Narra Azul:
No sabia como reaccionar, que hacer ni que decir, tenia a Mauro parado en frente mío después de mas de un año sin verlo.
—Azul..— Dijo en un susurro.
—Si, soy yo, y la clave del wifi es 124578 listo chau— Dije rápido y tratando de cerrar la puerta, pero su pie impidió que pudiera hacerlo.
—No te parece que tenemos que hablar?—.
—No, nosotros no tenemos nada que hablar Mauro— Dije sin mirarlo.
—Azul, me dejaste una nota y un test de embarazo que dio positivo en la mesa, y no volví a saber mas de vos, ¿Sabes como me dejó eso?— Dijo mirándome fijamente.
—¿A vos te dejó mal que yo me vaya? ¿Vos te pensas que me fui por qué quise? ¿Por que quise dejar toda mi vida atrás? No Mauro, me fui porque tenia miedo, porque nuestra relación era violencia constantemente, porque no sabia como ibas a reaccionar después de que intentaste abusar de mi, así que creo que no tenemos nada que hablar, vos sos feliz con la piba que me hiciste cornuda y yo soy feliz con mi hijo y mis amigos, mejor dejemos las cosas como están—.
—Azul, ese día volví al departamento porque al fin podíamos estar juntos, hay muchas cosas que me quedaron por contarte, y te quiero pedir por favor si podemos hablar bien, como personas adultas, quiero aclarar algunas cosas— Dijo suspirando.
—Esta bien, algún día de estos nos juntamos y hablamos bien, supongo que tenes el derecho—.
—Quiero conocer a mi hijo o hija también, siempre que me cruzo un bebé un escalofrío recorre mi cuerpo— Contestó sonriendo. —¿Puedo verlo?—.
—Está bien, pasa— Dije sonriendo levemente.
Entramos en la habitación y lo guié hacia donde estaba Noah que estaba jugando con mi celular apagado.
—Hola campeón— Dijo Mauro al verlo.
Noah solo miraba su cara y sonreía, supongo que sus tatuajes le llamaban la atención, este colocaba sus pequeñas manitas sobre las mejillas de Mauro y luego las estiró expresando que quería que lo levantara.
—¿Cómo se llama?— Preguntó Mauro sonriendo.
—Noah Ezequiel— Dije.
Cuando terminé de decir Ezequiel, pude ver como los ojos de Mauro brillaban y giró bruscamente a verme. —Le pusiste mi segundo nombre?— Preguntó.
—Si, supuse que merecías algo de reconocimiento a pesar de todo, y ya que tiene mi apellido—.
—Quiero que tenga mi apellido, si no te molesta— Dijo entusiasmado.
—No Mau, no me molesta, y cuando quieras podemos ir a tomar algo y hablar—.
—Que te parece ahora? Tengo demasiado para contarte—.
—Está bien, déjame avisarle a Dani, y que se quede cuidando a Noah—.
—Estas con Daniel y no me enteré? La traición hermano— Dijo fingiendo dolor.
Yo solo solté una risa ligera mientras me dirigía al baño.
—Dani, tengo que salir un rato, podes quedarte con Noah?— Pregunté desde la puerta del baño.
—Si Azu, anda tranquila— Contestó desde la ducha.
Volví a la sala y pude ver como Noah se había dormido sobre el pecho de Mauro, quien lo miraba con ternura, me quedé mirando esa escena un minuto hasta que Mauro se dió cuenta.
