Valentina estaba sentada en una banca alejada de la barra del bar, observando a las demás personas bailar en la discoteca, ella estaba aburrida y quería volver a casa lo más pronto posible, ella estaba sentada mirándose las largas uñas pintadas de un fuerte rosado chillón que tenía incrustadas unas pequeñas perlas y pintadas unas flores similares a girasoles, cuando su amiga Camila interrumpió sus pensamientos.
- Mor, ¿por qué está tan aburrida? - inquirió ella mientras alisaba sus largas extenciones de cabello rubio.
- Bebé, no sé, nadie me saca a bailar, estoy más aburrida - respondió Valentina con su voz chillona.
- Venite y te arreglas un poquitos, y vas a ver cómo te caen los hombre.
- ¿Será? - respondió esperanzada.
- Si mor, vení, vení vamos al baño.
- Hágale pues.
Las dos jóvenes se encaminaron a baño el cual no estaba lejos de donde se encontraban anteriormente, al estar frente al espejo, Valentina empezó a arreglar su liso cabello negro que llegaba hasta abajo de su cintura, se aplicó un labial magia, que era de un color rosado fuerte, y se echó polvos nailen al rededor del rostro, al tiempo que su amiga Camila se acomodaba las extenciones rubias con rayos aún más claros, se aplicaba el mismo labia y se acomodaba las pestañas postizas de 2.000$.
- Bebé, ahora te ves divina - dijo Camila admirando a su amiga.
- Ay si bebé, ahora me siento como que mejor.
Así pues, ambas amigas se encaminaron al centro de la discoteca, donde se concentraba un mayor número personas bailando al son de la canción candy de plan b, allí ambas empezaron a bailar junto con las personas que se hallaban allí, después de unas horas de intenso baila, Valentina decidió ir por más ron.
- Mor, voy a servirme más trago, estoy re cansada.
- Bueno bebé - respondió Camila entre dientes al tiempo que se besaba con un chico.
La joven Valentina se encamino al pequeño bar ubicado a unos metro de su ubicación actual, estaba pidiendo su ron con limón cuando volteo y vio un chico con cabello café oscuro, tez un poco morena, ojos oscuros, una atenta, y varios tatuaje, con una Camila oscura que tenía una calavera en el centro, vaqueros un poco caídos, y unos tennis nike, Valentina se bajó un poco el escote del top y se acomodó el jean, mientras esperaba empezó a enredar su cabello entre sus uñas, y un rato después el chico le habló.
- Q'hubo bebé, por qué tan solita.
- Aquí, esperando que me sirvan un trago pero se están como demorando.
- ¿Y vino sola? - preguntó con su sexi acento paisa.
- Mmmm, vine con una amiguita.
- Ah, ¿y es así de bonita como vos?
- Ja,ja,ja,ja más o menos, ¿por qué?
- Ah no, por nada, y por qué ahorita no vamos a bailar cuando te sirvan el trago.
- Ja,ja,ja hágale pues - Valentina giro su cabeza hacia el bar, y al ver que no le servían su bebida, dijo - Ay no, ese señor se está demorando mucho, vamos a bailar mejor.
- Hacele mamasita.
Y juntos fueron a la pista a bailar muy pegado hasta que poco tiempo después se encontraban en una pared besándose apasionadamente, así que decidieron ir a un lugar menos público para acabar con lo que ya habían empezado.
Más tarde esa noche el chico, la llevo a su casa en su motocicleta.
- Gracias mor, espero que se repita.
- Claro bebé.
- Bebé, no me has dicho tu nombre.
- Usted tampoco.
- Yo me llamo Valentina, ¿y tú?
- Steven, bueno bebé, chao.
- Chao.
Y así ambos se despidieron, Valentina entro a su casa sin hacer ruido para que sus padres no sé despertarán y Steven se fue a seguir con la fiesta.
- Ay verdad, Camila, la voy a llamar a ver qué.
Después de unos segundos sonando el tono Camila contesto.
- Hola mor, ¿dónde estás?
- En la casa, me trajo un muchacho, un rollo ahí.
- ¡Ah! Si vio, yo le dije que si se arreglaba la iba a pasar mejor, bueno bebé, me voy que yo también estoy pasando la bien
- ja,ja bueno chao.
- Chao.