No es nada

235 27 7
                                    

— ¿Quién era él? — bochincheó sentado de rodillas en el sofá ansioso por una respuesta — ¿Se han besado?

Noodle frunció el ceño algo asqueada mientras hundia su cabeza en el refrigerador.

— Se llama Ace y trabaja en el departamento de básquetbol — explicó Noodle con serenidad y sencillez casi opuesto a Stuart, qué tal vez estaría saltando.

No faltó gesto. Stuart ya tenía esa cara, coqueto y siniestro a la vez. ¿Estaba pensando lo que Exactamente, Noodle, no estaba pensando?

— Mmmm, es lindo, ¿no? — interrogó curioso de la respuesta de su amiga acompañado de una ceja elevada

— Stuart, no — afirmó y aseguró de las insinuaciones de el mayor

El chico arrugó el entrecejo amurrado y alegó

— ¡Pero Noodle! ¡Tú nunca, NUNCA! Tienes novio o novia — reclamó

— ¿Y para qué quiero eso yo?

— ¡Bueno! Eh... no sé — pensó unos segundos en busca de una respuesta sencilla — ¡Para besarlo! ¡y quererlo!

— patrañas — cuchicheo

2D no era de esos chicos que se emocionaban con todo y que hablaba "femeninamente" pero era una ocasión importante. Conocía cómo la palma de su mano a Noodle y sabía que está situación no se repetiría.

— ¿Por qué no? ¿que tendría de malo?

Stuart estaba entusiasmado y ansioso con solo el hecho de imaginarse a su hermana con novio, era emocionante. Y luego de tantas preguntas y gestos, Noodle se conmovió y lo soltó;

— bueno, te lo diré — accedió

El casi grita a todo pulmón pero sólo prestó atención con su mirada, esperante del chisme

— nosotros tuvimos relaciones una vez y creo que ahora quiere algo más... romántico. ¿entiendes? — confesó agobiada mientras miraba a su amigo.

— ¿A qué te refieres con relaciones? — levantó dudoso una ceja y le miró con intriga.

— Oh, tú sabes, D. Lo hicimos.

Stuart miró a el techo pensando un significado para aquella indirecta tan rara. Noodle olvido lo tierno e inocente que podría llegar a ser 2D. Masajeo su iris con sus pulgares bajando la cabeza y pensando cómo explicarle la situación.

— ¿Stuart, tú sabes lo que hacen las parejas cuando se quieren mucho y no saben cómo expresar su amor?

El sólo subió su labio inferior y le miró confundido.

— ¿Sabes lo que es tener sexo, amigo? — preguntó finalmente la chica.

— Oooooh. — exclamó con un tono comprensivo. — entiendo, entiendo. — dio una risilla y movió los hombros coquetamente — ¿Con el chico? ¿En serio, Noodz? — sonrió ansioso.

— sí, pero no fue nada, fue hace harto tiempo y no tuvo importancia realmente. — frotó sus muslos con ambas manos algo incomoda.

— ¿Entonces que te impide salir con él? — le preguntó

— No lo sé... necesito pensar, eso es todo. — aclaró para después dar un suspiro y apoyarse en el hombro de su amigo. El le acaricio el cabello. Y sonrió con gusto por aquel momento. Para que la misma rompiera el silencio — ¿Y qué hay de tu satánico verde? — le preguntó interesada.

— bueeeeeno... — respondió con una sonrisa complicada. — tampoco sé si decirte.

Ella se puso de rodillas en el sofá y lo tomó del hombro agitándolo lo más fuerte que podía. Dando pequeños brincos, ansiosa.

— ¡Dime! ¡Dime! ¡Dime! ¡Dime! — reclamó fingiendo una  voz pesada y varonil, fingiendo ser un gorila.

— bueeeeno... okey pero no te rías. — sacó su teléfono y apretó el touch para llegar a galería — Estuvimos hablando de la salida y eso... — apretó su celular contra su pecho — y cambiamos un poco lo que haremos en la cita

Stuart no pudo evitar enrojecer para que Noodle levantara una ceja y bajara los hombros.

— entonces... — habló Noodle

Stuart quito por unos segundos el teléfono de su pecho y le mostró una imagen a Noodle.

Y no era cualquier imagen.

— ¡Woh! ¡Demasiada información! — ella tapó sus ojos y sacó una risas juguetonas mientras alejaba el celular de su vista.

El celular mostraba a Murdoc enviándole algo más que una simple foto de él mostrando su enorme ego hacia su imagen. Algo más enorme que también poseía él. En su entre pierna, con ropa interior de cruces invertidas y camiseta puesta con de alguna banda que a ellos dos seguramente les gustaba. Stuart cada vez que veía esa foto reía con una voz estrepitosa y ansioso.

— ¿Qué edad tiene ese chico? ¿60? — soltó la japonesa con cierta gracia.

— tiene 38... — corrigió el peliazul para luego subir su mirada y embobarse al pensar en ese chiquillo.

Noodle levantó los hombros con escalofríos y sacar la lengua con asco.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 18, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Stuart y Noodle; amigas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora