Quizás no era suficiente todo lo que hice, quizás simplemente debí apartarme y no meterme donde no me llaman. Debí irme, debí haber corrido rápido como el viento y no haberme quedado paralizada, viendo aquella desgracia horripilante pero, supongo que no tanto si no podía parar de mirar. Lleno mi cuaderno de letras, letras y más letras pero nada con sentido. La tinta se corrió con mis lágrimas y no encuentro ningún motivo para parar, no encuentro nada, solo desorden son letras desordenadas, páginas desordenadas dentro de mi mente desordenada, dentro de algo a lo que no encuentro sentido. Y sí en algún momento debí haber dejado de mirar es en el momento en que me arrepentí de haber mirado.
Esther G. ❤️
