Capítulo 2. El accidente y "ellos".

413 23 4
                                    

Me dirijo a mi casa, estoy tan enfadada con Katrina. Sé que no tengo motivos, pero no puedo evitarlo, todas esas promesas que me hizo de "siempre contigo", "soy como tú", "vayas donde tu vayas" me parecen tan lejanas.

Ahora seguro que ella se está yendo con su novio súper contenta mientras yo estoy aquí comiéndome el seso por ella. Pero no puedo evitarlo.

Voy cruzando el paso de cebra, y le doy una patada a una lata de "Coca Cola" en mitad de la carretera, la lata se va hacía las ruedas de un coche, que derrapan al chocar contra el metal y se dirige hacia mí sin poder frenarlo, me quedo parada, no sé qué hacer, entonces cierro los ojos y chillo, y pienso en Katrina, seguro que estará contentísima de que me atropelle un auto, ya lo tiene todo, novio, fiestas, para que me necesita... Espera, tal vez ese sea el problema, tengo miedo a que me deje de necesitar, a que sea yo la que la necesite y ella no me haga caso, pero... ¿se puede saber cuándo piensa el auto atropellarme o piensa hacerlo a cámara lenta? Abro los ojos y el coche está muy cerca de mí, tanto que me asusto y me echo para atrás soltando un grito. El auto esta devorado por delante, como si yo fuese otro coche y hubiésemos chocado pero yo he salido intacta, pero yo no soy un coche, ¿qué ha pasado?

Echo a correr, sé que debería quedarme para explicarle a la policía lo que ha pasado, pero no sé, ¿de qué puedo servirles? Además todo esto es mucha presión, tengo que contárselo a Kat... en verdad no tengo que contárselo a nadie. Estoy bastante lejos del lugar de accidente así que dejo de correr, pensar en Katy me pone furiosa y necesito pegarle a algo.

Alguien agarra de la boca para que no pueda gritar y me hecha hacía atrás. ¿Pero que me pasa hoy? Primero un accidente y ahora me atracan o ¿qué pasa? Miro al chaval que me agarra y sus ojos se cruzan con los míos y me susurra:

- No te preocupes, queremos ayudarte.

¿Queremos? Este chaval no sabe contar. Es moreno con ojos color chocolate, y tendrá 23 años más o menos. Algo en él me produce tranquilidad.

Me arrastra hacia un lugar donde nadie puede vernos y me suelta. Yo le digo cansada:

- Mira, me sacas 7 años como mínimo y por suerte he conseguido mantener el móvil a salvo y no tengo problema en llamar a la policía, pero si serías tan amable, ¿te importaría atracarme otro día? Hoy por poco me atropella un coche y si tú me robas voy a tener que contarle muchas cosas a Kat... Arrgg -gruño, esto me está matando.

- Tranquila me dice, solo quiero ayudarte, ven conmigo.

Él marca una señal en la pared y esta se abre.

- ¿Qué es esto? -pregunto.

- Limítate a seguirme- dice él.

Avanzamos pasillo abajo y yo me empiezo a irritar.

- Soy claustrofóbica, bueno en realidad no mucho, pero soy claustrofóbica.

El chico sigue hacia delante sin hacerme caso y yo me intento calmar, pero cada vez bajamos más y yo me pongo nerviosa. Hasta que dejamos de bajar y nos adentramos en un largo pasillo interminable.

- Háblame de ti -dice él chico.

- ¿Perdón?

- Sí -dice el chico- háblame de ti.

- Pues me llamo Claire Lawrence, soy morena, con ojos azules, tengo 16 años, soy nerviosa, me gusta moverme, odio dormir, me gusta pasar tiempo con mi única mejor amiga Kat... ¡ah, no! Olvídalo, ya no tengo amigas, me gusta la brisa del mar, cosa de la que pocas veces puedo disfrutar, me encanta...

- Eres rarita -me dice el chico- muy rarita.

Sonrío.

- Sí, pero prefiero que lo llames "única".

Siempre he sido y seré la raritaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora