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''Camila y Nelson reposaban en su cama, de sus cosas favoritas. A la castaña le gustan los fuertes abrazos, la paz, seguridad y amor que el ojiverde le brinda.

- ¿Quieres saber algo un poco cursi? .- Pregunto Nelson.

- Si.

- Eres la persona que amo y a quien elijo cada día para compartir mi vida .- Hablo Nelson con toda la sinceridad del mundo, es lo que realmente siente. 

- Yo te amo más, y estaré siempre contigo, pase lo que pase.

- ¿Lo prometes?

- Lo prometo .- Alzo su dedo meñique para entrelazarlo con el dedo meñique del ojiverde''

El de tez blanca abrió los ojos, despertando.

Se levantó de su cama, para bañarse y estar listo antes de que lo regañen.

Cuando recordó lo que había soñado una sonrisa se escapo de sus labios. 

- No ha roto su promesa .- Suspiro y salió de la regadera.

Cuando ya estaba totalmente vestido, bajo al lobby y no había nadie de su equipo. Frunció el ceño y fue a la habitación de su papá.

- Hijo, te paraste temprano ¿que haces aquí? ¿no deberías estar dormido?

- ¿Hoy no hay nada que hacer?

- No, hoy es día libre.

- ¡Que bien! Cuando me levanto temprano y hago las cosas bien, no hay que hacer nada. 

- Buena iniciativa .- Al papá del ojiverde se le hacía muy extraño ese comportamiento, se parece mucho a cuando estaba con...

- Ayer vi a Cam.

Carlos sonrió no le gusto la ruptura de ellos dos, pero cada vez que sabía de los encuentros del ojiverde con Camila, rezaba porque estuvieran de nuevo juntos.

- Ah mira, ya, ella es la causante de tu buena iniciativa. No te despegues de ella, parece ser la única que te pone en el carril ¿como está ella?

- Muy, muy bien, se ve super, incluso más hermosa, osea siempre lo ha sido pero ahora más. 

- Me da gusto que la hayas visto.

- Me voy, bendición .- Abrazo al Sr. Carlos y se fue.

...

Nelson se encontraba en un ascensor, mientras tarareaba una canción. Se habría en un piso que no era en el que el debía bajarse. Entro una chica.

Sentía la mirada de la chica.

- Hola ¿tú eres Nelson el Prince, verdad? 

- Si, soy yo.

- ¿Me puedo tomar una foto contigo?

- Claro.

La chica saco su teléfono e hizo una selfie, luego las puertas se abrieron y ella se bajo ahí.

Finalmente se bajo en el piso correspondiente. 

Diviso a una chica sentada trabajando, como la recepcionista. Se acerco y puso su mejor sonrisa.

- ¡Hola, ahmm vengo a ver a Camila!

- ¿Su nombre? Por favor.

- Nelson Farías.

- Ah, usted es...

- Su ex novio, si .- Sonrió.

- Creo que esta ocupada, espere un momento.

El ojiverde asintió.

- Disculpe que la moleste es que el Sr. Farías esta aquí. ¿Le digo que entre o que espere? .- Se quedo callada -. Esta bien .- Tranco el teléfono.

- Está reunida pero, ¿podría esperar unos minutos?

- Si, si.

- ¿Quiere algo de tomar? ¿un café? ¿agua? ¿refresco?

- Agua, gracias.

La chica se retiro para buscar la bebida y Nelson veía con mucha atención la sala de espera. 

Sabía que ella tenía un puesto privilegiado en la empresa pero, es impresionante, hasta asistente tiene. 

La chica regreso con el refresco y al cabo de diez minutos pudo pasar.

- Buenos días señorita Camila, oye casi que no me dejan pasar.

La castaña sonrió amable.

- Buenos días, las reuniones tu sabes.

-¿Como estás? ¿llegue en un momento inoportuno? 

- Bien, no, solo una reunión.

- Cam, se que me estás mintiendo, no estas bien.

- Claro que si, solo que...

- Conozco tus ojos tanto como te conozco a ti, y frunciste el ceño señal de que mientes, puedo ver tus ojeras ¿has dormido bien?

- He dormido lo suficiente, solo que hay cosas que debo terminar y madrugo pero solo son pocas veces.

- Lo volveré a preguntar ¿como estás?

La castaña suspiro dándose por vencida.

- Super cansada y apenas son .- Alzo su mano derecha para ver su reloj -. Las once del día, estar sentada todo el día y  tratando de buscar una solución a todo, no es tan cómodo como parece.

El ojiverde se acerco a el escritorio de la castaña, tomo la silla que había frente al mismo y se sentó en la silla quedando frente a ella. 

- Se que amas lo que haces, y que quieres hacer de todo, pero te hace daño no descansar, y trabajar siempre, solo tienes veintidós añitos, Cam.

El de tez blanca sabía lo que hacía, se acerco lo suficiente a Camila, hasta el punto donde sus respiraciones eran las mismas. El sabía que estaba mal, pero extrañaba con muchas ansias el contacto con sus labios... con ella.

Rozo sus labios con los de ella, apretando levemente su labio inferior.

Pero una mano en su pecho lo detuvo.

- No...

- Cam, por...favor .- Suplicó.

- No, solo...

- ¿Solo?

- Solo...Mantente lejos .- Se paró de su silla tomando su cartera y saliendo de su oficina muy rápido.

¿Que hiciste Nelson? Se preguntó el castaño. 

Mantente lejos │Nelson el Prince│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora