un momento y en el alfa, y todo esto le estresaba, quería ayudarle pero no sabía como, así que deslizo una mano a su pierna y dejó que su olor cubriera a su pequeño como una cobija, de inmediato todo el mal de el más pequeño se desvanecio, y cuando lo volteo a ver su corazón se inflo al verlo con una sonrisa y sus ojos brillantes, le encantaba que con un simple acto de amor su pareja reaccionara tan bien y le regala esos paisajes con solo verlo.

"Llegamos" su voz sonaba calmada, Taehyung estaba traquilo, su alfa siempre podía arreglarlo todo, vio esa casa y desvío todo pensamiento negativo, el no había hecho más que una cosa mal, no volver a comunicarse con su familia por unos largos 6 años, tenía ahora tres hermosos hijos y una familia perfecta, donde nada faltaba y el amor desbordaba en cada pequeño momento juntos "te amo Jungkook, sin ti no se que hubiese sido de mi" el menor le regalo una sonrisa cuadrada con unos ojos que parecian desaparecer, el mayor lo beso y no faltaron palabras para entender que el mayor pensaba lo mismo.

Bajaron del auto y enseguida la puerta se abrió revelando a dos señores con lagrimas en los ojos "Taehyungie, mi vida has vuelto" seguido por abrazos y sollozos por parte de tres de ellos, Jungkook veía todo de cerca, cuidando que su omega no tuviera una sobrecarga de emociones.

Los hombres se llamaban Jin y Yoongi, siendo el primero la madre de su omega, quien al parecer no podía dejar de llorar en los brazos de su hijo, Yoongi, el alfa, al igual que el mantenia algo de distancia pero sus ojos estaban empapados, cuando el omega se separo de su esposo hubo sonrisas y el alfa se acerco para tomarlo en brazos y librar sus emociones, en definitiva no lo que su omega había imaginado que pasaría, los invitaron a pasar y ya sentados en un sillón, la platica comenzo.

"Mamá, Papá, el es Jungkook, mi alfa y esposo, tenemos tres hijos y, enserio lo siento" Kook los saludo formalmente y recibio un abrazo por parte de ambos, ninguno parecia agobiado por los años que su hijo falto, ni mucho menos enojados, estaban más bien aliviados.

"Oh dulce Tae, cuando llegaste esa noche a despedirte, yo, tu padre y yo sabíamos que iba a ser para largo, nos preparamos, te mandamos amor cada día y siempre te esperamos con los brazos abiertos, no creamos un disturbio porque confiamos en ti y mirate ahora, tienes un alfa que parece sacado de una novela y te ves más feliz y resplandeciente que nunca" Tae se sonrojo y sonrió como nunca.

"Te criamos con todo nuestro amor Tae, no desconfiariamos de ti ni por un segundo" su padre hablo con el rostro relajado, tan tranquilo como recordaba "me alegra que recordaras a tus viejos y empolvados padres" todos rieron y volvieron a abrazarse.

De todas las cosas que imagino nunca hubo un escenario como este, se sentía agradecido por la familia que lo rodeaba, lloro de felicidad y juro no volver a separarse de ese modo de sus padres, ni de nadie, no tenía nada que dudar, estaba rodeado de amor por todos lados y se aseguraría de regresar cada gota.

"Gracias por tanto y perdón por tan poco"