La Flor que Eres.

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Aqui (hace unos años) intentaba pensar todo lo que era intimidad, erotismo y romance, no quedo como esperaba, pero con algún toque floral me gustó un poco más.






Yo nunca pensé en tocar siquiera uno de tus cabellos, jamás imaginé llegar a dañar tu piel de tal manera, y jamás quise oirte gritar con esas lágrimas en tu rostro.

Pero, ¿acaso tu no lo pediste?,  ¿es realmente una falta mía el tratarte así?. Recuerdo el momento, tus labios rosados cual flor de loto, tu voz, suave y amorosa, y tu mirada, aquella que tanto me cautiva. Aquella pequeña frase, desatando un mal que nunca creí ver en mi interior.




Ven y Tómame.




Aquel... ¿Como describirlo?, aquel poder, solo sentí la sangre en mi ser, recorría mis brazos, mis piernas, todas mis venas, era caliente, casi ardiente, así la sentía, tenía que liberar aquello, aquella energía, ¿En que momento terminamos así?.

Tantas cosas de esa noche, que no quiero recordar, pero tu cuerpo me obliga a hacerlo. Delinear tus curvas con las puntas de mis dedos, saborear tu piel tersa, apretar tus carnes con fuerza y voracidad, dominante a tal punto de no darte voluntad alguna. ¿Es realmente yo quien estuvo contigo esa noche?







Tu sola voz me calma en el momento en que nos encontramos, el sol ha arribado, alumbrando nuestros cuerpos sin pudor alguno bajo las sabanas, evidenciando nuestra intimidad sin siquiera saber los sentimientos involucrados en aquel lugar. Un "te amo" sale de tus labios, rotos debido a la voracidad de mi boca, tus manos acarician mi rostro con suavidad, y mallugadas de las muñecas por la fuerza de las cuerdas,  un choque de miradas, tan vivo y cálido desde los ojos hinchados por las lágrimas de placer, todo eso de ti, la mujer que amo.






Solo tengo una cosa que reclamarte amor, y es el mal que me has hecho, el que has despertado en mi, la violencia que me ha vuelto adicto a ti, que surge al sentir tu piel,  al escuchar tu voz, ante el más ligero roce de miradas, que me has vuelto adicto, violento, sádico, pero solo para ti, solo para golpearte, atarte, morderte, solo para amarte a ti, amor.

Te amare tan fuerte como si una esclava fueras, o algún animal se tratase, claro que lo hare, pero recuerda, que solo a ti, y solamente a ti, te amare tan delicada, tan fuerte, y cuidadosamente, justo, como la flor que eres.

Poca Coherencia y Excéntricas Palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora