Poema: Abandono de Corazón.

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"Abandono de corazón " Por M. A. H. R., mis siglas en la vida real.








A oscuras, tanteo el lugar que tanto temes,
Esta frío, seco, no creo que alguna vez tuviera vida
Pero la tendrá, ya sea por mi mano, o mi mente, hasta que esta quede ida.
Trabajaré las horas necesarias, días contados, o inolvidables meses.
Yo te de volveré a la vida, amor mío, ser oscuro,
Que decidiste enterrar lo que se te dio,
Por temor a encontrar lo que alguna vez  tu alma perdió.







Se que temeroso te encuentras, de aquellos seres que veamos,
Sombras antiguas de tiempos que ya fueron pasados,
No has de verlos a los ojos, o consumirán tu mente consumada,
y como alma de marino temerario, vuelves a la orilla ahogada.
No quiero perderte, no más de lo que ya te perdiste tu,
Pero avanzó, no desesperes, que esto aunque parezca, no es un deja vu.








Semanas han pasado, y el brillo ha vuelto a tu rostro,
Animado, revive la flora que adorna nuestro furor,
Nos ha costado, pero nada vale mi actual condición,
A lo que es ahora tu maravillosa y bella composición,
No puedo pedir más a la vida, que me ha dado todo lo que necesito,
Que eres tú,  amor mío, quien antes fueras ser maldito.








¿A donde has ido amor?, que rastro tuyo no encuentro,
Desaparece mi nombre de tu mente, como si pasajero fuera yo,
Pasajero que dejó carne y espíritu, entregando sangre y sudor por tu vivir.
Entiendo que no siempre entendemos, pero no comprendo tu partir,
Vuelve por favor, escuchar tus palabras necesito, verdad de oro,
Única verdad, comparada solo a la de Dios, aquel que de todo es centro.







¡Te ordenó me devuelvas lo que alguna vez fue mío!,
Tu, que alguna vez raida estuviste, por mi fuiste reparada,
Y ahora clamó por aquello que Vacie en ti, emoción, sentimiento y corazón.
Todo eso y más, se han vuelto tuyo, y de mi solo hay extinción,
Me extingo de tus recuerdos, cual llama en la lluvia de lágrima congelada,
Fría como tu corazón alguna vez fue y ahora seco como un espíritu sin brío.










Tu arma que mata, no es blanca ni de fuego,
Es de mente y espíritu, el cual asesina sin pudor mi alma,
¡Yo estuve cuando tu necesitabas!, ¡¿donde estas cuando te necesito?!,
¡Tu culpa es que me encuentre ahora al borde del delito!
¡Un crimen a la vida para limpiar de esta mi mancha de drama!
Y ahora escapa el recuerdo, por las venas abiertas que con el filo maldigo.



Poca Coherencia y Excéntricas Palabras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora