Primeros acordes

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A veces, las cosas se tuercen,
cuando menos te lo esperas tu vida puede dar un cambio que no esperabas, las circunstancias te hacen madurar, tomar un papel que no te pertenece, pero que la realidad te obliga a interpretar.
Hasta que llega alguien que lo hace todo más fácil, que te rompe los esquemas mostrándote que hay un mundo mejor detrás de ellos, que si los dejas atrás y te olvidas de ellos las cosas pueden no ser tan malas como parecen.

Aitana:

Primer día de clase en la universidad, después de llevar todo el verano cuidando de mi hermana Ana, por fin tenia un poquito más de libertad.

Mis padres nunca están en casa, siempre están trabajando y el poco tiempo libre que tienen lo pasan cada uno en una punta de la ciudad con sus respectivos grupos de amigos.
Y cuando pasan algo de tiempo en casa siempre están discutiendo y gritándose.

- Pero Aiti, si tienes clases por las tardes ¿quién se va a quedar conmigo cuando papá y mamá no estén?

- Ya sabes que éste año tendrás clases de guitarra por la tarde - mi hermana, con tan solo 6 añitos ya ha empezado a aprender a tocar la guitarra, desde bien pequeña le gusta escucharme cantar y dice que cuando ella aprenda, tocará las melodías de las canciones para que yo se las cante. - , y cuando acabes vendrá la abuela a quedarse contigo.

- Pero yo quiero que vengas tú.- me dijo haciéndome pucheritos.

- Yo volveré lo antes posible para leerte un cuento antes de dormir ¿vale?

-Vaale- aceptó alargando la segunda letra. - pero prometeme que llegues a la hora que llegues me lo vas a leer, que te voy a estar esperando.

- Que si peque, que si, te lo prometo. - Ana se lanzó a mis brazos y llenó mi cara de besos.

- Luego te veo pequeña. - dije soltándome de su agarre. - pasalo bien en tu primera clase de guitarra.

- Adiós tati. - me dijo con carita de pena.

Cogí la chaqueta vaquera y salí de casa sin si quiera despedirme de mi padre, para un ratito que tenia para pasar con sus hijas se lo ha pasado entero durmiendo.

Tenia que llamar al nuevo profe de guitarra de Ana, así que aproveché el camino a la universidad para hacerlo.

- ¿Hola?, llamaba para preguntar por ¿Cepeda?- dije leyendo el papelito que tenia en las manos.

- Si, soy yo. - dijo con una voz ronca.

- Bueno, soy Aitana, ya te llamó mi madre para comentarte lo de las clases de guitarra a mi hermana Ana ¿verdad?

- Si, ya hablé con ella, ¿empezamos hoy a las 5 verdad?

- Si si, pero era para decirte que mi abuela llegará unos minutos antes de que terminéis la clase, pero si ves que tarda un poco no la dejes sola, porfa, será solo hoy de verdad, es que todavía se está adaptando al horario del bus y esta un poco perdida.

- No te preocupes, que no me moveré de allí hasta que llegue.

- Ay, pues muchas gracias de verdad.

- Nada, tranquila. - nos quedamos en silencio. - ¿no necesitas nada más?

- No no,- dije nerviosa. - Adiós y muchas gracias. -colgué.

Ese chico me había caído bien, mis amigas ya me habían hablado de él, habían estado dándole clases a algunos de sus hermanos y decían que era muy simpático, y bueno, que estaba buenísimo, pero eso no lo sabré, porque para cuando yo llegue, él ya se habrá ido.

Nada más llegar a la uni vi a una chica que parecía ser nueva este año, se la veía súper desorientada así que decidí acercarme a ayudarla.

- Hola, soy Aitana, eres nueva ¿verdad? - me miró y en su cara se formo una sonrisa de oreja a oreja.

- Yo soy Amaia, encantada. Soy de Pamplona, y hoy es mi primer día por aquí, y por Barcelona en general, así que bua, como que estoy un poco perdida.

Estuve hablando un rato con Amaia y descubrimos que íbamos a la misma clase. Ella estudió el primer curso en Pamplona, pero decidió cambiar de aires y venirse a Barcelona.

Miriam, Ana y Marta no tardaron mucho en llegar, se las presenté y no tardaron mucho en hacerse su amiga.
Amaia me pareció una chica muy simpática, además era súper espontánea y congeniamos muy bien desde el principio.

- Oye, ¿y ya has conocido al guitarrista buenorro o que? - preguntó Miriam intrigada por el chico que había estado dándole clases a su hermano pequeño.

-Que va tía, si cuando yo llegue de la uni él ya se habrá ido, pero vamos que hable antes con el por teléfono y me cayó bien. Yo mientras que se lleve bien con Ana el resto me da igual. - dije quitándole importancia al físico del chaval.

Salí pitando de la universidad en cuanto acabé, mis amigas me dijeron que me fuese a tomar algo, pero no iba a hacer que mi abuela se quedase hasta más tarde, encima no tenía nada de batería en el móvil y no podía avisarla.

Llegué a la puerta, pero antes de abrirla escuche varios acordes de guitarra demasiado bien tocados como para provenir de Ana.
Entré y vi a un chico sentado en el sofá con Ana, cada uno con su guitarra.
Ese debía de ser el famoso Cepeda; era alto, pelo negro y rizado, barba, ojos oscuros, dios si que estaba buenísimo, mis amigas no mentían.

- Tatiiiiiiiiii- exclamó Ana mientras venia a abrazarme. - Al final Luis se ha quedado un ratito más porque la yaya no podía venir, ¿y a que no sabes qué?, que me ha enseñado una canción súper chula que escribió él, como cuando tú me cantas las tuyas. - me contó emocionada.

Me levante y me giré hacia Luis.

- Lo siento, dios mío soy un desastre, me quedé sin batería y seguro que mi abuela me estuvo llamando, de verdad que lo siento dios mío que llevas un montón de horas más aquí.

-No pasa nada, si Ana es la niña más buena del mundo y se ha portado muy bien. - dijo mientras la miraba con una sonrisa. - además que tampoco tenía nada mejor que hacer, de verdad que no me ha importado quedarme con ella, y no es tu culpa haberte quedado sin batería.

- Jo muchas gracias, enserio, de verdad.

- No me des tanto las gracias y dame dos besos, anda. - Me miró con media sonrisa y se acercó a mi para darme dos besos. No se porque pero me puse nerviosa, estaba siendo súper bueno, cualquier otro se hubiese pirado en cuanto mi abuela le hubiese llamado y yo no le hubiera contestado a las llamadas.

Miré por la ventana, llovía.

-Bueno, me voy a ir yendo ya que con la que esta empezando a caer mejor que salga cuanto antes.

- ¿Te vas andando? ¿Vives muy lejos?

- Me gusta andar a estas horas tu tranquila, que llegaré pronto.

- ¿Pero como te vas a ir ahora con la que está cayendo? Quédate a cenar anda, así te agradezco el favorazo que me has hecho hoy.

- Si si quédate porfa Luis, y nos vemos Camp Rock que es la favorita de la tati. - dijo Ana agarrándonos a cada uno de una mano.

Bueno, por aquí os dejo el primer capítulo.
Llevaba tiempo con ganas de escribir una historia, y gracias a un amigo me he acabado animando.
Espero que os haya gustado, pero todavía tengo que ir cogiéndole el truquillo a esto, espero que poco a poco cada vez vayan saliendo mejor.
¿Creéis que Luis se quedara a cenar con ellas o que decidirá irse a casa?

Os dejo por aquí mi twitter:
@cepedaxfans

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